miércoles, 25 de agosto de 2010

Los galácticos originales cambian cartera por cantera

Por Halftown
No vamos a repetir por enésima vez la historia del New York Cosmos, una de las mayores aberraciones de la historia del fútbol, entre otras cosas porque se puede leer aquí muy bien redactadita por orden cronológico. O comprarse el documental “Once in a Lifetime” en Amazon.

Para los no iniciados, el Cosmos fue el espíritu de Florentino antes de Florentino, la acumulación de estrellas con fines más comerciales que deportivos. Pelé, Beckenbauer, Carlos Alberto, Neeskens… todos con mucha mili en la mochila y más ganas de samba que de trabajo.

La cosa es que, el pasado 1 de agosto, Pelé presidió un evento por todo lo alto –el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se dejó caer por allí- anunciando que el Cosmos renacía de sus cenizas. Contra todo pronóstico, no planea volver en su forma original -ni como sus vecinos patrocinados por Red Bull- en plan asilo para viejas glorias, sino creando una academia para chavales, con la esperanza de construir a partir de ellos un equipo. La Cosmos Academy tendrá jugadores de menos de 18 años, y además de eso el club ha adquirido la Copa NYC, un torneo de verano, y ha prometido entregar material a los colegios de la Gran Manzana para promover el soccer.

Vintage, mejor que viejo

Además de Pelé (presidente honorario durante 30 años de un club inexistente), el Cosmos 2.0 ha conseguido el apoyo de la marca Umbro. Esto es un bofetón en toda regla a Adidas, dado que con este movimiento la marca inglesa –no hay que olvidar que pertenece desde unos años a Nike- refuerza su estrategia de fútbol retro. Adidas, enredada en el patrocinio del otro club
neoyorkino, los Red Bull, pierde una ocasión de oro para llevar su marca Originals a un terreno de juego. Porque Thierry Henry y Rafa Márquez son viejos, no vintage.

El anuncio, además, se produce justo cuando la MLS americana se está planteando incluir un vigésimo equipo en la competición. Nueva York, como la mayoría de grandes capitales –y con la falta de modestia propia de quien se autoproclama “capital del mundo”- encuentra lógico el contar con dos equipos en su ciudad.

El único problema es el estadio. En su versión original, el Cosmos se vio obligado a vagabundear de un estadio a otro en busca de un hogar. Esta vez, parece que la condición sine qua non para reverdecer viejos laureles es la creación de un estadio propio. En España esto no sería mayor problema, porque recalificación por aquí, cesión de estadio municipal por allá, siempre se apaña la cosa. En cambio, en EE. UU. la administración pública no quiere saber nada del tema, así que Pelé y sus amigos tienen que encontrar a alguien que avale entre 200 y 300 millones de dólares.

Después de años de espera, parece que esta tentativa para revivir el Cosmos, construyendo la casa por los cimientos en lugar de improvisar un circo ambulante, es la buena. Ahora sólo falta que el público americano, más aficionado al show business que al deporte en sí, se anime a verlos jugar.

3 comentarios:

  1. Ah... ahora resulta que los galácticos de Florentino no levantaron ningún título... vale. No dejemos que la realidad nos estropee una frase más o menos ingeniosa.

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  2. Ahí estoy con Anónimo, Halftown. Con lo que nos documentamos para algunas cosas, para una cosa que además viviste en 1ª personas...

    Vale que no te guste el modelo, pero falsear la realidad.. No te habrá suplantado Roberto Gómez o Manolete mientras estabas de vacaciones ¿no? jajaja

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  3. Lapsus tremendo por mi parte, pero que conste que hasta que no lo habéis dicho, no había caído. Ahora lo corrijo, mil perdones.
    Aunque dos ligas y una Champions siguen siendo un bagaje cortito para lo que se invirtió.

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