Por Sebastián Dulbeca
Tres veces, tres, negó la pasada temporada San Pep su imagen de maniquí inarrugable. Y con las mismas palabras que regaló fuera de la sala de prensa (las celebraciones en el Camp Nou no cuentan): cero.
1) Al inicio de Liga respondió con mirada láser a un Eto'o en trance de gol. Hubo (re)indulto y abrazo on the rocks cuando en el Nou Camp amenazaba infarto. Luego pasó lo que pasó y arrivederci, Samu.
3) Casi al final del campeonato puso mueca de interruptus tras el tanto del único Llorente delantero centro -vasco por dentro y amarillo por fuera- con el que aún no ha quinieleado -y debería- Del Bosque.
2) Justo entre un momento y otro, el 1 de octubre de 2008, comenzaba sin saberlo él siquiera la carrera a lo Cacho con la que luego explotaría en semifinales de Champions con el gol de Iniesta. Aquel pistoletazo de salida responde por Mircea Lucescu (Bucarest, 1945) y aguarda a Guardiola para disputarle mañana la Supercopa de Europa.
A falta de saloon, nada mejor que Mónaco, donde ya celebró el acierto de Jardel frente al Real Madrid (2000), para dirimir un pique timbrado en los vestuarios del Olympiyskiy Stadium. Escaseaba el glamour allí aquella noche, pese a la visita ilustre. Barcelona y Shakthar Donetsk (Samba Donetsk, en feliz subrayado del jogo bonito por parte de La Sexta) colisionaban por entonces en el grupo C de la máxima competición continental. Con fuerza pareja: 1-0 en el minuto 87; ¡1-2 en el 95!, previa epifanía en manga corta de Messi.
Al técnico rumano del equipo local (es un decir: hay croatas, checos, polacos, brasileños... y ucranianos como Chygrynskiy El Deseado), un hombre que como jugador alcanzó la misma gloria que un callista, se le descompuso el cuerpo tan rápido como se le multiplicó el verbo: italiano, español y hasta el dialecto de Ozores ("......... fair play ........ darla para atrás") para vocear que la remontada era ilegal. Que el resultado se explicaba por la falta de deportividad (en referencia a una acción en la que había un jugador suyo supuestamente lesionado). Que vencer así no era "digno" de un conjunto como el blaugrana.
Pep micrófono delante. Pep centro de la diana. Pep caída de párpados. Y adiós.
La cara de Pepe mete el micro ahí Gutiérrez y el nombre de Lucescu no volvieron a resultar familiares hasta el partido de vuelta. Entonces el ex del banquillo de Pisa, Brescia (casualidades de la vida: la squadra en la que se jubiló Guardiola), Reggiana, Inter y Galatasaray decidió cobrarse lo que creía suyo: 2-3.
Fue la única derrota del Barça en la presente edición de la Copa de Europa (¡jugó hasta Cáceres!) y el pasaporte para una Copa de la UEFA que, en Estambul, en el tiempo extra y en su última convocatoria con tal nombre, levantó delante del Werder Bremen con toda justicia.
Lucescu y Guardiola. Una buena oportunidad para sacar el dichoso seny...
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jueves, 27 de agosto de 2009
El anti Guardiola ya espera
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Eso si no lo evita Fergie. Creo que se está dando como favorito al Barça y yo creo que es justamente al revés, pero bueno. En caso de producirse no creo que el Barça tuviera muchos problemas. El Shakhtar tiene brasileños más Srna y Rat y eso se nota pero no tiene un equipazo. El Shakhtar gana a base de chispazos. Es justo ganador de una competición donde equipos mejores como el Valencia, el Sevilla y el Milán no han querido ganarla.
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