jueves, 20 de enero de 2011

Revilla: coge los petrodólares y corre

Por Schwepps & Halftown
Hyderabad es una de las mayores ciudades indias, conocida con el sobrenombre de La Ciudad de las Perlas. A algo más de 11.000 kilómetros de allí se encuentra Santander. Desde hace pocos días las dos ciudades tienen un nombre en común: Ahsan Ali Syed.

Ali es un ciudadano indio de 36 años, fundador de una empresa llamada Western Gulf Advisory Asset and Wealth Management (WGA) con sedes en Bahrein y Suiza y bienes valorados por encima de los 1.000 millones de dólares. Esto no sería noticia si no fuese porque WGA fue creada el 11 de febrero de 2008 con tan sólo 53.000 dólares, el mínimo legal para crear una empresa en Bahrein, y en su reporte anual de 2009 contaba sólo con 11 empleados.

Gracias a internet, uno tiene acceso a cosas que antes jamás habría sabido. Por ejemplo, que el director financiero de WGA, un tal Omer K., acabó la carrera en 2004, y en 2008 ya era el máximo responsable financiero de la empresa de Ali. O que Julia Thiem, la directora de Relaciones Públicas de la empresa -una profesión en la que tu valía es tan grande como tu agenda de contactos- sólo tenga 7 amigos en LinkedIn.

El multimillonario que vivía de alquiler

Hasta el pasado verano, Syed era un empresario de perfil bajo, procedente de una rica familia de prestamistas indios. Su nombre saltó a las portadas inglesas cuando en agosto intentó hacerse con el Blackburn Rovers en propiedad. Organizó una campaña en todos los medios de comunicación habidos y por haber, incluida una entrevista en directo por Sky Sports en la que anunciaba una inversión inmediata de entre 80 y 100 millones de libras, e incluso se habló de llevar a Beckham a jugar en Ewood Park. “He trabajado suficiente y me merezco un premio”, dejó caer en The Times cuando le preguntaron por los motivos de su inversión futbolera. Ni siquiera pestañeó al afirmar que llevaba diez años siendo un fanático de los Rovers. Lo que dicho sea de paso es una lástima, porque se perdió aquel equipo liderado por Alan Shearer que se llevó la Premier a mediados de los 90.



Después de dos meses de tira y afloja, Ahsan Ali Syed no consiguió ganarse la confianza de los ingleses, que acabaron vendiendo el club a otro grupo inversor indio.

La prensa inglesa, que en investigación sigue varios pasos por delante del resto, no tardó en tirar del hilo de Ali: mientras el Telegraph anunciaba que WGA estaba siendo investigada por el gobierno de Bahrein por lo sospechoso de su exponencial crecimiento en apenas dos años, la BBC descubría que el propio Ahsan Ali Syed había vivido en el Reino Unido entre 2001 y 2005, dejando 7.800 libras de alquiler de un piso impagadas. Independientemente de que la cantidad es miserable para un tipo que debe tener una piscina de monedas oro como la del Tío Gilito, lo que llama la atención es que un multimillonario viva de alquiler.
Ali dejó otros pufos tras de sí, como 932,25 libras de impuestos impagados o 61.500 libras de un juicio contra él, nadie sabe muy bien con qué cargos.

En un nuevo alarde, la BBC se puso en contacto con personas del mundo empresarial de Bahrein, e incluso con un reportero indio de la zona en la que nació Ali. La conclusión: al supuesto millonario indio no lo conocen ni en su casa a la hora de comer.

Como la Premier le dio con la puerta en las narices Ali decidió ir a lo seguro, y firmó un acuerdo de patrocinio con la selección de Bahrein, que a punto estuvo de colarse en el pasado Mundial. Suponemos que en Bahrein, como en todo el mundo, la selección de fútbol tiene una cierta influencia sobre el mundo político. Pero si en España nos quejamos de presidente de la Federación, en Bahrein tienen a Salman Ebrahim Mohamed Ali Al Khalifa, un miembro de la familia real de Bahrein que antes de pasarse al fútbol el único dorsal que había visto era el 246 que le asignaron en Guantánamo, donde estuvo acusado de apoyo al régimen talibán y a Al Qaeda.

