martes, 8 de marzo de 2011

Visite el País de las Maravillas

Por Halftown
Los hechos: el pasado día 27 de febrero el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo firmó un acuerdo con el Real Madrid para promocionar internacionalmente España como destino turístico: “Visit Spain”. El ayuntamiento y la comunidad de Madrid pusieron su millón de euros por cabeza para añadir el estribillo “Visit Madrid” al eslogan.

No vamos a caer en la demagogia de que el pastizal que se deja el Estado en publicidad podría repartirse a los que hacen cola en el INEM y que así todos puedan comprarse el iPad 2 para meterse en Infojobs. Porque también se podría contra-argumentar que se han ahorrado un pico en contratar una agencia de publicidad… o al menos esperamos que no pagasen a nadie por currarse el “Visit Spain, visit Madrid” de la campaña.

En un país como España, donde el turismo representa el 10% del PIB (en Francia, líder mundial de la industria turística, apenas llega al 7%), el que vengan a no vengan guiris es fundamental para la economía del país. Por eso que si el Estado consigue atraer con su publicidad a nuevos clientes, bienvenido sea.

Dando por supuesto que ningún ente estatal se preocupa de medir la eficacia de la publicidad –total, tiran con la pólvora del Rey-, en FNF nos planteamos hasta qué punto tiene sentido pagar a Real Madrid por promocionar España.

Redundancias a gogó y valores que no son

Antes de meternos en honduras, hablemos del evento de lanzamiento de tan estupenda iniciativa. Además de al ministro Sebastián y al alcalde de Madrid, Florentino se llevó de atrezzo a la presentación de la campaña a Casillas, Ramos, Kaká, Benzema, Özil y Di María. Casillas y Ramos tiene sentido por su condición de españoles, Kaká por aquello de amortizar el fichaje quizá también. ¿Y los otros qué pintaban? Özil, además de dar mal en cámara, ni siquiera habla castellano.

Los que brillan en semejantes saraos son siempre los políticos. El ministro –que es colchonero como se ve en la foto, bufanda incluida- celebró que España comparta con el Madrid los valores de “esfuerzo, calidad, liderazgo, competitividad, etcétera”. Gallardón ni meneó sus frondosas cejas al decir que el Real Madrid es el activo más importante de la capital. Con un par.

Florentino, a lo suyo, habló de los valores del madridismo -humildad, esfuerzo, talento y entrega- de los que Cristiano Ronaldo, Mourinho y compañía hacen gala a la menor oportunidad.
El presidente madridista y el gobierno español, se siguen agarrando a supuestos valores que en los mundos de Yupi siguen siendo asociados a sus respectivas entidades. El Madrid en el siglo XXI no es más que un club del pelotón de la Champions -por mucho que siga vendiendo más camisetas que los demás- y España hace tiempo que perdió sus plumas de economía emergente, y su imagen sigue sepultada bajo kilos de paella, sangría, flamenco y éxitos deportivos.

¿Qué sentido tiene pagar al Real Madrid por promocionar a Madrid y España? Poco. El objetivo típico de este tipo de patrocinios es aumentar la notoriedad de la marca, pero resulta que la marca “Real Madrid” ya aglutina la marca “Madrid” (la marca “Atlético de Madrid” también). Es decir, que el hecho de que Madrid patrocine al Madrid es redundante, luego innecesario.

Que el Real Madrid patrocine a España es un tema aparte, quizá más absurdo incluso. El Estado español ya patrocina a la selección –otra redundancia ineficiente-, pero al menos el equipo de Del Bosque transmite unos valores de frescura, buen rollo y éxito que el Madrid, por mucho que se empeñe Florentino, está a años-luz de inspirar.

Apenas unos días después del acto en el Bernabéu, y en un ejemplo del café para todos característico del zapaterismo, el propio Miguel Sebastián anunció con las orejas gachas que se intentó un acuerdo similar con el FC Barcelona, pero la junta directiva entonces presidida por Laporta se negó.

Será por nacionalismo racalcitrante, o quizá porque el museo del Barça es ya el tercero más visitado de España detrás del Prado y el Reina Sofía. En cualquier caso, ya se le podía haber ocurrido preguntar a alguno de los periodistas si a nadie del ministerio de Industria, Comercio y Turismo le ha dado tiempo de ir a hablar con la junta directiva de Sandro Rosell en los seis meses que lleva en el cargo. Será que los periodistas españoles también viven en su propio mundo paralelo.

5 comentarios:

  1. Cuando leí la noticia me pareció algo tan sencillo como:

    - Oye Floren, el año que viene vais de gira a las Asias no?
    - Pues si, Miguelito.
    - Oye, y qué te parece si ya que os vais, os damos 3 millones de pavos y os ponéis este eslogan patrio a ver si nos visitan más chinorris?
    - Por dinero, Miguelito, lo que haga falta.

    Sea como sea, la imagen del Madrid atrae a las masas extranjeras de territorios lejanos, esas que por suerte no pueden disfrutar de las portadas de Inda y las columnas de Roncero. Mucha gente asistirá a esos partidos de pretemporada y quizá en un puñado de ellos cale el eslogan. Ni Atlético, ni el Sevilla, tienen esa capacidad de atracción.

    En cuanto al Barça, Rossell igualmente se esforzó en dejar claro que el Barça seguía siendo un club catalanista, aunque su reflejo al exterior no sea tan radical como en la era Laporta.

    Más allá del paripé público del acto de presentación del eslogan, con todas esas frases pomposas de cara a la galería, un acuerdo así, en un mundo como este donde nada se hace gratis, no me parece algo tan enormemente censurable.

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  2. Me encantaría que nos presentasen al chino que se dejó la talegada que cuesta un vuelo Shanghai-Madrid sólo porque el Real Madrid lleva pegatinas "Visit Spain" en el autobús.

    Todo depende del cristal con que se mira, por eso que lo suyo sería que presentasen un informe sobre la efectividad de la comunicación: notoriedad, percepción de la marca España, intención de pasar las vacaciones en España, número de reservas hoteleras de turistas chinos, etc.

    Aunque viendo el panorama en España, lo mismo el que vive en los mundos de Yupi soy yo.

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  3. Por esa regla de tres, gastarse millones (o céntimos) en publicidad de corte internacional será siempre una pérdida de tiempo y dinero, porque hemos de suponer ningún extranjero va a gastarse jamás la talegada que presumiblemente costará viajar desde su país de origen hasta España.

    Por supuesto la cuestión no se reduce a Asia exclusivamente, era un ejemplo de pacotilla. Máxime si dentro de una semana el Lyon no le da boleto al equipo de la capital.

    La cuestión es que invertir en publicidad a través de equis medio cuesta dinero, y el Madrid se ha limitado a aceptar una oferta sustanciosa a tal fin. En toda esta historia, de haber unos culpables/derrochadores, no es de toda justicia señalar al club, como he leído en algunos medios.

    Siempre será mejor esto, imagino, que un plan de pensiones ficticio a gente que nunca ha movido un dedo por una empresa (tirando un poquito de demagogia).

    Saludos, hacéis un trabajo genial.

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  4. Este caso me recuerda al del Manchester hace dos años, cuando lucía en su camiseta la marca de una aseguradora que había quebrado defraudando a muchas personas. Es en este contexto que la publicidad intenta unir a productos con valores específicos.

    En lo personal, lo digo desde México, creo que hicieron una elección equivocada los de la comunidad de Madrid. Es mucho más interesante una visión plural de España, desde el país vasco hasta Andalucía, que el centralismo sobre una ciudad que es prácticamente obligatorio visitar si pasas por el país.


    Saludos.

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  5. A lo que iba es a que la marca REAL MADRID ya encapsula la marca MADRID y por tanto la marca ESPAÑA, por lo que es bastante absurdo y redundante pagarles pasta para que añadan el visit spain a... esa es otra, adónde? Porque por regla de tres, si a Bwin le cuesta 20 millones salir en la camiseta, calculo que por lo que paga Miguel Sebastián no le dejen poner el logo más que en la mantita de los suplentes.

    Gracias por los comentarios, da gusto leeros, sois unos fenómenos.

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