martes, 9 de marzo de 2010

"¡Bienvenue, Pisha!"

Por Johann Einstein (Desde Tel-Aviv)
Hace cuatro años fue la estrella del equipo más popular de Israel, el Beitar de Jerusalén. Aunque su trayectoria no fue muy exitosa, muchos le llamaban el "Napoleón de Jerusalén". Ahora Luis Fernández está a un paso de volver. Por la puerta grande, como corresponde. Si hay acuerdo económico, será el nuevo y flamante seleccionador de Israel.

La prensa especula que el hispano francés es la gran apuesta del presidente de la Federación de fútbol israelí, Avi Luzon, tras los primeros y desechados platos: Ronald Koeman, Frank Rikjaard, Roberto Donadoni y Juande Ramos.

"Show me the money". Como en la célebre película Jerry Maguire, al final todo se reduce a la pasta. Fernandez aceptaría entrenar a Israel por 500.000 euros. Una cifra nada despreciable teniendo en cuenta que ser seleccionador no es precisamente un trabajo muy estresante. No sé cuántas grappas se habría bebido Donadoni cuando pidió más de dos millones de euros a la Federación israelí.

En el paquete ofrecido a Fernández se incluye una casa de lujo, coche y un traductor que entienda su francés o español. Misión complicada. Este servidor se ofrece a cambio de otra casa (no tiene que ser de lujo) y un coche (en el peor de los casos, una bicicleta).


Los comentaristas deportivos locales echan de menos el temperamento de Fernández y su visión ofensiva del fútbol. Su experiencia en Israel, donde aparentemente se adaptó bien juega a su favor.

Luzon buscaba un entrenador extranjero de prestigio que en su época de jugador fuera toda una estrella. Fernández es el hombre. Y un pequeño detalle que evidentemente no perjudica en Israel: su mujer es judía.

Así pues, será la cara del fútbol israelí. Los apasionados aficionados de Israel no se atreven a soñar con una clasificación al Mundial o Eurocopa pero al menos se lo pasarán bien con el de Tarifa.

¡Bienvenue, pisha!

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