viernes, 30 de octubre de 2009

Pellegrini: 7 libres y directos

Nunn
Sería la hostia que saliera un jugador en rueda de prensa y dijera: "Estamos hartos de este entrenador. Que se vaya". Pero no, siempre dicen que están "a muerte" con él, cuando los periodistas intuyen carnaza de despido y preguntan a los cómplices. Granero ya ha dicho que la plantilla está "a muerte" con Pellegrini, y Guti y Cristiano le han hecho coro con otras palabras. Así que Pellegrini está muerto. Visto que en España, dato científico, no dimite un entrenador desde que Camacho se fue del Madrid, la destitución está cerca. Florentino nunca lo quiso, pero no había otro. ¿Quién quiere venir a la trituradora de entrenadores pintada de blanco nuclear? Los que no han ganado nada. Como Pellegrini. Cuando Florentino fiche a alguien que haya ganado algo, repicarán campanas.
El que venga tiene que ser guapo, saber hablar bien y no haber ganado nada: Queiroz, Luxemburgo. Si no, será uno de la casa: García Remón, López Caro, Del Bosque, Camacho. Todos, menos el actual seleccionador, tienen algo en común: no han ganado una mierda. Sólo Vicente, el que tenía un libreto tan poco tecnificado que debía de ser un pergamino, tiene un palmarés. Florentino ganó en cinco temporadas dos Ligas y una Copa de Europa, si contamos los títulos 'que valen'. En todos ellos el entrenador era Del Bosque. Y se repite el modelo del entrenador guapo sin títulos. Así que si quieren le echamos la culpa a Pellegrini, pero me da bastante la risa.

Sole Leyva
Para domeñar a las bestias blancas, los capos del vestuario blanco, los mismos que se han cargado a una buena ristra de técnicos, hay que tener un par. Y además, tenerlos bien puestos. Si la conversación de Pellegrini con Guti en Alcorcón se produjo en los términos publicados por los medios, si el chileno mandó a la ducha al rubito de pases de oro y defensa de mirra cuando se le puso gallito, tiene todo mi respeto. Otra cosa es el fútbol. El Real Madrid sigue sin jugar a nada. Pellegrini no tiene propuestas claras, pero aun así es pronto. Si a los presidentes se les da cien días, él también se los merece. Al fin y al cabo el Barça sólo está a tres puntos. Además, a Florentino no se le conoce la metralleta cargatécnicos que sí tenía Jesús Gil. No es su estilo. Todo este debate de la crisis y tal es una milonga montada por los medios. Se trata de vender. Lo que sí está claro es que este año por Chamartín no van a ver ninguna copa a no ser que se visite la sala de trofeos. ¿Crisis? Les habla un atlético. Ustedes no saben lo que es la crisis.

Halftown
Cuando el pasado 1 de mayo escribimos el Libres y directos sobre Juande Ramos, avisé que su continuidad en el Madrid habría sido un suicidio deportivo. Seis meses y 230 millones de euros después, los galácticos han vuelto y el sustituto de Juande está en el disparadero. Pobre ingeniero, lo bonita que le estaba quedando la obra en el Madrigal, y lo grande que le está viniendo el proyecto en Concha Espina.

Rocheteau
No te conozco, Manuel, ni trabajas en una fábrica, ni la calle está mojada. Te reconozco que desconfío por principio de un tipo que come cinco años seguidos gnocchi con tomate y los domingos, para cambiar, pizza margarita. Me pareces un poco pichafloja, porque aceptar este curro con Darth Florentino y Valdano Vader era como comprarse un disfraz de felpudo y tumbarse a la entrada del metro Sol. Me toca incluso un poco los cojones oírte decir que tu equipo juega bien cuando no he pagado 15 euros al mes para tragarme a once paramecios blancos corriendo descoordinados. Y aun así, estoy contigo.
Cómo molaban esos Audis que les dieron a tus jugadores en la nieve el martes, ¿eh?. Ronaldo (lesionado y caminando sobre nieve), Benzema tirando bolas, cojonudísimos planos, toma Christmas y felicidad. Ya, ¿pero a que no fuiste tú el que cambió la sesión de entrenamiento que estaba prevista a esa hora? Cuando era evidentísimo que Snejder iba a ser necesario para darle algo de cemento a ese medio campo incoherente y solipsista, hubo quien lo zumbó al Inter, para seguir tragándonos a Guti, que empieza a serle al fútbol lo que Raphael a la canción... y a la historia capilar. ¿Te trajeron a Silva, como pediste? ¿Y a Cazorla? No, claro. Y hay que entender que a la panda de niñatos que te ha tocado varear le molestaba dormir en el hotel antes del Alcorcón y no meter esa noche. Me da que el sábado toca Víctor Jara en Spotify: "Suenan las sirenas, de vuelta al al trabajo, muchos no volvieron, tampoco Manuel".

Víctor Enciso
Ahora Pellegrini no llevó al Villarreal a una semifinal europea, no metió a un equipo de pueblo en un continente, no hizo jugar para la felicidad a los de amarillo durante años, no defendió el toque por encima de todo. Ahora Pellegrini es el culpable de que el Madrid no juegue un pimiento en dos meses, de que el ser superior fichara corredores con músculo, glamour y algo de técnica (la cosa no va por Kaká, evidentemente) y de que el club vaya filtrando al vestuario goteras de desautorización del entrenador. Es la vieja historia del fútbol urgente: si no ganas tres partidos te pongo a algunos jugadores clave en contra, tiro del periodismo resultadista y voy salvando el culo. El fútbol es fútbol aunque sea en fútbol no es fútbol. Al fútbol se puede perder un día contra un ser inferior. Al baloncesto o al cricket no. Por eso, el fútbol es tan grande, porque todavía es un juego. Pese al imperio del capital es un juego. Y eso le da oportunidades a los pobres frente a los ricos.
PD: Por cierto, Pellegrini, te defiendo hoy, pero no me olvido de Riquelme ni ahora de Guti. Serán raros, especiales, insoportables quizá, pero a ti los clubes te pagan millonariamente para conducir grupos de élite. No queremos a Riquelme y a Guti para ser sus amigos. Los queremos para ser felices cuando vamos al fútbol.

