lunes, 9 de julio de 2012

Los damnificados de España


Por Halftown

Capdevila
El último en unirse a esta lista. El lateral catalán, titularísimo en la Euro 2008 y en el Mundial 2010, decidió el pasado verano irse a ganar pasta al Benfica. La cosa empezó a torcerse cuando el 1 de septiembre el club anunció que Capdevila no formaba parte de la lista del equipo portugués para jugar la Champions League. En Da Luz, el enésimo brasileño llamado Emerson le quitó el sitio hasta el punto de que Capdevila acabó la temporada con doce partidos en las botas. Hoy los aficionados se preguntan si había vida antes de Jordi Alba.

Senna
Marcos Senna fue, para muchos, el mejor jugador de España en la Euro 2008. Senna llegó al campeonato como el jugador más veterano del equipo, y se pasó el torneo cubriendo las espaldas de Xavi y compañía, cuando Xabi Alonso lijaba los asientos de Austria y Viena y el doble pivote aún no era el enésimo cisma nacional.
Hoy, mucha gente mete a este campeón de Europa en el mismo lote que a futbolistas irrelevantes con la selección como Donato o Catanha.

Cazorla
¿Cazorla? Se preguntará más de un lector. Pues sí, Cazorla. Convocado por primera vez para la selección en la lista de Luis para la Euro 2008, el otro asturiano de la Roja llegó a jugar cinco partidos en Austria y Suiza. Sin embargo, como su compañero en Villarreal Senna, se quedó fuera de la lista de Del Bosque para la Copa del Mundo en Sudáfrica (aunque sí estuvo en aquella miserable Copa de Confederaciones).
Un tío que ha ganado dos eurocopas y se ha quedado sin Mundial entre ambas, merece un sitio en esta lista. Porque, de pequeño, nadie sueña con ganar un campeonato de Europa.

Tamudo
Los expertos dicen que sólo 20.000 espectadores vieron el nacimiento de la España actual. Aquel 13 de octubre de 2007, Dinamarca y España se jugaban la clasificación para la Eurocopa 2008. En el equipo danés, los clásicos de siempre: Sorensen, Poulsen, Tomasson, Gronkjaër. En el español, los que hoy ya son clásicos: Casillas, Ramos, Xavi, Iniesta. Sólo que en punta no estaba ni Villa ni Torres, sino Raúl Tamudo, que marcó el primer gol de aquel 1-3. Sería su último gol con España. Mientras sus compañeros de aquella noche danesa levantaban la tercera copa consecutiva, Tamudo era presentado con el Pachuca mexicano que entrena Hugo Sánchez. Quién sabe, quizá éste se lo lleve al Madrid cuando por fin le llamen para sustituir a Mourinho.

Sergio García
Vamos a decirlo: nadie entiende muy bien qué pintaba Sergio García en la convocatoria de Luis Aragonés para la Euro 2008. Un jugador anodino, de esos que sólo una temporada ha marcado más de diez goles, al Portillo de Barcelona hay que reconocerle el mérito de haber hecho carrera en Primera. Afortunadamente, Sergio García y su coleta no llegaron a jugar un minuto de rojo en toda la Euro. Ni nunca más.

Raúl
Con él España perdía. Sin él España gana. Información, no opinión.

Joaquín
Cuando llegó Luis, su primera idea fue jugar con extremos sevillanos: Reyes por la izquierda, Joaquín por la derecha. Hoy, otro extremo sevillano, Navas, hace las veces de desatasca bandas cuando Del Bosque lo considera oportuno. “La finta y el esprín”, como anunciaba a Joaquín la megafonía del Villamarín, no ha vuelto a jugar un partido con España desde 2007. Ni falta que hace.

Albelda
David Albelda era la clave de bóveda de aquella parida monumental que Luis Aragonés llamó el “pasillo de seguridad” de España. Suyo era el puesto de escudero de los Xavi, Iniesta y Silva… hasta que Ronald Koeman llegó a Valencia. El holandés, no se sabe muy bien por qué, apartó del equipo a los veteranos Cañizares, Angulo y Albelda, que se acabó cayendo de la lista de Luis a base de no jugar. Angulo emigró a Portugal. Cañizares decidió cambiar la portería por el plató de televisión e Instagram. Koeman se fue con una Copa del Rey bajo el brazo. Y Albelda siguió jugando, pero nunca más de rojo.

domingo, 3 de junio de 2012

Season finale II


Por snedecor
1.- Acaba la temporada en la que por fin el Chelsea ganó una Copa de Europa, con doble maracanazo incluido y teniendo que llegar hasta ese mismo instante, el quinto penalti, en el que la gloria decidió serle esquiva a su anterior versión, más rica, más brillante y mucho más repelente. Porque no debe ser casualidad que este Chelsea al que otrora tanto odiamos se haya reconciliado con los dioses del fútbol precisamente el año en el que olvidó su billonaria arrogancia para mostrarnos su cara más humana. El suyo ha sido el triunfo del fútbol áspero y efectivo, el triunfo de un vestuario con el colmillo retorcido, devorador de entrenadores, feo, viejo y un poco cabrón. Como tiene que ser un campeón de Europa, al menos de vez en cuando y por higiene mental.

2.- Tras ganar su primera liga en cuatro años, doblegar al considerado mejor equipo del mundo, alcanzar la mítica cifra de 100 puntos, romper todos los récords goleadores de la Liga y conseguir que el público del Bernabéu volviera a experimentar las sensaciones de verse a un paso de la Champions, después de todo eso e incluso de algún rato de buen fútbol, de manera increíble y en lo que sin ninguna duda es todo un tiro en el pie que ríete tú del de Froilán, el Real Madrid ha renovado a José Mourinho hasta 2016. Incomprensible y seguramente nefasta decisión que supone dar continuidad a un modelo y un estilo bien definidos, ese tipo de cosas que nunca hacen los clubes con valores y señorío. Ellos sabrán.

3.- Descensos de submarinos y remontadas mañas aparte, una de las historias de la temporada ha sido la del Levante, que pasó de claro candidato al descenso a saborear las mieles de la Champions para acabar metido en la Europa League, demostrando que los viejos rockeros nunca mueren (supongo que esa inmortalidad no es tan difícil de conseguir si tu entrenador se llama JIM). Y dentro de esa historia, dos más: la milagrosa conversión mediática de Ballesteros, cuya imagen pública pasó de brutal carnicero a admirable profesional a imitar, y el culebrón de los casi-dieciocho goles de Koné. Al final, todos contentos: el marfileño queda libre del Sevilla, fichará por el Euro-Levante y presumiblemente será facturado a buen precio por el club granota, como ya pasó con Caicedo el año anterior. Los representantes de todos los delanteros negros de capa caída ya están llamando a las puertas del Ciutat.

