lunes, 5 de abril de 2010

Back to black: el código de Sir Alex

Ferguson, en 1969, con las botas que habría elegido Matías Prats
Por Rocheteau
Quizás sólo sea el escarmiento de haber visto peinarse en su vestuario a David Beckham y a Cristiano Ronaldo. Pero a Alex Ferguson se le han hinchado de que los mocosos que llegan a la cantera del ManU piensen más en sus poses como futuros modelos de calzoncillos en marquesinas que en la posición a la hora de defender un córner.

A partir de ahora, todos los canteranos de los Red Devils serán algo más “black” y estarán obligados a llevar las botas negras. Como Dios, Matías Prats y los cánones mandan. Nada de colores llamativos, de fardonas botas al pie. Borceguíes negros y, a ser posible, manchados de barro.

Una decisión estética (o sea, que también ética, y en caso de duda pregunten a Aristóteles) en pleno lanzamiento de las horrendas Mercurial Vapor Superfly II (con la de tipos que pensarán estas cosas en Nike y no había otro nombre más chorra y complicado) de Cristiano. Sí, las botas lila que CR9 se quitó en el descanso del derby contra el Atlético porque se resbalaba.

En el primer equipo y en el B, uno ya es libre de calzarse lo que su espónsor dicte. Pero en las categorías inferiores no manda el mercado, sino un escocés malhumorado que se pirra por los vinos franceses y las carreras de caballos. Y no me parece mala idea.

Muerte al fútbol moderno


“Una vez que estás en el equipo B o en el primero, no hay restricciones, pero si llevas colores llamativos y no juegas muy bien, lo más probable es que te hagas notar demasiado”, comentó al Guardian John O’Shea, el obediente miliciano de la defensa del United.

Y me venía esto a la memoria hojeando un libro con mejor título que contenido pero divertido a fin de cuentas “Modern football is rubbish” (El fútbol moderno es basura), editado por Sports Books y escrito por Nick Davidson y Shaun Hunt. Dos tipos con parte de razón pero un síndrome que seguro les hace preferir ver un horrible partido de fútbol en Newcastle bajo el diluvio y en tribuna no cubierta que al Barça en un palco. Pero tiene su punto.
A los autores del libro les molestan los aficionados sin sombreros, Platini con barriga y dirigiendo la UEFA, los estadios cubiertos, los jugadores con guantes y calentadores, la gente que no conoce al Honved y los partidos que comienzan en punto. Podría haber hecho una lista con otras 200 cosas, pero ésta ya da una idea. De hecho no nombran las botas fluorescentes como objeto vudú, pero se da por hecho.

Davidson y Hunt definen su visión del fútbol como una mezcla entre “lo que era en los años 50 en la Inglaterra profunda y una nueva utopía socialista”. Escocia es tierra ancestralmente laborista, pero no creo que vaya por ahí la decisión de Sir Alex. Seguro que simplemente le parecen jodidamente feas las botas lila de Cristiano.

1 comentario:

  1. Me parece una idea fantástica! Ya está bien de que niñatos de 16 años parezcan cualquier cosa menos menos futbolistas. Si estás en fase de formación dedícate a jugar al fútbol y a aprender a ser persona, y deja de preocuparte del color de botas y de la gomina de tu pelo. Es más, al que se hiciera alguna cosa en el pelo alejado de unos ciertos cánones, se lo afeitaba.

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