Nick Panzeri
Las cadenas de televisión han empezado a realizar encuestas entre los espectadores para medir si un programa que no funciona puede recuperarse y así no retirarlo inmediatamente de la programación. Si se hiciera algo parecido entre los socios o aficionados madridistas, Pellegrini ya estaba en un avión con destino a Chile o de vuelta al Villarreal, donde le recibirían con los brazos abiertos.
Si la paciencia se ha convertido en un bien excaso en cualquier ámbito de la sociedad (películas que se retiran con una semana en cartel, libros que desaparecen de las librerías antes de acumular una mota de polvo...), en el fútbol no existe... sobre todo con los entrenadores sin amistades mediáticas. Si te llamas Capello, puedes permitirte que tu equipo se arrastre durante más de una vuelta sin ver amenazado tu puesto porque gritas mucho en la banda y ningún directivo querrá escuchar esos chillidos en su despacho. Pero si te llamas Pellegrini, la sangre de tus venas corre a 30º y no has gritado ni viendo una película de terror, estás vendido.
En cualquier caso, la estadística dice que menos de la mitad de los cambios de entrenador sirven para mejorar la marcha de un equipo. Con presidentes de gatillo fácil Rijkaard nunca habría ganado dos Ligas y una Champions con el Barcelona, Benítez no habría dado al Valencia su último título y Aragonés no habría llegado a la Eurocopa de la que salió ganador. Así que, Florentino, ten paciencia.

Sebastián Dulbeca
Dead man walking, chapa de coto recién abierta la veda y hasta pavo en Nochebuena. A qué velocidad tan acojonante arden 250 millones y cómo atonta el calorcito de la pira. Cambiar la porcelanosa de Levante por el Chamartín más versallesco de la historia no es tan simple como un capítulo de Benito y Manolo. Ser Califa en lugar del Califa requiere sus automatismos y el mejor repelente de envidias y reproches. Si encima resulta que desentona en overol, reniega del mondadientes y, sobre todo, tiene en las meninges un diagrama de juego que hasta hace tres meses se saludaba con botafumeiro, en oposición a lo último que ha desfilado por Florentilandia, Pellegrini merece algo más que una selectividad de 180 minutos. Aunque nos siga martirizando con Marcelodrenthe.

El viaje sin retorno de Los Maniceros

Por Sebastián Dulbeca
En el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo de Caracas, habitación 734 del servicio de Oficiales Superiores, el silencio acribilla a Manuel Júnior Cortez cuando intenta cauterizar sus recuerdos.

-¿Hay alguna posibilidad de hablar con él?
-Ese paciente está aislado. No podemos facilitar ninguna información.

Los cuerpos fríos, descuadernados, de dos de sus compadres esperan para volver a ser tierra en Perú y en la misma Venezuela. Otros ocho acaban de llegar a su natal Colombia.

Con todos despachaba mercancías en chivas (autobuses) transfronterizas quien desde la soledad del policlínico, y recién alcanzada la mayoría de edad, tiene ahora que reiniciar su vida.

Su tragedia es doble: ha estado a punto de ser liquidado y su equipo de fútbol, 90 minutos de anestesia para una existencia miserable, ya no existe.

El secuestro y posterior ejecución de 10 de los 12 jugadores del combinado de 'buhoneros' (tenderos ambulantes) en el que en mala hora se alineaba Cortez ha sido bautizado como 'la masacre de Los Maniceros'.

Nadie en Venezuela, en Colombia y, mucho menos, en España (aquí el suceso únicamente ha interesado por su macabro desenlace) acierta a explicar por qué 25 personas fuertemente armadas interrumpieron el juego en una cancha para aficionados de Fernández Feo, municipio del estado de Táchira (Venezuela), el pasado 11 de octubre.

Funcionarios del Gobierno regional atribuyeron rápidamente la carnicería de los maniceros (vendedores de cacahuetes) a rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Colombia no se aviene a esa hipótesis, dado que en la región -ambos países comparten 2.219 kilómetros de frontera- operan tanto guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como facciones de las disueltas AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).

Se trata, además, de una zona bataneada por el tráfico de drogas y de armas, además de por el contrabando de combustible y de vehículos robados.

Por desgracia, todo parece indicar que la tragedia pudo originarse por un ajuste de cuentas (un posible robo de los jóvenes a los caudillos locales) o por un fatal error.

Las únicas declaraciones de Cortez -a la Policía- han servido para conocer que los captores preguntaban insistentemente a los maniceros por los jefes paracos (paramilitares) que, según ellos, les habían reclutado, quién sabe para qué. El portavoz del comando fue un sicario con alias, Payaso, al que las autoridades sí tienen enfilado.

Sea como fuere, el grupo, que según el reporte de varios testigos intimidaba con fusiles y pistolas de 9 mm, vestía camisas negras con serigrafías del Che, pantalones de camuflaje y botas de goma (los supuestos cabecillas llevaban ropa de civil y lucían cadenas de oro), escuchaba música mexicana (!) y se comunicaba por radio, amarró a los jugadores tras arrebatarle la lista al árbitro y luego los introdujo en dos camionetas para el pertinente paseíllo.

Nada más se supo de ellos hasta el pasado domingo 25, cuando varios cadáveres aparecieron en el sector de San Lorenzo, entre los pueblos de Iribaren y Libertador, también en Venezuela.

"Estuvieron secuestrados durante todo este tiempo debajo de un puente, atados al mismo con cadenas", reconstruye la secuencia de los hechos Leomagno Flores, secretario del Gobierno de Táchira.

"Desde ayer por la tarde (por el sábado) los fueron sacando por separado, diciendo que los iban a liberar (...) La manera en la que fueron apareciendo los cadáveres nos da a entender que este grupo está actuando como los animales, como las hienas, marcando el territorio en una especie de triángulo de las Bermudas". Aún hay un miembro de Los Maniceros en paradero desconocido.

A todo esto, Cortez aún no ha respondido a la gran pregunta: cómo logró desoír el himno de la bala.

Olvidado el patiperreo con el que se sacaba el jornal, ha solicitado un sigiloso traslado a Colombia con urgencia. Cuando le regresen las palabras descubrirá que entre la selva y ninguna parte, rodeado de un verde que aturde, ya no habrá más balón ni más panas.

Las piedras repulidas y como huevos prehistóricos del cuento son ya apenas polvo, una rememoranza triste del esplendor geométrico de un Macondo sólo de papel.

miércoles, 28 de octubre de 2009

A Pellegrini no le gustan las Copas

Por Nick Panzeri
Pellegrini es un hombre de costumbres. Repite comidas, corbatas, discurso... y ridículos coperos. El ingeniero tiene un problema con este torneo desde que llegó a España. El humillante 4-0 del Real Madrid en Alcorcón que tanto escuece al madridismo, debió parecerle un déjà vu al entrenador chileno.

En sus cinco temporadas en el Villarreal, Pellegrini consiguió éxitos sin precedentes, pero en Castellón todo el mundo sabía que había un torneo con el que nunca comulgó: la Copa. De hecho, por la ciudad se extendió el rumor de que cada temporada tiraba la toalla en este torneo voluntariamente, para poder centrarse en Liga y Champions/Uefa y no saturar a los jugadores.

Nada más llegar, recibió su primer varapalo en este torneo, al caer eliminado en primera ronda contra el Girona. Un año después, el sorteo le deparó al Valencia en el primer cruce copero. 0-2 en el Madrigal y a casa un año más a las primeras de cambio.

