Por Sebastián Dulbeca
Prueba de agudeza visual: si el escudo está en su sitio -a la altura del corazón, dispuesto para ser besuqueado- compitiendo en tamaño con la pirámide de Adidas, flanqueados por la bandera-pin de España que tanto gusta en Europa a Del Nido y por el muy de la Iniciativa Dharma sello de homenaje del Bernabéu, ¿que falta en la camiseta grisoscurocasinegro con la que Cristiano, Kaka & Cía. se acaban de desvirgar en Champions? Cierto: la publicidad, pequeño detalle.
Resulta que en Zurich, en el partido más esperado de la recién iniciada campaña europea, la puesta de largo del futbolín deluxe de Floren en su camino hacia la Finalísima en su propio estadio, el patrocinador oficial del club ha sido sorprendentemente eliminado de la pechera con la misma pericia que hubiera demostrado Stalin con el Photoshop. Un asunto que desde el propio club se despachaba con cierta resignación antes del encuentro: "Las autoridades suizas sólo permiten exhibir publicidad de apuestas cuando las realizan determinadas empresas públicas. En consecuencia y dado que Suiza no está sujeto al marco jurídico de la Unión Europea, el Real Madrid y bwin, han optado por no mostrar la marca bwin.com en las camisetas de juego durante el partido de esta noche".
Suiza, el país que ha hecho fortuna con la evasión de capitales y el paraíso en el que tiene su sede la propia UEFA, en contra de las timbas y el ruleteo on line. Curiosa lección de ética.
No queda ahí el drama para bwin: el Milan (Grupo C, como el Real), al que también esponsoriza, pasará por el zuriqués Letzigrund el 12 de diciembre... con sus magliette rojinegras convenientemente retocadas. O lo que es lo mismo: bwin será invisible -no aparecerá, pero se supone que pagará- en dos de los seis partidos de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Un negocio tan redondo como un balón pinchado.
En semejantes circunstancias, cabría preguntarse qué sería de la secular neutralidad suiza en caso de recibir como local al vecino Casino Salzburgo, clásico de la máxima competición continental de fútbol por equipos.
Incluso se podría especular acerca de lo que supone para un jugador musulmán lucir la herética publicidad de una casa de juego. Ya el sevillista Kanouté dio alguna pista al respecto al disputar 45 minutos de la Supercopa de Europa de 2006 con un cinta adhesiva en mitad de su zamarra.
Pero en ciertas ocasiones, mejor no apostar.
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miércoles, 16 de septiembre de 2009
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Mientras no se convierta en rutinario, a Bwin al final le esta saliendo bien: se habla mas de por que no salio el Madrid con publicidad que al reves.
ResponderEliminarAun sigue en fase de ascenso la grafica, asi que, por lo tanto, nada de ruinoso. Al contrario, productivo.
El madrid jugara mil partidos con la publicidad puesta por un partido que no la lleve no creo que los de Bwin se tiren de los pelos, sabiendo las leyes de ese pais.
ResponderEliminarAsi que no es para tanto. Además todo lo que se venda lo llevará y a veces no hay mejor publicidad que la que hacen los compradores de camisetas