4.- Después de cuatro años encabezando las listas de éxitos, parece que Pep Guardiola se ha cansado de la industria y deja el grupo con más aceptación de crítica y público de los últimos tiempos para irse a un retiro espiritual: como toda megaestrella que se precie, era eso o la muerte por sobredosis de tiquitaca. En espera de su regreso, de momento el Barça ha perdido el número uno y ahora la incógnita más inmediata es saber cómo reaccionará la gent blaugrana a este cambio de vocalista. Porque sí, suponemos que con Tito al mando el estilo será el mismo pero, aunque se quiera, la banda no sonará igual (como le pasó a La Oreja de Van… bueno, ese quizá no sea el mejor ejemplo). Si además Justin Bielsa también toma las de Villadiego, suena Míchel (y su elegancia de crooner) como nuevo dios del universo fan.

5.- También se nos fue antes de tiempo (o demasiado tarde, según a quién le preguntes) uno de los trencillas más conocidos de nuestra liga, y lo hizo como sólo él podía hacerlo: envuelto en una absurda polémica sobre un parte médico de incapacidad temporal que nunca existió (el parte, no la incapacidad). Lo que se dice irse a lo grande. El entrañable Iturralde González nos dejó además dos imágenes para el recuerdo. La última fue la de su sufrimiento en las gradas del Estadio Nacional de Bucarest, embutido (más que enfundado) en una camiseta del Athletic y demostrando que un árbitro también puede amar al equipo de su tierra… como bien decía Quique Pina precisamente esa misma semana. La otra imagen, la que pocos recuerdan, la compartió él mismo durante su tan inolvidable como breve experiencia tuitera: el día antes de pitar el decisivo Irlanda-Armenia de clasificación para la Euro no dudó en hacerse una foto junto a un cartel que rezaba “Please keep off playing surface” (manténgase alejado de la superficie de juego). Cuánto significado contenido en una sola instantánea. Se te echará de menos, Eduardo. O igual no. No, creo que no.

sábado, 2 de junio de 2012

Cinderella Team

Por snedecor
Aún no ha llegado a la final como el Quevilly, ni siquiera a semifinales como nuestro Mirandés, pero en un año en el que los modestos parecen haberse puesto de acuerdo para llevarse todos los focos en las copas de medio mundo, la industria americana ha decidido lanzar su propio remake y se ha sacado de la manga a su Cenicienta particular: el Cal FC. Cierto es que su nombre y su escudo (un diminuto balón es el único detalle añadido a la bandera oficial del estado de California) quedan un poco sosos si los comparamos con los de otros modestos que también se han plantado en los octavos de final de la copa estadounidense (como por ejemplo los San Antonio Scorpions o los Dayton Dutch Lions), pero ya se sabe que los remakes yanquis suelen cojear por algún sitio.

La historia del Cal FC es la de un equipo aficionado fundado en 2010 que milita en la US Adult Soccer Association (USASA), un conglomerado de torneos locales y estatales que forman parte del quinto y último escalón (o el primero, según se mire) del complejo sistema del soccer federado americano: poco más que una Sunday League inglesa, algo menos que una Tercera española. Pero pese a su humilde realidad, sin traje ni chándal oficial y jugando con camisetas viejas prestadas por los Chicago Fire hasta hace literalmente cuatro días, el Cal FC se ha metido en octavos de final de la US Open Cup, el torneo futbolístico más antiguo de Estados Unidos (la de 2012 es su edición número 99), tras derrotar a los Kitsap Pumas campeones de la PDL (cuarta división) por 1-3, a los Wilmington Hammerheads subcampeones de la USL Pro (tercera categoría) por 0-4 y a los Portland Timbers de la MLS (primera división de Estados Unidos) por 0-1.

En octavos el Cal FC viajará Seattle para enfrentarse a unos Sounders que han ganado las tres últimas ediciones del torneo y que teóricamente deberían poner punto final al cuento de hadas. Aunque en la copa nunca se sabe, y en América menos todavía: este año la mitad de los equipos de la MLS han caído eliminados en dieciseisavos, la primera ronda en la que participaban, y todos ante equipos de divisiones inferiores. Eso sí: el triunfo del Cal FC el pasado miércoles en Portland supuso la segunda victoria en 16 años de un equipo aficionado frente a uno de la MLS, y eso es lo que ya convierte en noticia las andanzas de este modesto club, que ha superado las tres rondas fuera de casa (matiz importante aunque en USA la incomodidad de jugar a domicilio no la genere el público rival sino los interminables desplazamientos) con la garra y épica que se le presuponen a este tipo de conjuntos, pero también con largos ratos de buen juego.

Algo que se entiende algo mejor en cuanto se araña un poco la superficie de la historia: pese a su condición de equipo amateur, los héroes del Cal FC no son colegas treintañeros de Thousand Oaks (condado de Ventura, cerca de Los Ángeles, al sur de California) que se juntan por las tardes para echar una pachanga. En su mayoría se trata de viejas jóvenes promesas de la zona (el más veterano tiene 26 años) que en su día no tuvieron la ocasión de llamar a puertas más importantes, o que lo hicieron y fracasaron en su intento de ganarse la vida con el fútbol. Algunos fueron descubiertos por el entrenador del Cal FC mientras buscaba talentos para otro singular club del sur de la frontera del que ya hablamos en FNF, los Murciélagos de Guamúchil, pero en la plantilla también hay antiguos internacionales juveniles y hasta algún extranjero que llegó a Estados Unidos para jugar en la MLS y que acabó siendo cortado por la franquicia que le fichó basándose sólo en los informes de algún ojeador iluminado.

Un entrenador por Facebook

Ahora todos ellos esperan que su trayectoria en esta US Open Cup les ayude a encontrar una nueva oportunidad en el soccer profesional: ése y no otro es el objetivo real del Cal FC toda vez que en EE.UU. no existen ascensos deportivos. Como dice su entrenador, “si en el mes de agosto aún están jugando para mí es que algo habré hecho mal”. Un entrenador que ni siquiera puede dedicarse por completo a ellos, puesto que sus obligaciones laborales le hacen perderse muchos fines de semana de competición. De hecho no pudo estar en el banquillo en la primera ronda copera, empezó a preparar la segunda desde Alemania dando indicaciones a través de Facebook y antes del partido contra los Timbers sólo pudo juntar a sus chicos para un único entrenamiento. Para qué más, visto el resultado.

Pero para él este equipo y esta copa también han sido una especie de revancha: hace tres años dos franquicias de la MLS rechazaron su ofrecimiento para entrenarlas porque no tenía experiencia ni siquiera como técnico ayudante. “No sabía que se necesitara haber sido ayudante de alguien para poder entrenar a un equipo”, respondió, fiel a su estilo franco y provocador. Ante ese doble portazo en las narices, y haciendo gala del típico espíritu emprendedor americano, el tipo tiró por la calle de en medio y fundó su propio equipo, el Cal FC, para demostrar al mundo sus cualidades. Con un par.

