viernes, 17 de julio de 2009

"En el fútbol está prohibido ser cobarde"



Por Sebastián Dulbeca

Diga lo que diga Butragueño, ese doctorando en Metafísica, dios es del Barça. Y no se trata de un ser superior de los que condesciende para propiciar un triplete. Durante la presente temporada, semejante providencia se ha limitado a manifestarse a favor de Guardiola.

Aunque un momento de traviesa omnisciencia bien pudo permitirse cuando Valdano llamó a Romario futbolista de dibujos animados. Para entonces dios, Yoichi Takahashi, todopoderoso autor manga y culé confeso, ya había puesto a jugar a Oliver & Benji.

Éste es el tributo indisimulado de FNF a quien logró enganchar con un relato de inspiración balompédica incluso a miles de aquéllos que jamás se habían acercado a una pelota.

La historia de amistad entre un centrocampista virguero que ha acabado de blaugrana -al principio vestía de blanco New Team- y un guardameta de estampa retro fue primero cómic. Después Capitán Tsubasa, título original, arrasó en la tele como anime nocillero y premonitorio de Lost: dedo hundido sobre el rewind, acción con dosificador y personajes rápidos de identificar sobre el terreno. Yoichi Takahashi (Tokio, 1960), dibujante con vocación de jugador, es ejemplo de talento, disciplina y versatilidad, cualidades valoradas en ambos oficios.

"Lo que más me atrae del fútbol es que es un deporte que se puede jugar con ideas bastante libres y en el que está prohibido actuar de forma cobarde o innoble. Es un arte hecho con absoluta libertad. En ese sentido, se parece a dibujar. No me gusta, en cambio, que ganar o perder dependa a veces de la calidad de árbitro."

Takahashi y Japón viven a su propio ritmo: el del trabajo. Las declaraciones aquí recogidas -y un autorretrato que no tiene precio- han llegado por correo electrónico en el plazo convenido: tres meses después de enviar el correspondiente cuestionario. Son respuestas que la traducción involuntariamente relaciona con el credo del Nou Camp: "Trabajo en equipo y circulación con pases precisos".

En cinco ocasiones ha visitado el estadio en busca de placer, de confraternización, de inspiración el firmante de otras obras con balón dividido como Hungry Heart y Golden Kid. "Me ha costado mucho plasmar la diferencia de estilos de juego. Sigo los partidos importantes de cualquier liga y también el fútbol femenino y de categorías inferiores". ¿Y hay algo que no le haya interesado abordar en este contexto? "Sí: los temas relacionados con el dinero", ataca estos tiempos de bizness con tacto cruyffista.

Curiosamente, Takahashi tropezó con el fútbol en ausencia del otro dios barcelonista: el del entorno. "Yo era un simple koukou (estudiante de instituto) cuando seguí por televisión el Mundial de Argentina'78. Me aficioné al fútbol al descubrir lo divertido que podía ser". Una competición que aún hoy se evoca como espejo de infamia ayudó a nacer a Capitán Tsubasa. "Perseguir tu sueño es maravilloso", verbaliza Takahashi el milagro.

1 comentario: