lunes, 10 de enero de 2011

Castilla y sus andrajos (II)

Por Sopenilla
La preocupación más inmediata, también por ser la más acuciante, se vive en el seno de la Cultural Leonesa. Las tres mensualidades que se adeudan a la plantilla, y la ampliación de capital de 1,2 millones de euros aprobada el pasado mes de octubre, están ahogando al segundo equipo de ZP. Ante las dificultades para encontrar nuevos inversores que hicieran frente a esta serie de pagos, Profutle, la empresa propietaria del club, se vio obligada esta misma semana a solicitar ante los juzgados la disolución de la sociedad. Con todo, más de uno pone en duda que la citada demanda no sea sino un órdago encubierto al consistorio leonés para que éste siga manteniendo artificialmente la entidad, aun a costa de las arcas municipales.

Está claro que en la antigua sede cortesana –podría decirse que en toda la corona castellana–, nadie quiere arriesgar con su propio dinero. Atrás quedaron los tiempos en que los hermanos Fernández Rabanal no especulaban con las administraciones públicas a la hora de llevar al conjunto cazurro de vuelta a Primera. En cuanto al futuro del balompié leonés, resulta paradigmático que jugadores históricos como Manuel Ovalle solicitan ayuda al Atlético de Madrid para montar su propia escuela de fútbol en la ciudad del Esla. Puestos a establecer convenios con clubes endeudados, mejor hacerlo con el que cuenta con mejores opciones de ser carne de pelotazo.

Los vecinos gallegos del Bierzo aspiran a que la Ponferradina no tenga un paso tan efímero por Segunda como el de los peregrinos que hacen parada y fonda en Cacabelos. Aquí el dinero no escasea, pese al carbón, aunque tampoco abunda. Pero el limitado capital humano con que se cuenta, y el objetivo de la permanencia, acabaron por imponer una plantilla confeccionada a partir de retales. José Carlos Granero comió el turrón las pasadas navidades. Pero tras su cese, a la vuelta de año nuevo, se antoja una cuesta de enero complicada para los blanquiazules.

En Salamanca saben muy bien lo que supone ser un club lo más parecido a una empresa que sólo contrata a becarios en prácticas. En este sentido, el abandono de un mecenas como Juan José Hidalgo ha sido a la larga un estímulo para recortar gastos y evitar así futuras hipotecas. Primero fueron los niños de Wenger; en los últimos meses, la camada más reciente del Racing de Santander. El caso es que Balta ha encontrado en la fórmula iniciada por Miguel Torrecilla la tranquilidad necesaria para devolver a su cauce las aguas del Tormes.

Por el casino de la capital charra ya no se dejan ver, tarde sí y tarde también, los jugadores del Zamora. Sin embargo, esta situación, de por sí un tanto escandalosa, ha dejado paso a la deriva institucional de un club descabezado, con cambio de técnico incluido. El ejemplo de ciertas elites locales, como el presidente del Villaralbo, enriquecidas al abrigo del comercio eléctrico con el gigante chino, se yergue como una sombra que no se sabe si ofrece cobijo, genera zozobra o, simplemente, produce envidia.

Lo que es seguro es que en Burgos se echan de menos los días en que Matutano manchaba la casaca roja del equipo local. Desde entonces, ninguna de las industrias alimenticias apostadas en el corredor que conecta Madrid con Vitoria ha hecho amago de aproximarse al refundado inquilino del Plantío. Tras acabar con los huesos en el pozo de la Tercera, a orillas del Arlanza sólo se espera con ansia el primer gol de los suyos en una fase de ascenso.

Numancia resiste

Pese a que retornaran juntos de la mano a Tercera, en Palencia supieron separarse a tiempo del conjunto burgalés. A día de hoy, lo que preocupa en el entorno del club morado es la incipiente conversión en sociedad anónima. El riesgo de quiebra financiera ya planea sobre la grada de la Balastera. Y también de Zorrilla. De hecho, la situación económica de la entidad blanquivioleta podría acabar en proceso concursal, un ronroneo cada vez más sonoro en la ciudad del conde Ansúrez. Quizá por ello, las hermanas Saralegui, accionistas mayoritarias, sólo muestran interés cuando se les habla de la construcción del Valladolid Arena.