Valiente y sintomática decisión de un hombre con merecida fama de bocazas arrogante y que nunca ha mostrado excesiva consideración por los técnicos, ni siquiera ahora que ya es uno de ellos: “Les dije a los chicos que si cambiar la forma en la que juegan es ser entrenador, no quería ese trabajo; fueron ellos mismos y ELLOS ganaron”, tuiteó (mayúsculas incluidas) para restarse importancia tras la histórica victoria en Portland. Su fijación viene de lejos: en los círculos futboleros de la bahía de San Francisco aún se recuerda aquella avioneta que sobrevolaba durante los partidos el estadio de San Jose con una pancarta a lo Ruiz Mateos que decía “Fire Calloway” (echad a Calloway). Por aquel entonces el inglés Laurie Calloway era el entrenador de los Earthquakes, que aún se llamaban Clash (muchas cosas han cambiado desde 1997), y el que alquilaba la avioneta era… uno de sus propios jugadores.

Puntualicemos. El que alquilaba la avioneta era el más mediático de sus jugadores. El más mediático y, probablemente, el mejor de los jugadores estadounidenses de la época: Eric Wynalda. El mismo Eric Wynalda que después de varios años granjeándose una polémica imagen de fantoche tras los micrófonos fundó el Cal FC para darse a sí mismo una oportunidad como entrenador que nadie más le ofrecía y que está aprovechando a las mil maravillas, aunque sólo baje a la banda cuando sus compromisos como comentarista televisivo se lo permiten. Eric Wynalda; la estrella mediática que, en definitiva, justifica que hablemos de este remake hollywoodiense de la Cenicienta.

martes, 22 de mayo de 2012

Locos por las (pre) selecciones




Por snedecor
“Una lista de 23 jugadores debe estar en posesión de la administración de la UEFA al menos diez días antes del partido inaugural de la fase final. Tres de esos 23 jugadores deberán ser porteros” (Artículo 17.04 del Reglamento de la Euro2012).

Y ya está. La UEFA lo deja bien claro en su reglamento: le basta con que le digan quién va a jugar la Eurocopa 10 días antes de que empiece. Ni listas previas ni relaciones de reservas, nada: si alguno de esos 23 futbolistas se lesionara de gravedad antes del debut de su selección no hay ningún tipo de restricción para elegir a su sustituto. Podrías tenerlo encerrado en un bunker o tener que ir a buscarlo a la isla tropical donde estuviera pasando sus vacaciones, que a la UEFA le da igual: con que pase el reconocimiento médico le sobra. Puestos a elegir, los seleccionadores prefieren tener a los hipotéticos recambios en su bunker (cosa entendible, vale), pero óiganme, señores seleccionadores nacionales: si la UEFA sólo les exige presentar la lista definitiva de convocados, no nos vuelvan locos. Por favor se lo pido.

Suecia, Irlanda, Portugal e Inglaterra decidieron hacernos un favor a todos y han anunciado directamente a sus 23 elegidos, aunque tras oír su comentario sobre Pirlo y Ambrosini y ver que en su lista están Terry, Downing, Carroll y un portero de segunda no nos queda muy claro si Roy Hodgson sabe realmente a quién ha llamado. Luego cada maestrillo tiene su librillo y después de una temporada larga e intensa es normal que los técnicos tengan alguna duda, que quieran ver más de cerca en qué estado llegan algunos futbolistas o que les apetezca dar un premio a algún chaval que despunte, así que preselecciones de 26 o 27 jugadores como las de Alemania, Rusia o Croacia tienen un pase. Aceptamos barco como animal acuático. Pero lo que está ocurriendo en estas primeras semanas de mayo con el resto de selecciones es un auténtico sindiós.

Prandelli ha llamdo nada menos que a 32 futbolistas para la azzurra (incluyendo también a alguno de segunda) y Van Marwijk dio el nombre de 36 holandeses para dejarlos en 27 apenas una semana después y sin entrenamientos de por medio. A eso lo llamo yo tener las ideas claras. En el otro extremo están Francia y Grecia, que primero anunciaron sólo los convocados que no juegan en sus respectivas ligas nacionales: apenas una docena por barba. ¿Para qué hacer públicas unas listas así? Ni ellos lo saben. También se me escapan las razones por las que Dinamarca sólo citó de entrada a 20 de los 23 hombres que estarán en la Eurocopa. Igual, recordando el título del 92, quisieron esperar a que los demás estuvieran de vacaciones para convocarlos, pero ¿qué les costaría haber dado la lista completa (o una preselección mayor, si Olsen tenía dudas) de una sola vez? Misterios insondables de la humanidad. Por el contrario, el seleccionador checo me parece un tipo razonable: únicamente tiene que descartar a uno de los cuatro porteros presentes en su preselección de 24 jugadores. Así sí.

Más allá de los típicos problemas con las infraestructuras, los abusivos precios de los hoteles, las pintorescas protestas de FEMEN y los amagos de boicot político de la UE, parece que en los países anfitriones no quieren sorpresas: Ucrania y Polonia han convocado a 26 jugadores cada una, pero es que además otros 8 ucranianos y 7 polacos permanecerán oficialmente en la reserva mientras Blokhin y Smuda deciden qué tres futbolistas de sus respectivas listas “A” se quedan fuera. Estos suplentes de los suplentes ni siquiera estarán en las concentraciones previas de sus selecciones: han recibido la orden de mantenerse en forma por su cuenta (y con el móvil encendido y con cobertura, imagino), por si acaso tienen que llamarlos. Cosa muy poco probable, pues una plaga de lesiones como la que necesitarían para tener una oportunidad sólo la ha sufrido el equipo de béisbol que montó el señor Burns (bueno, y el Arsenal casi todos los años).

Y luego, por supuesto, está el caso español: 21 convocados para dos amistosos que deberían ser de preparación pero que sólo serán de recaudación, ya que la mitad de esos futbolistas no estarán en la lista definitiva que sí incluirá a los jugadores de Barça, Athletic y Chelsea (salvo sorpresa, entre 9 y 12 jugadores de los 23 saldrán de esos 3 clubes). Al menos nos queda el consuelo (?) de saber que lo nuestro no es precisamente un capricho de seleccionador. Vaya desde aquí nuestro más afectuoso saludo a don Ángel María y resto de responsables.

jueves, 17 de mayo de 2012

Titanic II y el cisma del soccer aussie


Por snedecor
En esta vida hay dos tipos de millonarios: los discretos y los que molan. Y Clive Frederick Palmer, de 58 años, el hombre más rico del estado de Queensland y quinta fortuna de Australia, es de los que molan (al menos si no se cruza en tu camino). Un hombre hecho a sí mismo, de los que dejan la Universidad antes de graduarse viendo que donde de verdad se gana dinero es fuera de ella (por ejemplo en el mercado inmobiliario), y que no deja ningún palo sin tocar: del ladrillo se pasó a la minería, donde multiplicó su fortuna, y con las ganancias metió la cabeza en política (amén de relacionarse con las más altas esferas australianas presume de haber entablado amistad con Ted Kennedy y Mijail Gorbachov).

