miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Montreal? No, gracias.

Por snedecor
Dicen los estudios que Montreal es una de las ciudades con mejor calidad de vida de toda Norteamérica. Un lugar próspero, grande pero tranquilo, con el encanto de la Europa más añeja, situado en un entorno natural privilegiado y con una variada e infinita oferta cultural para deleite de habitantes y turistas. Vale, en Montreal se habla mayoritariamente francés, pero nadie es perfecto. En todo caso, se trata de un lugar aparentemente ideal para vivir si encima trabajas en lo que se supone que te gusta. Y suponiendo que lo que te gusta es el deporte, miel sobre hojuelas, ¿no?

Pues no. O al menos, no todos piensan igual. Verano tras verano y traspaso tras traspaso, Enrique Cerezo no se cansa de repetir que los futbolistas juegan donde quieren jugar, pero eso en la MLS no se aplica. La semana pasada, justo después de que Los Angeles Galaxy amortizaran por fin con un título su enorme inversión en Beckham, Robbie Keane y compañía, Montreal Impact comenzó a formar su plantilla en el Expansion Draft. Como ocurre cada vez que un nuevo equipo entra en la liga, cada franquicia publicó un listado con once jugadores protegidos, y Montreal escogió a su gusto a diez futbolistas de entre todos los demás (eso sí, debían ser de 10 equipos distintos). Ni siquiera tenía que negociar, sólo seleccionarlos y respetar sus contratos actuales. Tú, tú, tú y tú, haced las maletas que os venís a Montreal, ese lugar donde se vive tan bien. Así de fácil, como quien cambia cromos en la plaza del pueblo.

Lo bueno que tienen los cromos es que, por lo general, no se quejan al cambiar de manos. Y hasta ahora los futbolistas de la MLS tampoco lo hacían, pero parece que los técnicos del Impact han ido a dar con los más sensibles. Ya antes de que se hicieran públicos los nombres de los 10 elegidos, uno de los que más sonaba, el delantero internacional por EE.UU. Brian Ching, dejó caer en una entrevista que a sus 33 años no estaba por la labor de irse a jugar a Quebec. Tras una brillante carrera en la liga y con un jugoso contrato de 375.000 dólares anuales, prefería jubilarse antes que verse obligado a jugar para otro equipo. Por muy bien que se viva en Montreal.

Ching llevaba ocho temporadas en el mismo equipo y el único movimiento que había experimentado era el que llevó a toda la franquicia desde San Jose a Houston en 2006. Tras largos años de espera, Houston Dynamo inaugurará por fin su propio estadio a mediados de 2012, y el ariete hawaiano dijo que si Montreal le escogía y no podía vivir ese histórico momento sobre el campo, se retiraría para poder estar como miembro del staff técnico de la franquicia texana. Pero en Canadá creyeron que Brian Ching iba de farol y no dudaron en seleccionarlo. Una semana después, aún no se sabe si el jugador acabará cumpliendo su amenaza, y la historia sigue coleando.

Sin embargo, los directivos del Impact debieron ver que otro de sus fichajes, el lateral zurdo Seth Sinovic, iba más en serio, porque no han tardado ni cinco días en mandarlo de vuelta a Kansas. Su caso es diferente: fue cortado por New England Revolution a comienzos de 2011 y tuvo la suerte de ser repescado a mitad de temporada por Sporting Kansas City, el equipo de su ciudad, en el que por fin jugó y se destacó como uno de los mejores laterales jóvenes de la liga.

Llegado el Expansion Draft, Kansas prefirió asegurarse la permanencia de otros jugadores, dejó a Sinovic en el taco de los cromos repetidos y Montreal decidió llevárselo. Pero a sus 24 años, los 32.000 dólares que cobra anualmente no le compensaban, según él, un traslado tan lejos de su familia y amigos. Antes jubilarse que jugar por cuatro duros fuera de su entorno. Por muy bien que se viva en Montreal.

Así que ante la segunda amenaza de retirada de uno de sus nuevos fichajes, el General Manager del Impact no tardó en negociar un intercambio (de cromos) con Sporting Kansas: les ha devuelto al atribulado Sinovic a cambio de llevarse al centrocampista Davy Arnaud y palmar algo de pasta. Sí, el nombre del nuevo no engaña. Esta vez en Montreal han preferido ir a por alguien con raíces francófonas. Por si acaso.

1 comentario:

  1. pues te confieso que me interesa ir a Montreal después de leer tu artículo pero por otros motivos que no son exclusivamente futbolísticos, aunque la parte de francés si sería un gran obstáculo para mi

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