martes, 26 de abril de 2011

El Barça gana siempre tocando...

Por Rocheteau
El Barça nunca ha ganado por pelotas. Ya se sabe que en la Ciudad Condal siempre ha tirado lo de tocarla y tocarla… Y el miércoles será algo así como la batalla final, el gran encontronazo, entre el Barça imperio del bien, enlazado de forma tan invisible como inevitable, con Obama, Gandhi y la belleza pura del Renacimiento, con las huestes de la Santa Intuición portuguesa y blanca.

Un choque antagónico al que ambos equipos vivieron en 1960. El Real Madrid había ganado cinco Copas de Europa… de cinco. Era el equipo del mundo. La cumbre del fútbol. Y se enfrentó al Barça, al que el año anterior había triturado en Copa de Europa, un eterno Poulidor vestido de blaugrana que parecía una víctima propicia, a pesar de contar con Ramallets, Kubala y Evaristo.

Fíjense en la foto superior y no les costará adivinar quién ganó. Ahí les tienen, felices como bebés. Desnudos como ídem ¿Imaginan si pasa lo mismo este año en el Camp Nou? ¿Si Cristiano Ronaldo y Pepe, borrachos de euforia, calificados para la final tras el partido de vuelta, decidieran dar a Telecinco (y Cuatro, al ritmo que va) algo más de carnaza para rellenar las improductivas siestas del vagueo nacional? ¿O si Piqué decidiese medirse a la insolencia de cierta revista de manoseo mental y dirimir la hamletiana duda entre paquetón y piquetín?

Igual a muchos jugadores se les bajaban los humos. Igual en algunos campos empezaban a oírse cánticos algo más originales que los manidos insultos. Podríamos incluso instaurarlo, en beneficio de la audiencia: en algunos países, los medios ya pueden entrar en los vestuarios. ¿Por qué no desnudarlos? Mercedes Milá o Boris Izaguirre podrían así presentar el fútbol y unir, de una puta vez por todas, los dos pasatiempos más españoles: el fútbol y el chismorreo.

El caso es que así podían entrar los fotógrafos a los vestuarios en 1960. Coñas aparte, cuánto ha cambiado todo en medio siglo. Ahora, para entrevistar a un jugador, hay que patrocinarle primero. Otras cosas siguen igual: en aquella eliminatoria hubo cinco goles anulados, cuatro al Madrid, penaltis muy protestados, otros escamoteados, y los árbitros, los ingleses Mr. Ellis y Mr. Leafe, casi necesitan escolta.

L’Équipe publicó entonces un artículo titulado “El crimen de Mr. Ellis”, en referencia a un posible arbitraje favorable a los blaugrana. Ese mismo diario ha sacado del cajón esta foto en su revista semanal. En el pie de foto puede leerse: “El éxito fue vivido por Cataluña como una revancha del poder centralista madrileño”. Tan lejos, tan cerca… pero ni una mención al desnudo de los amigos. Politesse obliga…

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