Por Johan Einstein
Una vez anunciada la contratación del amigo Luís Fernández -como adelantamos en FNF- como seleccionador israelí, el fútbol de estas tierras se enfrenta a un enemigo todopoderoso: el Gran Rabino de Israel, Yona Metzger.
El Rabinato y los aficionados de fútbol más creyentes no han aceptado de buen grado que la UEFA obligue a Israel a jugar los viernes por la noche. Los contratos televisivos son más importantes y suculentos que la espiritualidad del Shabat, el descanso sabático judio, por lo que la Federación no puede hacer mucho al respecto.
"Jugar en Shabat es romper el statu quo del pais. La selección es una institución nacional, pública y, por tanto, debe respetar a todos los sectores de la población", afirma Metzger, una figura tan respetada como el mismísimo Yosi Benayoun.
Su lógica es evidente. Si los diputados no trabajan en Shabat, si los ministros no vuelan en Shabat y si las empresas públicas están cerradas en Shabat, los futbolistas no pueden corretear en Shabat. Una cosa es la Liga que se juega los viernes y sábados y otra la Nivjeret (la Elegida, sobrenombre con el que se conoce a la selección en Israel. Un mote de indudable raíz mística, a tenor de sus resultados).
Los jerarcas del fútbol israelí lo tienen crudo. Varios diputados religiosos y muy amantes del deporte de Messi amenazan con una intensa campaña. "Si no se encuentra una solución que permita a los aficionados creyentes ver los partidos de su selección, no tendré más remedio que promover una ley en el Parlamento que evite que la nacional juegue en Shabat", afirma Uri Orbaj, ex periodista y actual diputado de la facción Casa Judía.
Luis Fernández y Dios
"No todo es dinero e intereses. La Federación debe preocuparse por un amplio sector de la afición que observa el Shabat y no puede ver la televisión o ir al campo en coche", añade Orbaj, empeñado en hacer de su lucha personal una cruzada en toda la regla.
Lo que le faltaba a Monsieur Fernández, criticado por el elevado sueldo y por elegir como aasitente a un inexperto ex jugador local, Tal Banin.
Aunque Fernández deberá rezar (el Dios concernido ya queda a su elección) para que ninguno de sus jugadores se convierta de repente en un creyente misericordioso que prefiera el respeto al Shabat que a la pelota.
Eso sí, los religiosos y laicos israelíes están unidos en una opinión: da igual el dia, la hora y el rival del partido. Israel volverá a fracasar en la fase de clasificación a la Euro.
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Una vez anunciada la contratación del amigo Luís Fernández -como adelantamos en FNF- como seleccionador israelí, el fútbol de estas tierras se enfrenta a un enemigo todopoderoso: el Gran Rabino de Israel, Yona Metzger.
El Rabinato y los aficionados de fútbol más creyentes no han aceptado de buen grado que la UEFA obligue a Israel a jugar los viernes por la noche. Los contratos televisivos son más importantes y suculentos que la espiritualidad del Shabat, el descanso sabático judio, por lo que la Federación no puede hacer mucho al respecto.
"Jugar en Shabat es romper el statu quo del pais. La selección es una institución nacional, pública y, por tanto, debe respetar a todos los sectores de la población", afirma Metzger, una figura tan respetada como el mismísimo Yosi Benayoun.
Su lógica es evidente. Si los diputados no trabajan en Shabat, si los ministros no vuelan en Shabat y si las empresas públicas están cerradas en Shabat, los futbolistas no pueden corretear en Shabat. Una cosa es la Liga que se juega los viernes y sábados y otra la Nivjeret (la Elegida, sobrenombre con el que se conoce a la selección en Israel. Un mote de indudable raíz mística, a tenor de sus resultados).
Los jerarcas del fútbol israelí lo tienen crudo. Varios diputados religiosos y muy amantes del deporte de Messi amenazan con una intensa campaña. "Si no se encuentra una solución que permita a los aficionados creyentes ver los partidos de su selección, no tendré más remedio que promover una ley en el Parlamento que evite que la nacional juegue en Shabat", afirma Uri Orbaj, ex periodista y actual diputado de la facción Casa Judía.
Luis Fernández y Dios
"No todo es dinero e intereses. La Federación debe preocuparse por un amplio sector de la afición que observa el Shabat y no puede ver la televisión o ir al campo en coche", añade Orbaj, empeñado en hacer de su lucha personal una cruzada en toda la regla.
Lo que le faltaba a Monsieur Fernández, criticado por el elevado sueldo y por elegir como aasitente a un inexperto ex jugador local, Tal Banin.
Aunque Fernández deberá rezar (el Dios concernido ya queda a su elección) para que ninguno de sus jugadores se convierta de repente en un creyente misericordioso que prefiera el respeto al Shabat que a la pelota.
Eso sí, los religiosos y laicos israelíes están unidos en una opinión: da igual el dia, la hora y el rival del partido. Israel volverá a fracasar en la fase de clasificación a la Euro.
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