La temporada 2006/07 avanzó frente al Castellón, pero en la segunda eliminatoria perdía por un 3-1 de parcial contra el Valladolid. El año siguiente, Pellegrini quiso sacarse esta espina y avanzó ante Las Palmas y Recreativo, pero en cuartos de final se cruzó con el Barcelona y ahí terminó su viaje.

Pero si algo debió recordar Pellegrini según iban cayendo los goles en el Malecón era de lo sucedido hace justamente un año en Almería. Concretamente en El Ejido, donde el Poli, que también militaba en 2ªB, le endosó un doloroso 5-0. "Es un resultado remontable", destacó tras aquel partido. Sin embargo, el Villarreal sólo pudo empatar a uno en El Madrigal. Aviso para el raulismo, que ya ha empezado a apelar a esta coartada para tapar su ridículo.

lunes, 26 de octubre de 2009

Todos quieren ser el Barça

Por Nick Panzeri

Contra el brillo de la Premier, fútbol. Frente a la intensidad, el frenesí y la emoción de un Liverpool-ManU, juego ofensivo, brillante y combinativo en todos los campos. Los aficionados españoles viven acomplejados por la maquinaria propagandística del torneo británico, pero no tienen nada que envidiar. Al menos de lo que sucede sobre el césped.

El partido del domingo en Anfield resultó vibrante del minuto 1 al 95, pero nunca se podría calificar de brillante. Y se trata del mejor partido de la jornada en las islas. Cualquiera que se haya podido asomar al resto de la jornada habrá percibido que, salvo Arsenal y el Wigan de Martínez, este deporte sigue anclado en los rudos 80.

Después de ver este fin de semana seis partidos de la Premier, los 10 de la Liga, cuatro del Calcio y dos de la Bundesliga, a uno no le queda duda de que el español es el campeonato más entretenido de todos, al margen del partido. ¿La razón? Que todos quieren parecerse al Barça.

La victoria de Italia en España 82 animó a los equipos de todo el mundo a seguir su bronco estilo. Más recientemente, el nefasto año 2004 ensalzó la racanería de la Grecia campeona de Europa y del Oporto de Mourinho campeón de Europa, que crearon escuela. Ahora, y sobre todo en España, lo que se lleva es el juego del Barcelona. Al Mallorca, por ejemplo, no le importó quedarse con 9 a la hora de seguir queriendo el balón y buscando la portería del Atlético… hasta que acabó empatando.

Tenerife, Xerez, Sporting, Valladolid, Deportivo, Getafe, Málaga, Villarreal, Valencia… Todos (incluidos los recién ascendidos) quieren parecerse al equipo de Guardiola. Todos acumulan gente en mediocampo para dominar el juego, para llevar la iniciativa, para buscar continuamente la portería rival. ¿Como quién? Como el Barça.

Como ninguno de ellos tiene a Xavi, Messi e Ibrahimovic, sus partidos terminan en muchos casos con discretos resultados a pesar de las decenas de ocasiones que generan cada jornada.

Además, para los más 'premieradictos', la Liga tiene hasta un equipo más británico que los propios británicos: el Sevilla, una especie de Liverpool por su intensdad pero con calidad y más vocación ofensiva.

viernes, 23 de octubre de 2009

Giggs: back in black


Por Halftown
Todo el mundo ama a Ryan Giggs. Sea por la elegancia de su pie izquierdo, por mantenerse fiel a la misma camiseta durante toda su carrrera, o por liderar una selección sin esperanza, es de los pocos futbolistas unánimemente reconocidos por público y prensa. Incluso me atrevería a decir que, como Sean Connery, mejora con los años.

Lo que nadie sabe es que, además, Ryan Giggs es mulato. Tal cual lo leen. Su padre, Danny Wilson, era un jugador de rugby negro, cuyo abuelo venía de Sierra Leona. Sus hijos, Ryan y Rhodri, nacidos en Gales, se fueron con él a Manchester cuando Danny fichó por el Swinton Lions. Los niños ingleses, poco acostumbrados entonces a ver mulatos en el patio, les puteaban. Lo que ahora los horteras llaman bullying.

Su hermano Rhodri, cuatro años menor, intentó ser futbolista profesional, pero se quedó en el camino, pasando por las regionales inglesas, la liga galesa –donde jugó UEFA con el Bangor- y una penúltima morbosa parada en el FC United de Manchester, ese club que montaron unos aficionados cabreados con la venta del ManU al multimillonario Glazer. Entre medias, ha sido arrestado en alguna ocasión, y hasta ha pasado por la cárcel acusado de agresión sexual.

Entre Cardiff y Freetown

El día que Ryan cumplía 14 años, un tal Alex Ferguson apareció en la puerta de su casa, y se lo llevó al United por 29,50 libras a la semana. Poco después, en 1989, el todavía Ryan Wilson -al divorciarse sus padres más tarde, los chavales se quedarían con el apellido de su madre Lynne- defendió a la selección inglesa de colegios contra Alemania en el estadio de Wembley. Sin embargo, al no tener ningún antepasado inglés, fue imposible convocarlo con los pross para la sub-21; sólo era elegible por Gales... o por Sierra Leona.

Casi dos décadas después de su debut, Giggs sigue siendo un crack de perfil bajo, un tipo poco amigo de los medios, algo a lo que le acostumbró Ferguson cuando le prohibió conceder entrevistas hasta que no hubo cumplido los 20.

Desde 2006, sin embargo, Giggs es embajador de buena voluntad de UNICEF. Así, el pasado día 5 cogió los bártulos y se fue a Binkolo, en la Sierra Leona natal de su abuelo, para concienciar al personal del peligro del sida, y de la necesidad de utilizar preservativos (atención a la demostración práctica sobre un palo que aparece en el vídeo). Los niños debieron alucinar cuando les contó que él también era un poquito sierraleonés.

Desde su debut con el primer equipo de los red devils en la 90-91 sustituyendo al lesionado y también mítico Dennis Irwin, Ryan Giggs es una leyenda que acumula títulos colectivos y marcas personales, algunas tan estrambóticos como ser el único jugador que ha marcado al menos un gol por temporada desde la creación de la Premier League en 1992.

Un futbolista de los buenos de verdad, Ryan Giggs. Le vamos a echar de menos cuando se vaya.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Números para volver al Infierno


Por Sole Leyva
Mismo perro con distinto collar. El Atlético de Madrid de Abel nada ha mejorado al de Aguirre. El mismo sistema 4-4-2 ya agotado, la misma falta de ideas en la medular, la misma sensación de que Agüero y Forlán están cada vez más hartos de bajar a por la pelota al medio del campo, la falta de alternativas en el banquillo... y por sí parecía poco, la defensa, ya calamitosa la temporada pasada, fallona, endeble, ha empeorado su efectividad con esa estupidez de adelantarse casi hasta el medio del campo.

Sólo han hecho falta siete jornadas para que el Atlético encaje 17 goles (2,4 goles por partido). Como el equipo siga la media, se superará con creces los 41 goles que encajó el equipo para bajar al Infierno, en la temporada 1999/2000. Muchos en el Calderón ya desean que el equipo caiga en la Champions cuanto antes para centrarse en una Liga que se le ha puesto muy cuesta arriba. En el Calderón alguno ya se ha atrevido a volver a ponerse la camiseta de 'Yo estuve en el Infierno', paradigma de ese alma atlética tan maldita, tan maltrecha, tan acostumbrada a sufrir.

El arranque firmado por este Atlético sólo tiene parangón en el que se hizo en lejanas temporadas como la 42-43 o la 53-54. En aquellas ocasiones, sin embargo, se acabó en la mitad de la tabla. Desde la campaña 1953-54, el conjunto rojiblanco no había recibido tantos goles en las primeras siete jornadas de Liga y sólo en dos de sus 73 temporadas en Primera División, en 1935-36 y 1934-35, había recogido más veces el balón de su portería, 19, a estas alturas del torneo.

Ni el año del descenso los números eran tan malos como son esta temporada. Aquella campaña que condujo al equipo a Segunda División el conjunto sumaba en la jornada diez 14 puntos. Para igualar esas cifras el Atlético debería ganar sus encuentros de las próximas tres jornadas. ¿A quién? Al rocoso Mallorca, al resucitado Athletic y al Madrid de Kaká, Cristiano y compañía. Se antoja casi imposible vencer en los tres choques, sobre todo el del Real Madrid, al que no se bate desde la temporada 97/98 (3-1).

La empresa parece imposible porque a este Atleti ya se le acabaron las ideas. No juega al fútbol ni a nada parecido. La bola llega milagrosamente a los de arriba, que ya no son ni siquiera la sombra de los que fueron, quizás hastiados del mismo ritmo cansino, de las mismas imprecisiones de sus compañeros, de la misma sensación de vacío al acabar los partidos.

Simao, brillante la pasada campaña, ha comenzado irregular, Forlán suma desatino tras desatino, el 'Kun' anda descentrado entre su suegro y un importante bajón físico, Maxi debería haberse vendido este verano tras tres temporadas infames, sin un regate, sin apenas gol, sin apenas pases definitorios. Los cuatro están cansados entre tanta repesca y tanta selección. Ni la sangre nueva de Jurado y Cleber Santana, más participativos que antes de ser cedidos al Mallorca, ni un Reyes renovado, parecen ser suficientes para sacar de las tinieblas al equipo.

Buena parte de culpa la tiene el sistema defensivo. Fichar a Juanito con 33 años fue una locura, sobre todo si quieres que baje a defender como un veinteañero cuando, partido sí, partido también, un simple balón bombeado te hace pasarlas putas vuelta a tu área. Ujfalusi (31), Pablo (28), Pernía (32), Juanito (33), Perea (30) y Antonio López (28) suman una media de edad de 30,3 años. Una burrada, vamos. Y más para andar zascandileando cerca del centro del campo.

Abel dijo ayer que sería "un error" que le echaran. Un error mayor sería mantenerlo. Con Rainieri y Antic, mejores entrandores que el neófito toledano, se fue a Segunda un equipo más compensado que éste y que a estas alturas sumaba mejores números: Carlos Aguilera, Ayala, Bejbl, Rubio, Baraja, Chamot, Pablo García, Capdevila, Correa, Gamarra, Gaspar, Juanma, Pepe Domingo, Marcos Márquez, Gustavo, Hasselbaink, Hugo Leal, José Mari, Kiko, Lardín, López, Luque, Molina, Mena, Njegus, Pilipauskas, Paunovic, Roberto, Santi, Solari, Toni, Toni Giménez, Venturin y Valerón.

Ni eran tan malos aquellos, ni estos tampoco.

martes, 20 de octubre de 2009

The Business no la chupa a Maradona

Por Sebastián Dulbeca
Tras años de impúdico masajeo genital, de testiculina oportunamente licuada y de sobreexcitación casi embólica, al Diego todavía le dura dura. «Que la chupen, que la sigan chupando», dijo la noche del simulacro de partido en Montevideo el hombre que la única vez que necesitó Viagra recurrió al azul Palermo. Nadie ha sido capaz de espetarle a este Príapo con polera que toda Argentina no se ha dedicado a otra cosa que a mamársela desde que decidió vengar al Belgrano con el puño descalzo y la pierna enguantada. Por eso abundan en YouTube las glosas de lengua boba y afán felador.













Por eso también la andanada más cafre contra él viene de Inglaterra.

The Business ve al Pelusa de forma distinta a un apóstol de la antiglobalización o a una paloma blanca de villa miseria
. Nacida como formación en el sur del Londres de finales de los 70, mala imitación de Sex Pistols de orientación futbolera (y racista), difícilmente podría plegarse a los deseos masturbatorios de Maradona, en tanto que dice de él en su canción homónima: "Sea lo que sea que esnifes, siempre quieres más,/ ahora con putas sólo marcas,/ todo proporcionado por la mano de Dios./ Vas camino de la eliminación de la Copa,/ No has debido meterte por la nariz un cubo de farlopa,/ todo proporcionado por la mano de Dios./ Eres mierda...".



Suerte ha tenido el mítico 10 y actual ¿entrenador? -la nariz de Bilardo es alargada- de la albiceleste de que desde 2006 apenas se tiene noticia de quienes igualmente popularizaron en Hardcore Hooligan el tema England 5, Germany 1 (clasificación para el Mundial 2002: histórico putsch británico).



Si se atrevieron con la dichosa mano, a saber qué letras les hubieran inspirado otros apéndices.

viernes, 16 de octubre de 2009

Laporta, mucha flor y poco seny



Por John Wyatt
Este sí que es un tipo con suerte. De todas las guerras en las que se ha metido ha salido airoso, un superviviente, vamos. Da igual que no tomara las mejores decisiones. Al final la suerte siempre ha acudido al rescate.

Firme opositor al nuñismo, fue lo suficientemente oportunista como para integrarse en la candidatura de Elefant Blau en 1998 (y perder contra Núñez), en la de Lluis Bassat en 2000 (cayó contra Gaspart) y de crear su propio grupo electoral para traicionar a Bassat y vencerle en 2003.


Aunque bajo su mandato el Barca ha hecho su mejor fútbol y ha ganado el triplete, Laporta ha llegado a ese camino dando no pocos bandazos, equivocándose mucho y gozando de muy buena fortuna.


Como muestra de su suerte, sólo hay que recordar aquel lance con Bassat. Laporta, que no era el favorito en las encuestas, fue recortando distancias hasta convertirse, los últimos días de campaña en un claro candidato a la victoria. La última semana, además, anunció un acuerdo con el Manchester United por la contratación de David Beckham.


