Por Halftown
Vaya por delante que jamás he sido raulista. Es más, le odié abiertamente cuando su obsesión por meter un penalti por la escuadra nos costó la eliminación contra Francia en la Euro 2000. Siempre me pareció que su aire pretencioso no se correspondía con su fútbol oportunista. La definición aquella de Valdano, que decía que Raúl no era un 10 en nada pero sí un 7 en todo siempre me pareció más elogio de lo gris que exhaltación de lo extraordinario. Justo lo que me parece Raúl: el mejor de los futbolistas ordinarios.
Que Raúl ya no está para competir a primer nivel es un hecho desde hace varios años. A diferencia de otros delanteros como Ian Rush, Pippo Inzaghi o el mismo Morientes, Raúl no ha sabido ir haciendo una retirada progresiva. Será porque le escuece en su orgullo madrileño lo de convertirse en revulsivo de última hora. Será por su evidente falta de inteligencia emocional. El caso es que lleva algunas temporadas siendo un bulto sospechoso en el vestuario de Chamartín.
Independientemente de las filias y las fobias de cada cual, está claro que la hoja de servicios de Raúl González es irrebatible. Ser delantero en el Madrid durante quince años es algo sensacional, posiblemente irrepetible. No es cuestión de copipegar aquí el palmarés del 7 blanco, pero ha ganado títulos de todos los colores, muchos más de los que ganaron sus legendarios predecesores Juanito o Butragueño.
Por eso no estoy entendiendo a qué juega el Real Madrid en el tema de Raúl. Recién empezada la pretemporada, el jugador no aparece a entrenar. Los medios llevan semanas especulando con un posible destierro, a lo Cid Campeador, en la cuenca del Ruhr. Lo último que se lee en internet es que puede irse al Besiktas en un cómodo pack con Guti H.
Y mientras tanto, club y jugador callan.
El honor de los juguetes viejos
Uno de los valores que el madridismo lleva por montera es el honor que cacarea su himno. Eso se ha demostrado tradicionalmente al decir adiós a sus mitos: mientras que el Barça se desprendió de los Stoichkov, Rivaldo o Cruyff mirando hacia otro lado, en el Bernabéu todos recuerdan el beso de Míchel al césped, el último vuelo del Buitre, o el “illa-illa-illa Juanito maravilla” que entonan los ultras en el minuto siete de cada partido que se juega en casa.
También es cierto que, desde que el emperador de ACS accedió al sillón de Concha Espina, mitos del Madrid –y amigos de Raúl- como Redondo, Hierro o Del Bosque han salido por la puerta de servicio. Se ve que a Florentino sólo le interesan los juguetes nuevos que salen brillantes en las fotos.
El club no está sabiendo manejar la situación, y el jugador tampoco está sabiendo echarse a un lado. Se mantiene en silencio, intentando apurar sus opciones de colocarse en un grande. En un momento dado, Ferguson parece que pensó en él para protagonizar un “revival in red” al estilo de Michael Owen, pero el único interés real hasta la fecha lo han mostrado el Blackburn Rovers (un equipo en el que Míchel Salgado ha jugado de medio casi todo el año) y el propio Schalke 04. Si Raúl fuese un tipo más práctico, lo suyo sería irse a montar una dupla de clásicos con Titi Henry a Nueva York.
Así las cosas, la salida de capitán madridista va camino de enquistarse.
Salvo sorpresa mayúscula, uno de estos días nos desayunaremos con una escueta nota en la que el club agradece a Raúl los servicios prestados, y el jugador –convenientemente rebozado en logos de Adidas- dará una rueda de prensa en la que Marca y As hablarán de un Raúl “visiblemente emocionado”, y con suerte anunciarán el mismo día la cartilla para conseguir el deuvedé con los mejores goles del 7 blanco. Una manera bastante patética de enterrar a una leyenda.
Tweet
martes, 20 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Por partes:
ResponderEliminar1- No comparto eso de que Raúl lleva varios años sin nivel para competir en lo más alto. De hecho, hace un par de temporadas marcó el suficiente número de goles para ir a la famosa Eurocopa. A la que no fue por su también famoso enfrentamiento con Luis, si es que lo hubo. Por números, era el cuarto delantero de aquella selección.
2- Lo de la retirada progresiva no le corresponde a él, sino al entrenador de turno. Y hasta que Pellegrini decidió culparle del naufragio de Alcorcón (Raúl y Metzelder fueron los únicos señalados por el técnico, más Guti, pero el 14 se lo ganó a pulso) el siete llevaba más goles que, por ejemplo, Benzema. Con Valdano, Arsenio, Capello por dos veces, Heynckes, Hiddink, Del Bosque, Luxemburgo, López Caro, Queiroz y Schuster fue titular indiscutible, así que no veo lo de la retirada progresiva por ningún lado. Nadie quiere ser suplente.
Con el resto del artículo estoy de acuerdo, te felicito.
Siento la chapa.
Javier,
ResponderEliminarSobre 1) estoy de acuerdo en que, con los números sobre la mesa, Raúl podría haber formado parte del equipo de la Euro 2008. Pero con Raúl siempre hay una parte cualitativa que no termina de funcionar. Yo siguiendo criterios estrictamente futbolísticos tampoco le habría llevado: de los goles que marcó ese curso, mira cuántos fueron en partidos de primer nivel (yo no lo sé, pero lo intuyo)
2) Creo que fue en 2005 que se lesionó en un partido contra el Barça. Yo nunca le he visto recuperar el nivel (además de que el Madrid ha ido de fracaso en fracaso y tiro porque me toca).
Benzema no me parecía jugador para el Madrid el año pasado, ni me lo parece éste.
Perdón por la parrafada y gracias por el comentario.
Si quieres romper una lanza a favor de Raúl, empieza por cambiar la primera foto del artículo, en el que la camiseta del 7 está inflada por una caprichosa corriente de aire.
ResponderEliminarRaúl ha ido languideciendo poco a poco con los años, pero gordo nunca ha estado.
Un saludo.
Arturo hila fino, fino...
ResponderEliminarNo creo que sea una lanza a su favor, más bien otro artículo de critica hacia uno de los mejores jugadores de mundo. Luis Aragones le echó de la selección y eso gue un golpe muy bajo contra un jugador que lo ha ganado todo.
ResponderEliminarRaúl ha aceptado su suplencia y como un señor y quien diga que no está para jugar que se ponga gafas, porque la temporada pasada fue de los mejores goleadores y de los mejores jugadores en el Madrid.
GRACIAS POR TODO MÁGICO 7.
ResponderEliminar