Palmer también es uno de esos excéntricos magnates acostumbrados a dar jugosos titulares: recientemente afirmó que Greenpeace es un instrumento de la CIA para boicotear los intereses económicos de los rivales de Estados Unidos, y hace un par de semanas saltaba a los periódicos de todo el mundo gracias a su último proyecto, construir una réplica del Titanic que sea capaz de mantenerse a flote durante más de un viaje (más que nada, por aquello de hacerlo rentable). Sí, Amancio Ortega será más rico, pero es infinitamente más aburrido.

Aunque el promotor se ha cuidado mucho de dar cifras, se dice que el nuevo barco (que estaría listo para 2016) costaría unos 3.000 millones de dólares, y eso a pesar de que se fabricará en los teóricamente baratos astilleros chinos de Nanjing. Siempre, claro está, que se firme el contrato, cosa que de momento parece que aún no se ha hecho. Minucias. Palmer lleva tiempo convencido de que el futuro (al menos el suyo) pasa por el gigante asiático: sus empresas mineras firmaron en la pasada década billonarios acuerdos con sociedades estatales chinas para que éstas puedan extraer materiales del rico subsuelo australiano. Y dentro de su estrategia de acercamiento a China, el fútbol fue otro puente.

Libertad de expresión

Con la entrada de Australia en la Confederación Asiática (AFC) en 2006, Clive Palmer vio abierta una magnífica vía de promoción en todo el continente y en 2008 adquirió una franquicia en la liga australiana, fundando el Gold Coast United con la esperanza (imagino) de que la participación en torneos continentales y los contactos surgidos alrededor de la AFC le ayudaran a forjar alianzas estratégicas para sus empresas. Desconocemos si logró esos objetivos; lo que sí sabemos es que la A-League, una competición ideada al estilo empresarial de la MLS estadounidense, no ha acabado de despegar en el país de los canguros, y que un personaje como Palmer no iba a quedarse de brazos cruzados viendo cómo eran otros los que manejaban (mal, bajo su punto de vista) un cotarro que a él le costaba sus buenos dineros.

Desde el primer día la relación entre Palmer y la Federación Australiana (FFA) ha sido un constante tira y afloja por el poder y la gestión económica de la A-League, hasta que la cosa pasó de simples encontronazos (resueltos a base de multas) a las descalificaciones personales. Entonces la FFA cortó por lo sano y a finales de febrero, con la liga en su tramo final, decidió revocar la licencia del Gold Coast United después de que el equipo se presentara a un partido con el lema “libertad de expresión” impreso en sus camisetas y en todas las vallas del estadio. Pero si los dirigentes de la federación pensaban que así acabarían con el problema, se equivocaron. Porque Palmer no tardó ni dos minutos (y no es una frase hecha) en anunciar la creación de un nuevo organismo futbolístico paralelo a la Federación para defender los verdaderos intereses del soccer australiano (según los entiende Clive Palmer, claro). De paso, siguió acusando a los directivos de la FFA de ser unos ineptos dictadores incapaces de organizar un torneo rentable.

En un primer momento los tribunales australianos ratificaron la decisión de la FFA porque, en su afán por reducir los costes de una inversión que ya se le antojaba ruinosa, Palmer había incumplido varias estipulaciones del contrato de franquicia. Pero él, fiel a su estilo, sigue tocando las narices. Por ejemplo, en abril cerró un acuerdo de patrocinio con uno de los equipos más conocidos (y económicamente más necesitados) de la A-League: el Adelaide United cobraría 300.000 dólares australianos por llevar en sus partidos de la Champions League asiática el emblema de “Football of Australia”, la organización creada por el magnate para competir con la Federación. Para sorpresa de la FFA, la Confederación Asiática aprobó el patrocinio pese a tratarse de una clara afrenta a uno de sus asociados, y fue necesaria una queja oficial de la Federación explicando las connotaciones políticas del logotipo para que, en el último minuto, la AFC revocara su primera decisión.

Seguramente la FFA no ha gestionado del todo bien la A-League, como también está claro que Palmer no ha tenido precisamente el éxito que esperaba con su equipito, pero el caso es que en el soccer australiano se ha abierto la caja de los truenos. Poco después de la expulsión del Gold Coast (que será sustituido por un equipo de nueva creación en Sidney, totalmente financiado por la liga), otro millonario, Nathan Tinkler, decidió renunciar a la propiedad del Newcastle Jets por discrepancias con la gestión de la FFA: al igual que Palmer, había invertido unos 20 millones de dólares en la A-League para no tener ni voz ni voto ni beneficio. Con la espantada de Tinkler la liga no sólo debía encontrar otro inversor dispuesto a comprar su franquicia para seguir teniendo 10 equipos, sino que también perdía un importante acuerdo de patrocinio con la distribuidora de bebidas propiedad de Tinkler. Y eso, cuando Fox Sports ya había dicho que no iba a pagar por los derechos televisivos de la A-League las cantidades inicialmente firmadas, basadas en unas perspectivas sobre las audiencias que se han demostrado demasiado optimistas, era casi como toparse con un iceberg en medio del Atlántico durante una oscura noche de abril.

Pero tras un mes de tensión, amenazas cruzadas de demandas y declaraciones altisonantes, la A-League ha reconducido la situación con Tinkler y éste vuelve a ser propietario de Newcastle Jets, con lo que al menos la FFA ha cerrado una de las vías de agua que se le habían abierto a su buque insignia. Mientras tanto, Clive Palmer recorre la isla-continente buscando adhesiones a su nueva organización (que ahora, para evitar represalias a quienes la apoyen, vende como una inocente mesa de diálogo para mejorar la situación del soccer en las antípodas) y acaba de demandar a la FFA por daños y perjuicios: reclama 22 millones como indemnización por la retirada de la licencia al Gold Coast United. Es más o menos lo que invirtió en la franquicia, porque Palmer no se hizo rico a fuerza de palmar pasta. Si gana, esperemos que destine al menos una parte a comprar para su Titanic más botes salvavidas de los que llevaba el original. Por si acaso.

jueves, 3 de mayo de 2012

El coto privado de ‘el Paloma’


Por Sopenilla
Dicen quienes lo vivieron que a Adolfo Suárez nunca le perdonaron su falta de pedigrí. Frente a un Garrigues-Walker como Joaquín, lo suyo no dejaba de ser una inclinación adictiva al poder. Poco importó, por tanto, que su flor en la toma de grandes decisiones rebajara a la postre esa ambición desmedida. En la España de finales de los setenta, con una democracia a cuestas recién estrenada, la figura de un self-made man a la americana resultaba demasiado hollywoodiense en comparación con el enchufismo castizo.
Nada que no se curase con el tiempo. Cuando el modelo autonómico cuajó en el trasvase de competencias, y las arcas del Estado empezaron a vaciarse, el argumento devino al fin en relato. El flujo crediticio echó a correr parejo con las recalificaciones, y los que hasta entonces no habían visto en la tierra más que una herencia baldía no tardaron en sospechar que, detrás de ese bien inmueble, se hallaba una vía de ascenso social.

