Por snedecor
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, le decían al arácnido reportero Peter Parker. En el caso de Landon Timothy Donovan, sus enormes condiciones futbolísticas le han obligado, paradójicamente, a hipotecar su carrera en beneficio del soccer de su país. Todo por haber nacido en el lugar equivocado. Porque Landon, californiano de pro, tiene “eso” que le falta a la inmensa mayoría de sus compatriotas cuando se ponen a dar patadas a un balón. Llámalo magia, llámalo picardía, pero el caso es que Donovan no es como el resto de futbolistas estadounidenses, autómatas programados para cumplir con las tareas específicas de su posición en el campo, incapaces por regla general de inventarse algo que se salga del guión establecido. No, Landon es distinto, y eso le convierte en el icono perfecto para una liga sobrada de ilustres mercenarios pero que necesita modelos patrios a seguir.
El férreo sistema empresarial de la MLS hace el resto. Donovan juega para Los Ángeles Galaxy, pero cualquier traspaso al extranjero durante la vigencia de su contrato (que expira en diciembre de 2013) debe contar con el visto bueno de la propia liga. Y el precio que le ponen no facilita precisamente su marcha. Por cantidades que se acercan a los 20 millones de dólares, a los que habría que sumar una ficha anual de 2’2 millones más incentivos y derechos de imagen, ningún club europeo de primerísimo nivel (los demás directamente no pueden) se arriesga a fichar a un americano por muy distinto que éste parezca, y léase americano con el tono despectivo con el que solemos referirnos en Europa a todo lo que lleve aparejado la palabra soccer.
Quizás todavía pesen en los grandes europeos las dudas que generó su espantada del Bayer Leverkusen cuando era apenas un adolescente, un crío de 17 años que venía de ganar el Balón de Oro en el Mundial sub’17 de Nueva Zelanda 1999 y que no supo adaptarse a la vida lejos de la familia. Tal vez tampoco ayude el hecho de que nunca haya presionado demasiado a la MLS para buscarse otra oportunidad en Europa, y que parezca que se conforma con su apacible existencia en California, como si ya hubiera aceptado que su destino en el fútbol sea llenarse los bolsillos y pasar a la historia como uno más de los muchos que pudieron ser y no fueron.
Un caimán, un tetrapléjico y la quiniela mexicana
Buceando en su biografía se descubren algunos detalles poco comunes, hechos y circunstancias que pasan de la categoría de anécdota y que marcarían un poco a cualquiera.
A los 16 años, mientras jugaba al golf tras un entrenamiento con la selección sub’17, tuvo un encontronazo con un caimán (gajes de montar una academia para jóvenes talentos en los pantanos de Florida) del que salió indemne gracias a su velocidad, sus reflejos y una pizca de buena suerte. La tragedia volvió a rondarle a los 19, cuando Landon protagonizó un desgraciado incidente en un partido entre las selecciones juveniles de Estados Unidos y Trinidad y Tobago. Un choque tan brutal como fortuito en un salto con el defensor trinitense Marvin Lee mandó a ambos al suelo. Donovan salió del lance con un costilla rota, pero Lee se partió el cuello, quedándose tetrapléjico. El trinitense moriría un par de años después, en 2003, como consecuencia de una insuficiencia respiratoria agravada por su parálisis. Experiencias, en definitiva, que pueden explicar (o no) la compleja personalidad de la estrella californiana.
Porque Donovan es un tipo peculiar, que cuenta casi con tantos fans como detractores en su propio país. Sus críticos no le perdonan ni ciertas marrullerías en el campo ni la prepotencia que rezuman muchas de sus declaraciones. Opina de todo, y no siempre dice lo políticamente correcto. Su sequedad y su ácido sentido del humor tampoco le granjean las simpatías del gran público. Es, para entendernos, un cruce entre Raúl y Fernando Alonso, con un toque a lo Jorge Lorenzo. A algunos aficionados también les irrita su aparente conformismo con su carrera, y tampoco olvidan que, durante un tiempo, no tiró del carro de la selección tanto como se esperaba. Pero todos tienen que reconocer que, sin él, el soccer en su país no sería lo mismo.
Curiosamente, al sur del Río Grande desaparece la controversia: no hay mexicano que no odie a Landon Donovan. Unos cuantos goles decisivos y sus constantes provocaciones mediáticas cada vez que ambos países se enfrentan en el campo tienen la culpa. Hablar español casi a la perfección le ayuda a calentar los duelos, y eso le convierte también en una pieza muy codiciada por los anunciantes del país azteca. Memorable es su actuación en este anuncio de la Quiniela mexicana:
Y como si el spot fuera una cruel representación de su existencia, en la vida real a Donovan tampoco le dejan abandonar su país. Permanece encerrado en su jaula dorada, de la que le dejan salir de vez en cuando para mostrar sus aptitudes como cedido (libertad condicional lo llamarían algunos) durante el largo periodo de off-season. Pero ni por esas. Por muy bien que se le viera en los amistosos que disputó con el Bayern en 2009, aunque en 2010 jugara una docena de partidos a gran nivel con el Everton, por mucho que sea el líder de la mejor selección estadounidense de la historia, a pesar de que se vea a la legua que podría cortarse una pierna y seguir siendo el mejor futbolista de la MLS, nadie se decide a dar el paso definitivo.
Pasan los años, se acerca peligrosamente a la treintena y hasta él se ha cansado de esas escapadas: este invierno dejó claro que o traspaso o nada. Y fue nada. Landon cumple este viernes 29 años y está a punto de tirar definitivamente su carrera por la borda. Me gustaría pensar que, mientras pasea tranquilamente con sus perros por las playas de Los Angeles y proclama en su recién estrenado blog lo afortunado que se siente por ser californiano, algo dentro de él le dice que todavía puede hacer algo más por el soccer de su tierra: triunfar rotundamente fuera. Déjenle volar antes de que sea irremediablemente tarde. Si es que quiere, claro.
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jueves, 3 de marzo de 2011
Salvar al soldado Donovan
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Landon Timothy Donovan es uno de los jugadores que mas a llamado mi atención en el nuevo siglo, talvez el no ha tenido el chance de jugar en Europa regularmente pero sus condiciones son magnificas , la envidia de muchos retrogrados le ha causado algunos problemas en su carrera
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