Da igual que ya hubiera fichado por el Real Madrid. Florentino no quiso perjudicarle y calló. Laporta ganó las elecciones y se convirtió en el «presidente del Barca más catalanista de la historia».


La fortuna quiso que, perdido Beckham en favor del Real Madrid, tuviera que conformarse con el segundo plato: Ronaldinho. Sí, es verdad que su estrella se apagó pronto, pero dio dos o tres años de gran fútbol, ganó dos ligas con el Barca, una Champions y demostró ser mucho mejor fichaje que el inglés. Cuestión de suerte.


En su segunda temporada, el equipo deportivo liderado por Laporta completó la renovación de la plantilla futbolística iniciada el año anterior: dio 16 bajas (Andersson, Cocu, Davids, Kluivert, Luís Enrique, Luís García, Mario, Óscar López, Overmars, Quaresma, Reiziger, Ros, Rustu, Santamaría, Saviola, Sergio García) e invirtió 67,5 millones de euros en nueve jugadores (Samuel Eto’o, Deco, Edmílson, Giuly, Belletti, Silvinho, Larsson, Maxi López y Demetrio Albertini).


Le dio igual que la limpia fuera bíblica y la política de fichajes, esquizofrénica. El equipo se proclamó campeón de Liga por el buen hacer de Rijkaard y de su secretario técnico, Rosell, expulsado poco después de una manera lamentable. El año siguiente el equipo ganó la segunda liga consecutiva y la segunda Champions League de la historia de la entidad.


Aunque se adivinaban años de bonanza y ciclo largo, aquel conjunto se desinfló en los michelines de Ronaldinho, en las cremas faciales de Giovani Dosantos, en las declaraciones desafiantes de Samuel Eto’o. El Real Madrid le arrebató dos ligas que parecían azulgranas y creó en can barca una crisis de la que Laporta estuvo a punto de salir igual que entró: por una moción de censura.


Y de nuevo, la suerte: apareció en forma de emblema del barcelonismo y, aunque despertó ciertas dudas, la gente lo acogió como a un profeta. Guardiola llegó del filial como última carta posible ante las masivas pañoladas de la grada, el Laporta vete ya y los asaltos al palco en plan Benito Villamarín.


La apuesta desesperada, todo un órdago, no pudo salirle mejor. No fue su primera opción ni la segunda, pero la suerte de nuevo le sonrió. Llegó el triplete.


No, la etapa de Laporta no ha sido un ejemplo de planificación deportiva, de ideas claras, de sembrar para recoger. Xavi era un futbolista abucheado, Iniesta no jugaba y estrellas fichadas a precios insultantes no triunfaban. Pero él siempre tuvo la suerte de cara. En su peor momento los entrenadores 'pantalla' apantallaron, Xavi resulta que era imprescindible, Iniesta era la joya de la corona y no se encontró con ningún oportunista como él que lo cesara del cargo.


No lo ha hecho todo mal Laporta. Los Boixos no han vuelto a pisar el Camp Nou, algo que ningún presidente ha sido capaz de hacer con su particular mafia radical.


Ahora quiere ser político independentista. Si tiene la misma suerte que en el fútbol, aunque sea un inepto en la gestión, me parece que pronto tendremos que volar a Cataluña con pasaporte.

jueves, 15 de octubre de 2009

Te 'ganate' el 'sielo' Bolatti

Por Sole Leyva
Minuto 68 del Uruguay-Argentina. Maradona no para de gritar, de hablar con el árbitro, de gesticular. Cada gesto suyo, histriónico, al límite, tal vez sobreactuado, será portada mañana en los periódicos de Argentina. El partido es el antifutbol. Ni una jugada de más de cinco pases. Ni una idea clara de a qué se juega. Al pelotazo. Más pasión que toque. Más nervios que confianza.

"Esto no es fútbol , es una final. Aquí no vale más nada que la garra". Lalo es argentino. Apura su gintonic en copa de balón, cómo no. No se altera. Los nervios, sin embargo, ya le comen las venas. Lalo está viendo el partido en un bar irlandés de San Sebastián de los Reyes, a escasos diez metros de donde su chef, Alfredo, prepara las mejores -y de las más caras- carnes argentinas del norte de Madrid.

"Tiene que salir Palermo", espeta Alfredo. "No sas pelotudo. No me hinchés más las pelotas con Palermo", le responde al instante Lalo, que no para de hablar de la "maravilla" de la selección española, del fiasco de Maradona -"como jugador era el mejor, como entrenador y persona no", del "horrible" partido que está viendo. "Yo si fuera este señor, ya estaría en el quinto sueño", dice señalándome.

Los fassos caen uno tras otro. El gol del chileno Suazo no les tranquiliza. No quieren repesca. No con este equipo. Con este sistema. "Se ha criticado mucho a Messi, pero es que no le pueden pedir que cargue con el equipo, ¿que hacen los otros diez?", se pregunta Lalo, que maldice cuando puede a la Brujita Verón, pero acaba alabando su fútbol sin complicaciones, al primer toque. "Si es que Verón está siendo el mejor", espeta incrédulo.

Cada vez que Messi la coge, dan un respingo. Pero nada. "¿Pero vite? Si es que le rodean sinco". Forlán se arranca con una eslalom que muere al borde del área. "¿Quién es ése que parese Maradona?", se pregunta Lalo. "Con este equipo no podemos jugar así", dice, crítico. "Si es que diez de los jugadores están jugando en Europa", exclama. Mascherano, sin venir a cuento, despeja un balón a córner casi desde el medio del campo. "Si hace eso con el Liverpool, Benítez le llama y le dice tres cosas".

El empate parece valer a Lalo y Alfredo, pero quieren más seguridad. Un gol. Higuaín se va. "Que salga Palermo", grita Alfredo, creyente en los milagros, fiel reflejo de la Argentina de la gesta, de la heróica. Pero milagro no hay más que uno. Y ya ocurrió hace cuatro días. Bolatti salta a la cancha. "¿Pero quién es Bolatti?", suelta Alfredo, inquieto. "Está bien, hay que aguantarla", calma Lalo a su amigo. El camarero del local, poco enterado de que hay en juego, pregunta si hay penaltys. La callada por respuesta. Los argentinos no están para pelotudeces. No hoy.

"Si esto es rugby", exclama Lalo al ver como Cáceres hace un tackle con la mano a un albiceleste. Verón saca la falta. Tras un barullo, Bolatti, pero quién es Bolatti, la engancha al palo. "¡Gooooooooooooooooooooooool!". Los dos se levantan de las sillas. No hay abrazos. Sólo un grito seco, una palabra ansiada. "Te ganate el sielo loco. Que bien la tocaste Bolatti". Lalo pide otra copa. "Nos tomamos tres, mírate a las que nos invitás", le dice ufano al camarero.

Chile sigue ganando. Está hecho. Argentina va al Mundial. Uruguay apura sus últimas balas. No ofrece nada. Balones aéreos cuando la única tabla de salvación es que Forlán la engatille al borde del área. Final. En la pantalla se ve como Maradona se abraza a Menotti. Llora. Reparte besos. Los jugadores hacen corrillo y saltan. Lalo y Alfredo están callados mirando fijamente la pantalla. "Ya está". Ahí les dejo, en silencio, con su mente imaginándose las calles llenas de su Puerto Madero natal.


miércoles, 14 de octubre de 2009

Global, multicultural y buenrrollista

Por Halftown
Los últimos partidos de la fase de grupos clasificatoria para el Mundial de Sudáfrica se juegan este miércoles en todo el planeta. Poca emoción en Europa, con un Francia-Austria sin nada en juego en el que los franceses estarán pensando en el sorteo del lunes que decidirá su rival en las eliminatorias más que en devolver el 3-1 de Viena. Ojo, por cierto, que como a los bleus les toque la Bosnia de Misimovic y Dzeko, pueden acabar viendo el Mundial por Canal+.

En Sudamérica tenemos el duelo al sol de Forlán y la banda de Maradó. Ojo con menospreciar a los argentinos, que en la fase de clasificación de 1985 pasaron las de Caín para meterse, y ya sabemos cómo acabó aquella Copa del Mundo.

En Asia, más allá de la sorprendente clasificación de Corea del Norte, poco que contar. La única emoción pendiente es el partido de vuelta del apasionante duelo Bahrein-Nueva Zelanda (0-0 en la ida), del que saldrá el mirlo blanco para Sudáfrica.

Pero sin duda, la región más fascinante este miércoles será la CONCACAF, ese batiburrillo de naciones centro-norte americanas cortesía de la FIFA, gracias a la cual México y Estados Unidos tienen sistemáticamente garantizada su presencia en el Mundial cada cuatro años.

Para la tercera plaza -de un grupo de seis- que da billete directo a Sudáfrica, el tema está entre Costa Rica y Honduras. Los ticos (Costa Rica), tienen 15 puntos y juegan en Estados Unidos, que no se juegan más que unas vacaciones pagadas por Honduras. Los catrachos (la misma Honduras) tienen 13 puntos y tienen que ganar en El Salvador, un equipo en el que Mágico González sería titular a sus 50 años. Ahí es nada.

Resumen y conclusión: parece probable que Costa Rica, un país cuya máxima estrella ha sido Paulo César Wanchope y que perdió los tres partidos que disputó en Alemania 2006, se cuele otra vez entre las mejores selecciones del mundo. Y ojo Honduras, porque el cuarto clasificado de la CONCACAF juega contra el quinto de la CONMEBOL (Argentina, Uruguay o Ecuador), y a doble partido no se descarta la campanada.

Ni el campeón tiene sitio asegurado

Históricamente, el Mundial de fútbol contaba con un puñado de selecciones europeas, 4 sudamericanos, 2 africanos, 2 asiáticos, 2 entre América Central y del Norte y el vigente campeón. En Francia 98, el número de países asiáticos y africanos creció exponencialmente, hasta la actual configuración que incluye cinco plazas africanas, cuatro asiáticas (que serán cinco si Bahrein bate a Nueva Zelanda), dos centro/norte americanas y cinco sudamericanas (siempre que los ticos y catrachos no se empeñen en reventar las quinielas). Curiosamente Europa ha perdido dos plazas respecto a la edición de 2002. Y ni siquiera el actual campeón tiene el pase garantizado a priori.

Así que adelante coreanos del norte o kiwis, y dejamos en casa a checos, daneses, suecos o portugueses.

Supongo que estará contento el amigo Blatter, felicitándose por lo global, multicultural y buenrrollista que les está quedando la cosa. Lástima que ni China –despedida por Qatar- ni la India –machacada por Líbano- le den una patada a un bote, porque si no la cosa sería de éxtasis, marketinianamente hablando. Faltaría más.

Bielsa, 25.000 vídeos para volverse loco

Por Nick Panzeri
Cruyff se descolgaba recientemente invitando a Guardiola a mitigar su obsesión por los pequeños detalles futbolísticos. "Con el tiempo, si no lo deja, acabará enfermo", aseguraba en Esquire. Marcelo Bielsa lleva obsesionado con todos los detalles desde que a los 25 años decidió dejar el fútbol, en su plenitud, para ser entrenador.

Desde entonces, su organismo no ha dejado un sólo día de alimentarse de paredes y ajustes defensivos; de diagonales y desdoblamientos laterales; de aclarados a los extremos (su debilidad) y ayudas colectivas.

El pasado verano, el Loco Bielsa desveló las principales conclusiones de todo su obsesivo trabajo como entrenador. El técnico argentino reconoció haber estudiado en televisión durante su carrera como entrenador un total de... ¡¡¡25.000 partidos!!! Sólo pensarlo da miedo:
4 años, 3 meses, 9 días y 12 horas ininterrumpidas de grabaciones.

El estudio sesudo de cada fotograma le ha llevado a la conclusión de que sólo hay 28 formas de colocar un equipo en el campo, que cada conjunto tiene 11 formas de llegar al gol y que existen 17 rutinas defensivas.

De los 28 planteamientos, Bielsa se decantó hace años por un 3-3-1-3 que entiende que es el que mejor ocupa el campo y más facilita las continuas asociaciones de sus jugadores, que es la fórmula más repetida por sus equipos de esas 11 opciones que plantea su estudio y que tienen que ver con ataque directo o asociado, con los tiros libres, con maniobras individuales o con un pivote que participe de una acción con sus compañeros.

Capaz de resolver cualquier dilema táctico con la facilidad que Einstein resolvía una ecuación de primer grado, su locura se ha contagiado a todo Chile, que volverá a estar en un Mundial en 2010 en Sudáfrica. Sus frases se recopilan en blogs, los pabellones se llenan para escuchar sus ponencias con la clase polítia en primera fila y se le dedican canciones. Mientras, toda esa Argentina que se mofó de su locura durante su etapa de seleccionador por dos resultados torcidos añora su loca cordura porque ya no cree en D10s. El fútbol siempre fue una religión politeista.

martes, 13 de octubre de 2009

Fabricar De Geas por 200.000 'pelas'

Por Lola Dirceu
Todo los periódicos hablan de la irrupción De Gea. Todos llaman a Diego el Ruso -rubicundo ex portero del Atleti y entrenador de guardametas de las divisiones larva- para recabar detalles sobre el fecundo vivero rojiblanco en cuestiones de arqueros. Todos le ponen la alcachofa a Bastón (que ejercita a Asenjo y a los porteros del primer equipo y cuyo hijo Borja apunta alto, pero de delantero) para detallar la eclosión porteril a orillas del Cerro del Espino. Casi nadie se acuerda de un hombre honesto, cabal y trabajador, que tiene gran culpa de este big bang de guantes imberbes.