Con el esfuerzo que caracteriza al cono sur europeo, bastó el salvoconducto legal de las SAD para que toda una constelación de nuevos empresarios descollase. Encabezados por el difunto Jesús Gil, y ayudados por esas tribunas que ganaron cuota televisiva a base de airear secretos de alcoba, desfilarían por los palcos de 1ª y 2ª advenedizos de todo tipo y condición. Desde un Ruiz-Mateos hasta un Ruiz de Lopera. La lista es conocida y daría para llenar un centro penitenciario. Pero, puestos a escoger, en FNF preferimos quedarnos con el último baluarte hasta la fecha de esa legión de oligarcas. Aunque para ello haya que bucear en la liga Adelante.

El racinguista Pernía colgó los hábitos para acabar subiéndose a un A8. Los orígenes de Paco Gómez, en cambio, lo sitúan yendo a por uvas con 14 años. Primero en Francia y, más tarde, en Suiza. En su retorno a la patria que le vio partir, haría las veces de encofrador. Pero la clave de que los ceros aflorasen en su cuenta corriente no la tuvo la paleta, sino esa especie de bando municipal identificado con las siglas PGOU que multiplicó por diez el valor de unos pocos metros cuadrados.

La cosecha de billetes puso los cimientos de Invercón, el holding con el que, de la mano de urbanizaciones y campos de golf, se hizo un hueco en el sector de la construcción. En cuanto ‘el Paloma’ –como es conocido– amplió su emporio al negocio que le dio su primera paga, la veda para poner coto a un club de fútbol quedó abierta. Abonó el terreno con el Orihuela, el Toledo, el Eldense e, incluso, con el Oviedo –del que aún conserva el 5% de sus acciones–, y se decantó finalmente por el Cartagena.


Proyectazo, a la espera del Villarreal

De su incursión en el entonces Cartagonova se cumple ya casi una década. Al preguntarle por los motivos de aquella decisión, suele asegurar que actuó un tanto engañado. “Como a un chino”, para ser más exactos, dando a entender que la acumulación de deudas a las que debió hacer frente tras su llegada –hasta un total de 700 millones de las antiguas pesetas– fue un acto de filantropía. Lo que está claro es que, con el tiempo, el supuesto desinterés se tornó en carta blanca para jugar con su patrimonio. Cual Briatore al mando de la escudería blanquiazul del QPR.

En España siempre hay un hombre que lo hace todo, y ese hombre en el equipo portuario ha sido, desde 2003, Paco Gómez. Bajo su presidencia, su vara de mando se ha cobrado cuatro directores deportivos. A día de hoy, él mismo realiza esa función después que David Buitrago, el último en aceptar el puesto, fuera enviado a la cola del INEM por culpa de unas cartas astrales. Antes de que otros se lleven crudo el dinero de ‘el Paloma’, mejor que lo haga una pitonisa.

Lo sucedido anteriormente con Pepe Murcia, Daniel Golpe o Miguel Montes Torrecilla, tendría su propia secuela en la configuración de las sucesivas plantillas. Ciertamente, desde que Gómez lo adquiriese, el cuadro murciano no ha parado de crecer. Pero es posible que el aura de JIM, que dejó al Efesé al borde de los play-offs de ascenso antes de acaparar flashes con el Levante, contribuyera a despistarle. Convencido de que los suyos se habían dejado llevar en el tramo final de la pasada campaña, incorporó hasta un total de 16 jugadores al comienzo de ésta.

Tampoco es que fuese algo llamativo. A lo largo de su mandato, el balance de altas y bajas habla de medio centenar de fichas por una decena de técnicos. El resultado está a la vista. Mientras Iván Bolado apura sus días en el CSKA búlgaro tras su excursión guineana a la Copa de África, el Cartagena ocupa el farolillo rojo a trece puntos de la salvación. La imagen de “proyectazo” ya planea en todas las esferas de la ciudad. Así que, a estas alturas, sólo hay margen para invocar un hipotético descenso del Villarreal que arrastre consigo el de su equipo filial.

Una vidente también se cruzaría en la vida de Suárez prediciendo que terminaría en la Moncloa. En el caso de Gómez, imputado por prevaricación en el caso de Las Navas del Marqués, no parece que vaya a acabar sus días admirado por todos y con un ducado bajo el brazo.