A Portsmouth, pasando por Santander

En un comunicado aparecido en la prensa cántabra, el empresario indio dice que el fútbol es su pasión, y parece que su estrategia se basa en hacer rentable el Racing utilizando el renombre de la marca Santander para abrir mercados en Asia.

Parece que todo se cierra el lunes. Lo que se pregunta la gente en Santander es el por qué de la prisa por vender de los actuales propietarios. Nadie lo sabe a ciencia cierta. Unos apuntan a que el propio Revilla lleva mostrándoles la salida desde el pasado mes de mayo. Otros hablan de 1,5 millones de euros de deuda con Hacienda que vencen el próximo día 31, y que supondría el embargo de los ingresos de club.

El mediático presidente cántabro ha tirado de manual de demagogia para llorar de que ningún empresario español haya querido hacerse cargo del club. Yo no quería, etc. De momento, lo que parece seguro –Revilla dixit- es que Ali se hará cargó de devolver al gobierno cántabro los 7 millones que tiene invertidos en el club. Citando a Woody Allen: coge el dinero y corre.

Se está a la espera, según parece, de que el Credit Suisse avale al inversor. Con elecciones regionales el próximo 22 de mayo, y siendo economista de formación, Miguel Ángel Revilla va a repasar las cuentas una a una él mismo. Por la cuenta que le trae.

Afortunadamente, desde la experiencia con otro iluminado del fútbol, Dimitri Piterman, la afición del Racing tiene la piel a prueba de bulos. La ilusión por convertirse en un nuevo Manchester City duró apenas un segundo, lo que tardó en recordarse el caso del Portsmouth –al borde de la desaparición después de su venta por un puñado de petrodólares-, cuya conexión con Santander se limitaba hasta ahora a un ferry tres veces por semana. El próximo lunes se anuncia la firma del contrato. En Cantabria sólo esperan que el indio Ahsan Ali Syed sea algo más de lo que parece: un slumdog millionaire.

8 comentarios:

  1. Esto recuerda a aquella ocasión en que un tipo vino a Asturias y dijo que iba a invertir la tira de millones en una refinería. El Principado le iba a dar una subvención y cuando se iba a firmar, El Comercio, con una simple llamada de teléfono destapó que todo era mentira.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Petromocho

    Este tipo tiene toda la pinta de ser un mentiroso.

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  2. Buenas
    Parece ser que Credit Suisse ya ha dado el informe postivo.
    Me imagino que en la prisa por vender estará el concurso de acreedores de Silver Eagle, el grupo empresarial que controla Dumviro, la sociedad que controla las acciones del Racing

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  3. Muy buenas!
    Está claro que, hasta la sombra de este señor es escéptica de la procedencia de su fortuna y de sus intenciones al frente del Racing. Y es que es curioso que con 8.000m de Libras ni siquiera sale en la lista Forbes. Y que la secretaria personal de un multimillonario sea una exazafata italiana sin estudios especializados.


    El caso es que, aquí en Santander, parece ser que lo único que importa es que alguien va a traer la última perla de la cantera del Barça o del Madrid a base de talonario.

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  4. Gracias por los comentarios.
    Por partes: para salir en Forbes hay que tener algún negocio con las cuentas claras, y este señor no las tiene. No es que sean muy exigentes, porque más de uno del top 10 de Forbes tiene esqueletos en el armario.

    Sobre Credit Suisse, un informe positivo importa poco. También hacían informes Arthur Andersen o Lehman Brothers. Si creen en él, que le avalen con pasta.

    Y en Santander me temo que poca gente piensa en fútbol últimamente, aunque para lo que hay que ver, no me extraña nada.

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  5. La verdad es que Ali Syed no parece muy de fiar, por ejemplo le escuche a Revilla una entrevista en la radio y no parecía demasiado seguro sobre la liquidez o incluso negocios de Ali, simplemente parecía querer cobrar los 7 millones adeudados pese a dejar al Racing en malas manos.

    Por cierto te he añadido a mi lista de páginas interesantes.
    Saludos desde "Qué bello es el fútbol"

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  6. Tranquilos hermanos cantabros. . . .( - ALA ES GRANDE y ali es su profeta ;-)

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