martes, 7 de julio de 2009

Ben Sahar, el primer periquito soldado

Por Johan Einstein / Desde Jerusalén
Aunque es titular en la selección absoluta y, fichado por el Espanyol, jugará el próximo año en la posiblemente mejor liga del mundo, Ben Sahar es un israelí más. Y, como todo joven del Estado hebreo, debe alistarse al Ejército y cumplir sus años obligatorios de "izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, ¡arrrrr!. Las chicas sólo hacen 20 meses.

Pero cuando el Estado de Israel fue fundado en 1948 y estableció esta norma (“el ejército del pueblo”), fundamental para sobrevivir en el avispero del mundo, nadie pensó que aquello podía entorpecer el stage preparatorio del RCD Espanyol.

La obligación “moral y legal” de este mozetón con su país choca con otra obligación, la de presentarse el 12 de julio en Barcelona para iniciar los entrenamientos bajo la batuta de Pochetino.

“No permitiré que nadie dañe la carrera de mi hijo. Habíamos llegado a un acuerdo con el Ejército y espero que comprendan nuestra situación. Encontraremos la mejor solución para todos”, afirma Batia, la batalladora madre de Ben Sahar, que disfruta estos dias de sus ultimos momentos de vacaciones antes del Español o el Tsáhal (ejércitop israelí).

Mientras el guerrero C. Ronaldo disfruta en una presentación mundial (propia de un hombre poco modesto que tiene el potencial de Figo y la imagen de Beckham), el soldado Ben Sahar debe luchar para poder ir a entrenar y no a la guerra. Pero tampoco se puede quejar ya que, desde que dejó Israel hace 4 años (tenía solo 15) para recalar en el Chelsea de Mourinh,o ha sido mimado por las autoridades deportvias del país.

Colega de Assulin

Una cosa es ser una estrella y otra un estrellado y Ben Sahar intenta no ser aplastado ahora por la burocracia. El buen hombre -o mejor dicho, el buen chico- sabe que si llega con retraso a Barcelona, su adaptación se verá afectada ya que en la zona alta de la ciudad condal les debe de importar un comino si Ben Shaar debe hacer uno o dos años en la mili, si Hezbolá se rearma o si Hamas asoma el colmillo.

En Barcelona, ciudad que admira como todos los israelíes, Ben Sahar tendrá como compinche a la gran promesa del futbol hebreo, el crack del Barca B, Gay Assulin. Éste le podrá contar que el año pasado tuvo problemas burocráticos en Israel que le retrasaron su llegada, provocando el cabreo del entrenador Luis Enrique.

Ben Sahar no se puede quejar porque, gracias a un acuerdo que muchos israelíes mayormente jóvenes criticaron, fue autorizado a hacer una mili de seis semanas en lugar de tres años. Y nada de unidades de combate o guardias en las frías noches de Cisjordania. No, seis semanas dando clases, conferencias sobre la preparacion física, etc... Pues ni eso.

La madre dice que no hay mejor servicio a Israel que meter goles en Europa. El Ejército dice que si el país sobrevive no es por las jugadas de Revivo y Benayoun, sino gracias, por ejemplo, a su fuerza aérea, la número 1 del mundo.

Una solución se aporta desde los diarios: que haga el servicio civil en el consulado honorífico de Israel en Barcelona. Veremos cómo acaba este culebrón militar-futbolístico pero lo que está claro es que ha nacido el primer periquito soldado.

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