lunes, 30 de abril de 2012

La pulga diminuta



Por snedecor
Barcelona, sala de prensa del Camp Nou, 13:32 horas del viernes 27 de abril de 2012. Sandro Rosell, presidente del F.C. Barcelona, comparece flanqueado por el director deportivo Andoni Zubizarreta y el entrenador del primer equipo de fútbol, Pep Guardiola, para anunciar que éste último ha decidido abandonar su cargo al final de la presente temporada. Es un momento trascendental para la historia del club, un adiós pactado y aceptado, en un momento de bajón pero ni mucho menos crítico, un ejemplo de transición pacífica y ordenada que queda reflejado en la solemnidad de un acto tranquilo y en el que la imagen de la institución debe quedar por encima de todo para salir aún más fortalecida.
Con su habitual dominio de la escena y la palabra y ante una audiencia rendida de antemano, Pep va explicando sus motivos para abandonar, que no son más que la manida excusa del “no eres tú, soy yo” llevada al fútbol: que si se siente vacío, que si necesita tiempo para recargarse, que si quiere hacer otras cosas y ver el fútbol desde fuera… Sólo le faltó decir que quería salir con otras personas, pero en fin, qué más da, es Guardiola. Frente a él, decenas de periodistas de medio mundo, la junta directiva en pleno y una amplia representación de la plantilla: para ser más exactos, todos los canteranos surgidos de La Masía, en perfecta representación del elemento diferenciador de la filosofía blaugrana (ya decimos que se trata de un acto institucional de primer orden). Las cámaras repasan sus rostros, serios, cariacontecidos, sabedores de que los ojos de todo el planeta están atentos a sus reacciones. Puyol fija la mirada en su entrenador, Piqué baja la cabeza, Xavi y Víctor Valdés tragan saliva...
… y entonces Messi no aguanta más y rompe a llorar. Los flashes se disparan para captar la imagen más esperada, la del astro incapaz de reprimir su emoción en el momento del adiós de quien ha contribuido decisivamente a hacerlo grande. Una pequeña pausa, una sonrisa cómplice y un cálido y paternal abrazo sellan un emotivo instante que quedará grabado para siempre en el imaginario colectivo de los barcelonistas, y que acompañará a sus protagonistas durante toda su vida.
Snif. Demasiado bonito (y almibarado) para ser cierto. La imagen más potente, la que seguramente todos los culés (y no culés) esperaban ver, jamás se produjo. Porque Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, uno de los mejores (si no el mejor) de todos los tiempos, símbolo de este Barça triunfal, no estaba allí. Desde el minuto uno su ausencia fue motivo de debate; tal fue el revuelo que sus asesores se apresuraron a lanzar un breve comunicado a través de su cuenta de Facebook: Messi da las gracias a Pep por todo lo que ha hecho pero no quiere que la prensa (cruel enemiga del futbolista desde tiempos inmemoriales) sea testigo de su emoción.
Oficialmente, Messi no quiere mostrar su pena por segunda vez en una semana después de que su imagen con la cabeza escondida en su camiseta, amargamente consciente de que si Munich se alejaba definitivamente era, en buena medida, por el penalti que estrelló en el travesaño, diera la vuelta al mundo. Gestos que humanizan a los genios y que cualquier asesor de imagen del montón sabría y aconsejaría cómo explotar. Pero Lionel dice que no y es que no, y nadie es capaz de hacerle ver que de su presencia en esa rueda de prensa sólo pueden salir beneficios para él y para su club. Extraoficialmente, Messi no fue porque no le salió de ahí.
Una estrella, ¿un adulto?
¿Quién es Messi en realidad? Sobreprotegido por su club y su entorno, siete temporadas después de su irrupción podemos decir que Messi, además del mejor futbolista del mundo, es un tipo que se salta entrenamientos cuando no juega y que por eso juega lo que quiere y cuando quiere (que se lo digan a Mendilibar), un tipo al que Ramón Besa pintaba hace cosa de un año en un extraño artículo en El País como poco más que un niño malcriado y caprichoso al que hay que aguantarle los berrinches porque Leo es así y punto, porque para eso es el mejor del mundo.
Uno repara en quienes han sido los más grandes en esto del fútbol, en los Di Stéfano, Pelé, Cruyff o Maradona, y ciertamente piensa que debe de ser difícil atar en corto a este tipo de genios: todos han hecho siempre lo que les ha dado la gana. Pero eso sí, estos 4 eran y siguen siendo bien conscientes de que son y han sido los mejores, y como tal han actuado. Perfectos conocedores de la repercusión que generan sus movimientos, genios y figuras, han sido auténticos líderes allí donde han ido, metiendo la pata a menudo (unos más que otros) pero mostrando siempre una personalidad arrolladora que les convierte en protagonistas de la noticia hasta cuando van al baño. Grandes personajes a los que se ama y se odia, y al lado de los que “la Pulga” empequeñece. Y es que Messi es ese extraño espécimen al que, siendo el número uno del deporte número uno y estando en Nueva York para un partido amistoso, Adidas decide no exhibir en su megatienda de Broadway como haría (y hace) con cualquier otro en su misma situación, porque a nadie le interesa (y menos en USA) lo que diga un tipo plano y gris como Leo.
Vale que sea tímido, vale que no acabe de gustarle eso de ser siempre el protagonista. Vale que, siendo sinceros, al final lo único que importe es que siga haciendo diabluras sobre los terrenos de juego. Pero no es que Messi no sea (ni vaya a ser) un personaje arrollador y carismático como sus predecesores en el Olimpo del fútbol: es que en Messi, a sus 24 años, ni siquiera vemos a un adulto capaz de entender sus responsabilidades y las servidumbres de ser el mejor del mundo.
En lo que sí se asemeja a esos genios es en que parece que nadie de su entorno tiene el suficiente carácter como para llevarle por el camino adecuado y obligarle a hacer cosas que no quiere hacer simplemente porque tiene que hacerlas. Porque Lionel puede llorar con la cabeza hundida en su almohada por la marcha de Guardiola, puede sentirse triste, enfadado y hasta traicionado, puede enfurruñarse como un niño y dejar de respirar, pero el tres veces Balón de Oro, el mejor jugador del mundo, la estrella máxima del F.C. Barcelona surgida de su magnífica cantera y pulida por el mejor entrenador posible, Messi, debe acudir a esa rueda de prensa. Y si es para llorar, mejor todavía.

sábado, 28 de abril de 2012

La oportunidad perdida de Sandro Rosell


Por Halftown
Fue él, como presidente del club, el que anunció al mundo lo que ya era un secreto a voces: Pep Guardiola, el entrenador que lo ganó todo mientras meaba colonia vestido de traje, dejaba de ser el entrenador del Fútbol Club Barcelona. Los que vimos la rueda de prensa –al menos el que escribe estas líneas y los otros cincuenta mil que estaban conectados a YouTube en ese momento- pudimos ver la cara de Guardiola mientras el president Rosell abría el acto: sin saber adonde mirar, con el aire indiferente, casi socarrón, consciente de estar dando un puñetazo, pero no en la mesa. Un puñetazo a Rosell.

Después, cuando la rueda de preguntas comenzó, alguien demandó a Rosell si sentía que la hora de la verdad de su proyecto llegaba, dado que Guardiola era una herencia del denostado régimen de Laporta. Rosell negó la mayor, alegando una cifra de jugadores contratados durante su mandato. No convenció a nadie. Ni a sí mismo.

Más aún, Rosell no sólo ha tenido que soportar el bochorno de un portazo en las narices del entrenador que puso Joan Laporta –los rumores apuntan a que había llegado a ponerle un cheque en blanco para que no se marchara- sino que además ha nombrado a su segundo de abordo nuevo entrenador del primer equipo.

El líder visionario y el ejecutor eficiente

Desde ayer se han escuchado muchos paralelismos con situaciones similares, y probablemente los dos que más han sonado son dos casos antitéticos: el de Bob Paisley en el Liverpool y el de Carles Rexarch en el propio Barça. Paisley, durante años segundo de Shankly, superó a su maestro hasta el punto de convertirse en el mejor entrenador de la historia del Liverpool. Rexarch, en cambio, aceptó el banquillo del Camp Nou años después de que su maestro en el banquillo, Johan Cruyff, lo hubiese dejado. El resultado, como todos recordamos, fue nefasto.

Y es que no es lo mismo ser número uno que número dos. Son dos perfiles diferentes, el uno de líder visionario, el otro de ejecutor eficiente. Esto debería saberlo Rosell, pues al fin y al cabo él fue el ejecutor eficiente a la sombra de Joan Laporta.

¿Por qué Vilanova? El mensaje es si duda continuista. Pero, ¿por qué apostar por el continuismo? De acuerdo que el Barcelona actual es uno de los mejores equipos de la historia, pero los ciclos no duran eternamente y no hay recambio de garantías para el cerebro de este equipo, Xavi Hernández, que ya ha cumplido los 32.

Muchos defienden lo de “squadra che vince non si cambia”. Y es verdad que la elegida es sin duda la opción populista. Lo fácil. Pero da la sensación de que Sandro Rosell ha perdido la oportunidad de reivindicarse como un líder, apostando por una evolución del modelo.