Gracias a su buen hacer, su paciencia y magisterio, un puñado de críos -desgarbados y ametrallados por el acné- han sido internacionales en sus categorías y hoy día se puedan ganar cojonudamente la vida en esto tan cainita llamado fúbtol.

Se llama Ángel Jesús Mejías Rodríguez. Nació en Tembleque, Toledo, hace ya bastante. Pasó por el Osiris, el Diter Zafra y por algún equipo del subsuelo antes de recalar en el Atlético Madrileño cuando amanecían los 80. Con premura, dio el salto al Atleti, cuyo arco estaba siendo guardado por despropósitos como Aguinaga, Ubaldo Matildo Fillol (experto en cristos en el uno contra uno), Belza o Pereira, aquel geyperman venido del Valencia que ganó la Recopa parando penalties.

Gracias al proverbial malditismo en la portería rojiblanca, el bueno de Meji, el Mejillón, se hizo con el número 1 de aquella camiseta Puma de algodón (antes Meyba). A su lado, Tomás Reñones, Balbino, Ruiz, Juanjo, Arteche, Clemente Villaverde, Landáburu, Quique Ramos, Marina, Votava, Muñeco Pedraza, Juan José Rubio (otro día dedicaremos un post al Pollo Rubio, que regenta un bar en Usera), un menda llamado Hugo Sánchez...

El Meji tuvo sus momentos de gloria y también cantadas de las que luego lloras en el vestuario. Jugó intermitentemente (13 temporadas, 109 partidos de Liga), pero ganó dos Copas del Rey y una Supercopa de España, trofeos que quizá jamás ganen ni Kun ni Forlán.

Tentáculos Mejías
Hasta Héctor del Mar, el hombre del gol, se rindió a sus paradones para bautizarle Ángel Jesús Tentáculos Mejías. “Además, Angel es una bellísima persona, que le pregunten a Luis Aragonés y a otros muchos entrenadores, como el malogrado García Traid. Cuando estaba en activo me recordaba mucho a Miguel Ángel, el gato del Real Madrid.Tenía unos reflejos increibles. Dominaba el cuerpo y las distancias, y en los tiros a bocajarro era muy bueno”, evoca. Si tiran de hemeroteca Marca, Meji estuvo a punto de firmar por el Barcelona en un tiempo en que Urruti y Artola habían dejado huérfano el arco culé.

Pero aquello jamás cuajó. Pasaron los años y Mejías permaneció como tercer portero durante los primeros años del gilismo hasta su retirada en el Rayo Majadahonda (1994). Posteriormente, se sacó el carnet de entrenador y ahora se gana la vida entrenando a los cancerberos del Atleti B, de los juveniles, de los de 3ª... Se ha hartado de afilar los músculos y las estiradas de Falcón (hoy en el Celta), Pichu Cuéllar (Sporting), Bernabé (en el Salamanca), Juanma, Galán, Basilio, el prometedor Joel, el mencionadísimo De Gea... Y todo por apenas 1.200 euros al mes.

Para más inri, en este Atleti de susos, gilmarines y cerezos-cenizos, Mejías se sitúa en incomodísima bisagra: Abel, rival en los palos en los 80, está de primer entrenador; Bastón, un tipo que jamás jugó en el primer equipo por mucho que los periódicos se empeñen en hablar del ex portero rojiblanco, (lo máximo, el Madrileño y sus mejores tardes en el Burgos), entrena a los arqueros del primer equipo, y Diego, alto y rubio como la cerveza, quizá más fotogénico, se lleva los laureles como hacedor de cancerberos... cuando lleva cuatro días en el Atleti en comparación con la trayectoria de Angel Mejías. Por favor, señores periodistas. Cuando tracen el recorrido histórico de la meta rojiblanca, cuando analicen qué se cuece en las escalas inferiores del Atleti llamen al de Tembleque y entérense de quién se lo curra, en silencio, por 200.000 míseras pesetas...

jueves, 8 de octubre de 2009

Nostalgia FC


Por Halftown

[El fútbol indoor está creciendo en España a base de morriña de los 90 y un poquito de realidad paralela a lo Regreso al futuro: Iván y Alfonso Pérez triunfando por fin en el Madrid, Juan Sánchez Pichichi en Valencia, Bonano levantando un título para el Barça… Y, a todo esto, Arsenio a los mandos del Superdépor. No me digan que no pinta bien la cosa.]

Primero fue Hollywood. Ante la sequía creativa de los guionistas, que les había empujado a crear cosas tan espantosas como aquel Kazaam protagonizado por el mismísimo Shaquille O’Neal, decidieron cambiar el envoltorio a los guiones antiguos, y empezar a vendernos remakes como churros: Psicosis, La Pantera Rosa o El Planeta de los Simios son algunos de los ejemplos. Se trataba de darle una mano de pintura a unas cuantas historias antiguas, y vendérselas a una nueva generación de espectadores. Luego la cosa se complicaría, y llegarían las precuelas, los spin off, los reboots

A alguien se le ocurrió que lo mismo se podría hacer con el fútbol, y en 2008 se creó la Liga de Fútbol Indoor compuesta por ex jugadores de Primera.

Obviamente, el paralelismo entre producciones cinematográficas y jugadores de fútbol hay que hacerlo con cuidado: si, por ejemplo, un adolescente de 2009 no pudo ver al Superdépor de los 90, de poco sirve que vaya a ver a los chicos de Arsenio hoy.


Sin embargo, el fútbol indoor es un sobrino del fútbol que está creciendo rápido en España. Y es que la fórmula se basa en el factor nostalgia de la generación X. Históricamente, una vez que un futbolista se retiraba, pasaba de ser una estrella sobre el césped a ser un ciudadano anónimo en la calle. Gracias a la liga de fútbol indoor, uno puede seguir estirando el chicle y disfrutar un poco más de sus ídolos de infancia. Cómo molaría hacer un remake de episodios clásicos como los tacos de Simeone en la pierna de Guerrero, el penalty de Djukic o un Tenerife-Madrid en la última jornada.

Carrerilla

A nivel internacional, el tema empieza a tomar carrerilla: casi coincidiendo con el Mundial de Alemania, en 2006 se montó la primera Copa del Mundo de fútbol indoor. El resultado fue como en el fútbol de toda la vida: ganó la Brasil de Aldair, Ricardo Rocha, Zetti o Cesar Sampaio. Los otros participantes fueron la Argentina de Caniggia y Maradona o la Holanda de Witschge y Aaron Winter. Una España con gente como Buyo, Donato, Milla o Busquets padre, aprovechó el factor campo para hacerse con el subcampeonato.