La actualidad de la Gimnástica Segoviana o del Ávila tampoco llama demasiado la atención. Por el acueducto manda el fútbol-sala, y en la patria de Teresa de Jesús el escaso talento humano del que podría disponerse lo acapara la Academia rossonera del Milan. Al final, da la impresión de que sólo Soria lucha contra la fatalidad de estar abocada a no existir. Pero a la manera castellana; es decir, sin grandes aspavientos ni proyectazos. Hace ya tiempo que el Numancia dejó de ser un clásico de la 2ªB –o un matagigantes en Copa– para convertirse en un habitual de la división de plata que de vez en cuando se permite el capricho de dejarse ver entre los más grandes. Suerte de contar con Francisco Rubio, un rara avis dentro del sector de la construcción que supo diversificar su negocio en el extranjero antes de que la crisis inmobiliaria estallara en nuestras vidas.

Como se ve, Castilla vuelve a ser ejemplo de decadencia. A principios de siglo, escenificaba la difícil adaptación de nuestro país en el marco de las sociedades contemporáneas. Hoy es el reducto en el que tratan de sobrevivir algunos de esos conjuntos inadaptados al fútbol moderno que pueblan nuestra geografía. Sólo el tiempo, que para eso es juez implacable, dictaminará si la economía es capaz de imperar sobre la historia.

4 comentarios:

  1. A ver Sopenilla, ya estamos ofendiendo....CASTILLA???? no se te ha olvidado algo???? donde está LEÓN?? que yo sepa la comunidad se llama CASTILLA Y LEÓN, está claro que lo haces a posta, que quede claro que los leoneses NO somos castellanos, ni lo hemos sido NUNCA, ni lo seremos JAMÁS, aunque muchos como tú deseen lo contrario, por otra parte no dejas de tener tu parte de razón, no sólo el fútbol de esta comunidad artificial está en decadencia...TODO en esta comunidad ficitia es decadencia desde el momento en que nos obligaron a unirnos aquel fatídico 1983...no creo que rectifiques aunque sería todo un detalle incluir a León, porque esto es lo que es esta comunidad, nos guste o no: CASTILLA Y LEÓN.

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  2. Llama leonés a lo que es de León17 de enero de 2011, 15:39

    Situar en Castilla los equipos pertenecientes a la región de León resta toda credibilidad a tu crónica.

    Te recomendamos encarecidamente que estudies algo de geografía e historia antes de lanzarte a escribir algo con tan poco rigor. De paso puedes leerte el estatuto de autonomía y comprobar que CYL es una comunidad compuesta por DOS REGIONES diferentes.

    Un saludo

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  3. El problemas de las castillas es que todo dios es del BarçaMadrid. Mas de los segundos, pero eso, de apoyar a equipos locales olvidate.

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  4. Me parece que ambas entradas son acertadísimas y están muy bien documentadas, estoy muy de acuerdo con tu visión del fútbol de nuestra Comunidad Autónoma.

    Creo que independientemente de juicios político-identitarios que no vienen al caso, así como del aspecto puramente coyuntural, existe un problema de base en la falta de iniciativa...Pero no podemos exculpar lo poco que los medios de comunicación locales y las directivas hacen por estar en contacto con la afición e informar de la actividad de los clubes, implicando a sus seguidores.

    Es evidente que si el fútbol gusta, a figurines y títulos no vamos a poder competir, sólo nos queda hacerlo por identidad y el sentimiento de contacto cotidiano que puedes tener con el club local pero no con la fábrica global de megaestrellas y titulares. Pero los responsables de los clubes, faltos de todo proyecto serio, se obstinan en confiar en los golpes de suerte y la eterna paciencia de los seguidores si vienen mal dadas. El caso es que esa paciencia no es tan infinita y el amor a unos colores, en cifras globales, no es algo inamovible, sino que se mueve en un entorno competitivo con otros clubes y con otros tipos de ocio.

    El destino de la mayoría de los clubes de esta Comunidad, al igual que el de su representante más laureado, parece ser dejarse morir en espera de algún Mendilibar cuyo impulso dure unas temporadas.

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