Eso es precisamente lo que se hizo en el Barça cuando se echó a Rijkaard para poner a un tipo cuya primera decisión fue echar a Deco y Ronaldinho. Aquel tipo se llamaba Pep Guardiola y el visionario que apostó por él es el antiguo jefe de Sandro Rosell.

martes, 28 de febrero de 2012

Esas pequeñas diferencias

Por snedecor
Pongamos que tienes veintimuchos, que juegas en un equipo de segunda (o tercera) fila y que tu máxima aspiración en esto del fútbol profesional ya sólo es juntar un dinerillo que, pasado el tiempo, al menos justifique el haber perdido los mejores años de tu vida corriendo detrás de un balón. Y pongamos también que un viejo compañero al que hace siglos que no ves se te acerca un día y te ofrece un pastizal por equivocarte en un par de jugadas de un encuentro sin demasiada trascendencia. La tentación está ahí, y los principios y las circunstancias de cada uno marcarán la decisión. ¿Qué hacer?

Simone Farina, defensa del Gubbio nacido en 1982, lo tuvo claro. Su historia es de sobra conocida: mandó a paseo a Alessandro Zamperini y sus 200.000 euros y denunció los hechos ante la Policía. Tirando del hilo, en pocas semanas se desmanteló toda una red de apuestas ilegales y amaño de partidos que salpicaba a la Serie B italiana (otra más) y que hundía sus raíces en el sudeste asiático, como toda buena mafia relacionada con esta industria que se precie. Un caso más, condenado a perderse en el olvido hasta que algún avispado pensó que el desconocido jugador podía convertirse en el símbolo de una pretendida limpieza que, a poco que se escarbe, parece que brilla por su ausencia.

Y dicho y hecho. Hoy Farina sigue temiendo las represalias de los delincuentes que ayudó a atrapar, pero gracias a su ejemplar comportamiento (y a la oportuna fecha en la que se destapó todo, a finales del año pasado) fue el invitado de honor de la FIFA en la gala del Balón de Oro, ha sido nombrado embajador del Fair Play y, salvo cambio de última hora, esta misma semana entrenará con la selección azzurra como premio a su honradez. Gestos que uno no sabe muy bien si son reconocimientos sinceros hacia él o simples campañas de lavado de imagen para quien los concede, pero que ahí están: el sistema ha convertido al rubio Simone Farina en ese héroe inesperado de humildes raíces y elevados valores que el fútbol necesitaba.

Serbia no es Italia

Por circunstancias de la vida, Dragisa Pejovic no ha tenido tanta suerte. Pejovic es, como Farina, otro anónimo defensa nacido en 1982; la diferencia es que él es moreno y ha desarrollado casi toda su carrera en el modesto Borac Čačak de la Primera división de su Serbia natal. Y esta última no es una cuestión menor: a juzgar por lo que cuenta Pejovic, cuando se trata de hacer trampas allí el que se te acerca no es un discreto ex-compañero; y, por descontado, en Serbia tampoco hay cordiales encuentros en cafeterías como el que Zamperini propuso a Farina. Pequeños matices que complican la decisión.

“He participado en partidos amañados. No porque quisiera, sino porque los directivos me obligaban: si no jugaba, no me pagaban. Los jugadores que se negaban a amañar resultados eran apartados del equipo”, ha confesado el serbio. “La noche anterior al partido te sacaban del hotel, te metían en un coche y te tenían horas dando vueltas. Te chantajeaban y te amenazaban con partirte los brazos y las piernas si no hacías lo que te decían”. Desengañado por todo lo que ha vivido en sus seis años y pico en el Borac Čačak, Pejovic milita ahora en un conjunto amateur y afirma que apenas tiene para subsistir. Al menos se siente libre y relativamente tranquilo, sensaciones desconocidas en su anterior equipo: “Cuando recibí ofertas del extranjero no pude irme porque gente del club me reclamó dinero para dejarme marchar”, declaró el jugador. “El último año fui agredido por un directivo, delante de mis compañeros, cuando le pregunté que cuándo íbamos a cobrar nuestros sueldos”.

Pejovic hizo estas impactantes declaraciones a principios de febrero en una rueda de prensa en la que FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas, presentaba un informe en el que se denuncian los abusos, trampas, agresiones y demás irregularidades que parecen estar a la orden del día en el fútbol de la Europa del Este, y repasando las 180 páginas de este “Libro Negro” elaborado por el sindicato resulta difícil no creerle. Como en el caso de Farina, las autoridades no han tardado en tomar medidas ante semejantes acusaciones, pero para Pejovic no habrá ni glamourosos homenajes en Zurich ni palmaditas en la espalda del seleccionador nacional. Sus denuncias también acabarán en los tribunales, pero si nada lo remedia será él quien se siente en el banquillo de los acusados: la Federación Serbia le ha puesto una querella por manchar el buen nombre de su competición liguera. La FIFA, de momento, calla.

Habrá quien piense que Pejovic debería haber acudido antes a la policía, y quien vea en sus palabras una simple venganza por haberse quedado fuera del equipo y hasta un sucio intento de ganarse un dinero que no fue capaz de conseguir con el fútbol. Pero no debe ser lo mismo toparte con tu primera proposición indecente a los 29 años que jugar desde los 21 en un campeonato donde esas prácticas parecen casi institucionalizadas, como quizás tampoco la policía serbia pueda brindarte la misma protección y confianza que la italiana. Quién sabe si de haberse encontrado en la piel de Farina el serbio no hubiera reaccionado igual que el italiano, y viceversa. Pero por esos caprichos del destino, en esta película a Dragisa Pejovic le tocará desempeñar un muy secundario rol de mártir: el papel de héroe lo escribieron para otro. El fútbol (y la vida) es así.

jueves, 23 de febrero de 2012

Cerrado por huelga

Por snedecor
En estos tiempos convulsos, la crisis económica y las decisiones políticas llenan las calles de gente y vacían los estadios, y no sólo por el elevado precio de las entradas o los horarios intempestivos. Por ejemplo, Egipto sigue sin fútbol desde la matanza politizada de Port Said, y si en España la incapacidad para firmar el nuevo convenio colectivo del fútbol profesional aún no desemboca en un nuevo parón (o en amenaza de) es porque en la cúpula de la AFE ahora mismo tienen otros problemillas más urgentes de los que ocuparse. Pero a lo largo y ancho del orbe, varios países ven como sus ligas cierran temporalmente para protestar por los motivos más diversos.