En el verano de 2008, adelantando por poco a los once del tiki-taka, la España de indoor, con Fran –al que se le ve el cartón- y Julen Guerrero –cuyas adolescentes fans deben ser ahora madres- a la cabeza, se llevó la Eurocopa contra Rusia, para cabreo mayúsculo del cretino de Valery Karpin.

La liga indoor, patrocinada por la yesera Placo, se prepara para su tercera temporada con varios retos por delante. El primero de todos, conseguir ampliar el número de equipos de nueve a por lo menos dieciséis. Es cierto que están los equipos grandes, pero faltan clásicos de la pasada década como el Tenerife al que Josep Lluís Núñez le impuso la insignia de oro y brillantes, el Zaragoza de la Recopa o, qué demonios, el Compos de Caneda.


El segundo desafío es conseguir atraer a más estrellas; el MVP de la temporada pasada fue Amavisca, Busquets fue el segundo portero menos goleado y el pichichi recayó en Juan Sánchez… con Ramis e Iván Pérez en el top ten de goleadores. ¿Dónde están los Romario, Caminero o Finidi? O, puestos a hacerlo verdaderamente friki, ¿por qué no fichar a Prosinecki, Karembeu o Roberto Ríos?


El tercer y último punto es expandir la base de patrocinadores: a día de hoy, pocos y semi desconocidos. El fútbol indoor puede ser un soporte fantástico para todas esas marcas cuyo público objetivo son los hombres entre 35 y 50 años, desde champús anticaída hasta remedios para la obesidad, pasando por vitaminas, viajes o coches familiares. El potencial de desarrollo es enorme.

Como nos cuenta el mismísimo Julen en su diario, el 15 de enero de 2010 vuelve a rodar el balón bajo techo, y, tal y como en el fútbol real, todos intentarán quitarle el trono al Barça. Aunque este FCB, con Bonano, Sergi o Cuéllar de titulares, parece cualquier cosa menos imbatible.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Pellegrini, aburrido hasta en la mesa

Por Nick Panzeri

Al aburrido ingeniero le falta imaginación hasta para pedir de comer. Cuenta Víctor de la Serna/Fernando Point/Vicente Salaner que durante sus cinco años en Vila-Real, apenas conoció un restaurante. Una pizzería, concretamente: Lucciola.

Según cuenta el propietario del local a FNF, Pellegrini no era muy original tampoco a la hora de sentarse a la mesa. Sólo pidió la carta el primer día que pisó Lucciola para elegir unos clásicos y sencillos gnocchi con salsa de tomate.

Desde entonces, casi todos los días, durante las cinco temporadas que pasó allí, el técnico chileno acudía al restaurante a comer sus gnocchi. Además, los días que el Villarreal jugaba en casa, tampoco faltaba a su cita en Lucciola por la noche a la hora de cenar, donde tenía mesa fija reservada.

"Hay gente a la que le gusta un plato y no cambia", dicen en Lucciola, antes de confesar que una vez al mes sí se tomaba la licencia de cambiar de menú para aventurarse con una... pizza margherita, toda una osadía para un hombre de costumbres como él.

viernes, 2 de octubre de 2009

El once 'gore' del Sevilla

Por Lola Dirceu
Kanouté, Luis Fabiano, Adriano, Konko, Palop… Todos grandes aciertos de secretaría técnica, sin contar al carísimo Negredo, que este domingo intentará continuar con esa maldición de los jugadores que se la lían a sus ex equipos. No muchos años antes de que este grandioso Sevilla (gobernado por ese menda que le facturaba los maletines a Julián Muñoz) consiguiera dos Uefas, una Supercopa de Europa, otra de España y una Copa del Rey, y que ahora trata de romper esta Liga bipolar y bipartidista, los de Nervión eran el hazmerreír en cuanto a política de fichajes se refiere, por mucho que a Monchi ahora se le venere como a la Macarena.

Para más inri, el Sevilla regurgitaba y se zampaba algunos mayúsculos paquetes venidos del Manzanares en plan Holocausto Caníbal (recuerden a Moacir). Así que, después de las contrataciones estelares y carísimas (así ficha hasta mi vieja) de Kaká y Cristiano Ronaldo, hagamos un once digamos, más gore, con más vísceras por el césped, con unos secundarios que ni siquiera saldrían en Ja me maten, la peli del rubio de Cruz y Raya. Tendrían que estar todos en el mosaico que adorna el Pizjuán por las risas que han provocado.

Ahí van los zombis de Híspalis que un día vistieron la camiseta del Sevilla (muchas gracias a mi colega Manuel Hernández Molina, nervionense de pro, por su inestimable memoria en esta alineación del horror);

En la porteria Dassaev, que llegó después del obús que le coló Van Basten en la Eurocopa del 88. Debió de venir su primo, porque tenía hasta chepa y cantó por soleares. Como reservas, Rabdaja y Frode Olsen (no el de la naviera canaria, no). Para el lateral derecho me quedo con Josimar, otro menda que marcó un golazo con Brasil en el mundial del gol fantasma de Michel. Llegó a la ciudad, se bebió el Guadalquivir y santas pascuas. Para el núcleo duro de la defensa Zigor Aranalde, tan rocoso y con menos cintura que una columna maestra del Pizjuán; en la banda izquierda Pedrito, reciclado del Atleti después de meter algún de falta en el Logronés y con la cabeza más gacha que Capel; también podría estar en la zaga Cortijo, horneado en la generación carnavalera kikoquevedesca del Cádiz, pero con mucha menos gracias que sus paisanos.

Llevando la manija en la zona de creación, Marinakis. Aún no sabemos si vino a hacer el puente a un Ford Taurus aparcado en la calle Torneo o le contrataron de palmero de la Farruca. Flanqueando a este kinki del Pireo situamos a Oulida, otro de los muchos tangues que endosan los agentes con la cantinela de “la nueva joya de la cantera del Ajax”. No hay mayor excentricidad que un escocés por sevillanas; pues hay tenemos a McMinn, que allá por los 80 desembarcó con Nervión con sus cajas de whisky y su apodo en contracción inevitable: Manolín. Para la banda derecha, de estilete, Zoran Njegus, un pibe que dijo que tenía ofertas de la Juventus y el Milan, pero que prefirió el Atleti: ¡¡¡Enga ya!!! Para fallar goles imposibles –o ni siquiera tener ocasión, porque los paquetes que tenían que crear, ya me contarás- el griego Machlas, el bosnio Molnar, Rokki y para abrir burdeles a cabezazos, el bueno de Rambo Petkovic. Da la casualidad de que luego en la Liga brasileña se hinchó a mojar. Creo que por allí anda, de portero de discoteca y de monitor de tiempo libre del hijo de Tita Cervera. El mismito cuerpo tienen….

La semana que viene, la del Betis. Chirola Romero, Fantaguzzi, Roberto Ríos, Rubén Bilbao