Por snedecor
Estábamos en 1997, en la húmeda y calurosa Malasia, hablando de la enésima decepción inglesa en un Mundial sub’20. Ironías de la vida, fue precisamente Australia, el país en el que Inglaterra había logrado sus mayores éxitos (semifinales en 1981 y 1993), quien indirectamente truncó las esperanzas de victoria de Owen y compañía. En la última jornada de la fase de grupos, cuatro goles de un tal Kostas Salapasidis (que luego tuvo un renaldinhístico paso por Compostela), tumbaron a la Argentina de los Leo Franco, Scaloni, Placente, Cambiasso, Aimar y Riquelme, enviándola al cruce de octavos contra la hasta entonces invicta y temible Inglaterra. En el preludio de lo que ocurriría un año después en Francia, la albiceleste se llevó el duelo por 2-1 y obligó a los ingleses a hacer las maletas antes de tiempo.
Fue el último gran momento de Inglaterra en un Mundial sub’20. Y para lo que han hecho luego, mejor hubiera sido que cerraran la sección.
Porque desde aquella decepción malaya del 97, Inglaterra no ha hecho nada en un Mundial sub’20. Pero absolutamente nada. Los conflictos entre Federación y clubes cada vez que hay que confeccionar una lista son tan grandes que uno sospecha que en la FA casi rezan para no clasificarse (de hecho, Inglaterra sólo ha ganado un Europeo sub’18: fue en 1993, con Robbie Fowler como estrella). Nigeria’99 se celebró en abril y, como es tradición, los clubes no liberaron a las jóvenes promesas que ya formaban parte de su primera plantilla. Por eso Alan Smith, que despuntaba en el Leeds y había sido el líder del equipo en el Europeo que sirvió de clasificatorio, no viajó a África. Ashley Cole, Andy Johnson y Peter Crouch sí pueden decir que estuvieron en el Mundial que coronó a Xavi y Casillas, pero seguro que no cuentan que su equipo fue incapaz de perforar la meta contraria en sus 3 derrotas ante Japón, Estados Unidos y Camerún.
La maldición del ataque inglés en los Mundiales juveniles se mantiene hasta hoy: sólo ha marcado un gol en sus cuatro últimas participaciones, incluyendo la cita nigeriana. Aunque más que maldición, quizás deberíamos hablar de una consecuencia lógica: sin tus mejores jugadores, todo se hace un poco más difícil.
Tras faltar a Argentina 2001, en Emiratos Árabes 2003 (el campeonato se jugó en diciembre y de aquel equipo sólo James Milner ha llegado luego a la absoluta), Inglaterra sumó dos derrotas (sin goles, por supuesto) ante Japón y Egipto, y un empate a cero con Colombia. Después de otras dos ediciones sin participar, Egipto 2009 iba camino de convertirse en el tercer mundial consecutivo en el que Inglaterra no conseguía inaugurar su casillero de goles a favor hasta que, seguramente por despiste, un desconocido delantero del Manchester City de nombre Alex Nimely lo impidió en el minuto 88 del último partido. Con ese gol la selección inglesa sacaba un agónico empate ante Uzbekistán, aunque las derrotas precedentes contra Uruguay y Ghana le impedían, una vez más, acceder a octavos de final.
Ocho que no saben lo que es un Mundial
Y así llegamos a Colombia 2011. Pese a que la FA afinó bastante su primera lista, excluyendo a varios jugadores que por calidad deberían acudir al Mundial juvenil (desde luego en el resto de países sí van futbolistas como ellos), el filtro no fue suficiente. Nada menos que 8 de los 21 seleccionados fueron requeridos por sus clubes, con la excusa de que la fase eliminatoria del Mundial coincide con el inicio de la temporada británica. Una excusa un poco cogida por los pelos, viendo el historial de tempranas eliminaciones de la selección inglesa, pero al parecer suficientemente válida como para privar a los chavales de una experiencia que, quién sabe, tal vez algún día les pueda venir bien en una cita absoluta.
La página web en la que la FA anunciaba la lista original se convirtió pronto en un sinsentido plagado de asteriscos y signos varios para indicar los cambios con respecto a la primera decisión de sus técnicos. Un batiburrillo de símbolos y notas al pie que resulta tragicómico y que debería servir de escarnio para el conjunto del fútbol inglés.
Y eso que en el campo las cosas han mejorado algo con respecto a ediciones pasadas. Vale, esta vez tampoco han marcado, pero al menos podrán jugar un partido más de lo habitual. Con tres empates a cero ante Corea del Norte, Argentina y México, Inglaterra acabó tercera de grupo y consiguió pasar de rebote a octavos de final, donde en teoría tendrá poco que hacer frente a la poderosa Nigeria.
Los chavales no tienen la culpa: al fin y al cabo, no serán ellos los que carguen con la presión de intentar ganar algún título con la absoluta, porque muy probablemente no llegarán a ella. El problema para Inglaterra es que quienes tengan que hacerlo no sabrán lo que es un Mundial hasta que se den de bruces con el de verdad.
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martes, 9 de agosto de 2011
El papelón inglés (II)
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Bueno pues lo dicho. Ayer Nigeria ganó a Inglaterra por 1-0 y los ingleses se despiden de Colombia sin hacer un mísero gol. Viendo el vaso medio lleno, también podemos decir que se van a casa por culpa del único gol que han recibido...
ResponderEliminarla verdad no se que pasa con Inglaterra, siempre llegue a los torneos mundiales o europeos como una de las grandes favoritas y al final deja mucho que desear o se queda en el camino y con tan grandes jugadores, es raro
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