Por Halftown
Edwin Van der Sar ha decidido cerrar la tienda a los 40 años. Sólo Seedorf le ha sobrevivido de aquel Ajax campeón de Europa en el 95. Como Ferguson pasa varios pueblos del mediocre polaco Tomasz Kuszczak, antes de navidades el United se dejó algo más de 3 kilos en el fichaje del danés Anders Lindegaard, que a sus 26 años se gana la vida parando balones para el Aalesunds FK noruego. La idea de encontrar un clon de Peter Schmeichel era tan bonita, que tuvo que ser el propio Schmeichel quién durante una entrevista puso al chavalito danés de vuelta y media. Los malpensados dirán que es envidia de la gorra a lo Benji Price que luce Lindegaard, o quizá celos porque a su hijo Kasper –el heredero de pedigrí- se le pasa el arroz parando balones en clubes de mierda, por mucho que este año por fin se haya hecho con el puesto de titular en el renqueante Leeds United.
En Londres el panorama es desolador. El Chelsea sigue convencido de tener a uno de los cinco mejores porteros del mundo en Peter Cech, y lo cierto es que el checo no ha vuelto a ser el mismo desde que en 2006 le fracturaron el cráneo de un rodillazo.
Asumiendo que Abramovich va a dejarse la pasta en otra cosa, el que tiene una patata en el horno con el tema porteros es el amarrategui del Camp Nou, antiguamente conocido como Arsène Wenger. La diferencia con United y Chelsea es que el Arsenal está necesitado de un portero ya. ¿Ya? Ese es el error, que estaba necesitado de un portero desde el mes de septiembre pasado. Que lleva buscando un portero toda la vida.
Un navarro mediocre y un cuarentón meón
Históricamente, el Arsenal ha sido un equipo de mucho cañonero curtido en mil batallas y un alférez torpe y borracho guardando la santabárbara. Con todo, en los últimos veinte años los gunners han ganado títulos a pesar de Seaman, Almunia o Lehmann.
Este año, en una nueva exhibición de chocheo, Wenger empezó la temporada con Manuel Almunia de titular. El portero español, titular varias temporadas con los gunners, es un portero del montón que por algún motivo le hizo tilín al excéntrico alsaciano. Su caso recuerda al de Nacho Novo, que era un ídolo en el Rangers y para volver a España tuvo que irse a un equipo de la mitad baja de la tabla. A Almunia, si quisiera volver, tampoco se le iban a rifar los grandes.
El plan B de Wenger no tardó en pasar a ser su plan A: se llamaba Lukasz Fabianski, y se trataba de un polaco que llegó al Arsenal en 2007 sin jamás lograr imponerse a una medianía como Almunia. Una lesión de éste acabó por darle la portería de los gunners, pero cuando por fin parecía que lo iba a conseguir, una lesión de hombro le dejó KO para el resto de la temporada.
Su sustituto fue otro polaco, Szczęsny, que lo hizo relativamente bien hasta que junto al francés Koscielny protagonizó en plena final de Copa un dueto propio del Lago de los Cisnes que acabó por costarle el título al Arsenal. Como Seaman en la final de la Recopa con el Zaragoza o Lehmann en la final de Champions contra el Barça, Szczęsny entró por la puerta grande en el panteón gooner de porteros incompetentes.
La nula competencia le mantuvo en el puesto, hasta que en la primera parte del partido en Barcelona se dislocó el dedo y pasará parado el próximo mes y medio.
Con Almunia de titular de emergencia –pese a la nula fe que Wenger le tiene- el pasado fin de semana ante el United se tuvo que sentar en el banquillo un chaval de 19 años llamado James Shea. Da la casualidad de que otro míster con un agujero bajo palos, Fabio Capello, ya tuvo que convocar a Shea el pasado verano ante la avalancha de lesiones entre los pocos y espantosos porteros ingleses.
Shea había sido prestado a mediados de febrero al Southampton, donde no le dio tiempo a debutar al ser llamado a filas por Arsène. En un alarde de mano izquierda, el mago alsaciano dejó claro ante los medios que Shea venía como fondo de armario, ya que el club buscaba una cesión para ser suplente de Almunia.
Y fue entonces cuando la cosa tomó tintes surrealistas: Jens Lehmann, que ya fue portero del Arsenal -donde se llevaba a hostias con Almunia- lleva retirado desde el final de la temporada pasada, y pasa el tiempo preparándose para ser entrenador y comentando partidos. Nadie sabe bien si él ha entonado el si tu me dices ven, o si Arsène, en un nuevo tour de force, le ha devuelto los guantes. En cualquier caso, denle credibilidad al rumor: en la Wikipedia ya aparece Lehmann como jugador del Arsenal.
La guinda sobre el pastel de otra temporada fallida de la academia de Arsène Wenger podría ser un portero cuarentón que meó durante un partido de Champions League. Menos mal que el Arsenal ya está eliminado.
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miércoles, 16 de marzo de 2011
Nada bajo palos
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