GRECIA: La crisis del (no tener un) Euro
El balón no rueda en los campos de Segunda y Tercera desde principios de mes, y este próximo fin de semana se parará también la Primera división helena. Los jugadores de las categorías inferiores se declararon en huelga porque no cobran, y los directivos de la SuperLiga cerrarán una jornada porque el Gobierno quiere vigilar más de cerca su comportamiento financiero, en una medida que los clubes consideran una cortina de humo para tapar la pésima gestión gubernamental en esos otros campos donde hay más en juego. Mientras tanto, el cuantioso dinero de las apuestas (el de las legales, porque el de las ilegales dicen que sigue corriendo sin problemas) está paralizado por la empresa OPAP desde la temporada pasada, como castigo por el comportamiento violento de los aficionados. Como siempre que las autoridades políticas intentan inmiscuirse en los asuntos del fútbol, la FIFA ya se ha apresurado a lanzar su tradicional amenaza de suspensión internacional y cabe esperar que, también como siempre, las autoridades políticas acaben dando marcha atrás en sus pretensiones so pena de quedar como los imbéciles que dejaron al país sin ir a la Eurocopa.

PERU: Cantera contra los piquetes
La situación en el país andino es de todo menos novedosa, porque lo que pasa es que los clubes están endeudados hasta las cejas y simplemente buscan maneras de no pagar lo acordado. La última que se les ha ocurrido es pagar las deudas contraídas en 2011 con sus jugadores en 24 cómodas mensualidades; pero con la mosca tras la oreja y el bolsillo pelado los futbolistas exigen el pago en un plazo máximo de 12 meses. Obviamente no ha habido acuerdo y, tomando ejemplo de la España de los ochenta, la jornada de este fin de semana (primera del campeonato) la han disputado los juveniles, que no cobran y, de momento, tampoco se quejan.

El asunto cobra tintes esperpénticos (y perdón por el verbo utilizado) porque quienes más deben son los más grandes de la competición (Universitario, que además tiene sus ingresos embargados por el fisco peruano, Cienciano y Alianza de Lima) y porque la huelga de futbolistas afecta también a los equipos que sí pagan lo firmado. Por ejemplo, los jugadores profesionales del Deportivo San Martín (a los que el club afirma no deber nada) se solidarizaron con sus compañeros y no viajaron para enfrentarse al Melgar; su club no desplazó a los juveniles y perdió por incomparecencia. Fue el único equipo que no se presentó. Dadas las circunstancias, tanto el Deportivo San Martín como el Unión Comercio y el César Vallejo, que también juran estar al día en sus pagos, amenazan con borrarse de la competición si la huelga sigue en pie. El Inti Gas ha ido un paso más lejos: ha despedido a su entrenador y a todos sus jugadores profesionales por secundar el paro, saltándose a la torera cualquier normativa laboral. Sus juveniles, por cierto, ganaron su partido.

ECUADOR: Sin pitos no hay paraíso
En Ecuador tampoco ha habido fútbol este fin de semana, aunque en este caso el problema no es de dinero y quienes han cerrado el chiringuito no han sido ni los jugadores ni los clubes, sino los árbitros, que protestan por lo que consideran un atropello de la Federación nacional. La entrada en vigor de una resolución por la que los colegiados pasan a ser designados y estar controlados por un Comité Académico (dependiente de la federación) en lugar de por la Comisión de Arbitraje (órgano en principio independiente, tal y como estipula la FIFA en su reglamento) ha hecho que los trencillas ecuatorianos se declaren en huelga de pitos caídos. La Federación Ecuatoriana de Fútbol (¿qué tendrá las siglas FEF?) amenaza con descender de categoría a los árbitros que falten a tres encuentros y hasta el presidente del país, Rafael Correa, ha intentado mediar en la disputa, pero la liga está suspendida indefinidamente mientras se resuelve la controversia. La próxima reunión tendrá lugar el 29 de febrero, lo que garantiza al menos otra semana sin liga y un grave problema de fechas en el ya de por sí bastante comprimido calendario ecuatoriano: los clubes que participan en los torneos continentales ya tiemblan ante la posibilidad de tener que jugar tres partidos en cuatro días, como ya hiciera la LDU en 2010. Es lo que tienen las huelgas, que al final siempre le toca a alguien hacer horas extras para recuperar el trabajo. Que al menos les sirva para algo.

viernes, 27 de enero de 2012

De copas y recuerdos

Por snedecor
Suerte tenemos de que el icono de esta Copa del Rey trabaje para Caja Círculo y no para, es un decir, el Banco Santander, el BBVA o similar: a estas alturas tendríamos la publicidad del Súper Depósito Pablo Infante (habría que darle alguna vuelta más al nombre, lo sé) hasta en la sopa. En cualquier caso, los 15 minutos (largos) de fama que está acumulando el capitán del Mirandés servirán para que la gesta de su equipo no caiga en el olvido. Porque ya es seguro que dentro de unos años, cuando las cámaras hayan dejado de acudir a su oficina de Quincoces de Yuso (hasta ese pueblo se está haciendo famoso), seguiremos acordándonos de aquel modesto equipo de Segunda B que se plantó en unas semifinales de Copa. No recordaremos el año, puede que confundamos alguno de los rivales que dejaron en el camino, pero tendremos fresca en la retina la imagen y la historia de ese calvo genial capaz de colocarte una hipoteca y liquidar a un Primera en menos de doce horas.

Pablo Infante, su reluciente calva y su anodino trabajo en un banco son el pasaporte del Mirandés a la eternidad. Pase lo que pase en semifinales (y sobre todo si pasa el que por lógica no tendría que pasar) el equipo burgalés ya ha hecho historia, pero convendremos todos en que hay historias de la Historia que se nos graban en la memoria y otras que sólo quedan anotadas en los libros, esperando que alguien las encuentre. Y sólo hay que bucear un poco en nuestras mentes para encontrar los ejemplos. Porque si hablamos de carrerones coperos de equipos de Segunda B, el primer nombre que nos viene a todos a la cabeza es del Numancia. ¿Por qué? ¿Porque llegó a cuartos eliminando a tres primeras a ida y vuelta, y llegó a poner en apuros a todo un Barça? ¿Sólo por eso?

Pues no. Su gesta se nos grabó a fuego simplemente por el nombre del equipo, Numancia, por todo el significado histórico que atesora. Dos mil años después, la heroica resistencia de un pueblo diminuto frente a un gigante invasor, esa historia que todos aprendemos en el colegio y que contribuye a formar nuestro espíritu hispano más patriótico (?), se trasladó al escenario donde se disputan ahora esas batallas: un campo de fútbol. Imposible no emocionarse. A eso sumémosle que aún no he conocido a nadie que tenga algo en contra de Soria (factor importante para que la simpatía por el equipo se contagie a todos los rincones del país) y que en pleno estallido de la liga de las estrellas un veterano trotamundos del fútbol modesto accedió a grabar la experiencia con su cámara casera para un programa de televisión, y nos encontraremos con todo un fenómeno mediático imposible de olvidar. Puro marketing directo al corazón.

Matagigantes en el olvido

El ejemplo más reciente de que la memoria es selectiva y caprichosa (y tremendamente influenciable por los medios) lo encontramos en Alcorcón. ¿Qué diferencia al equipo de Anquela del histórico (este sí y con todas las letras) Real Unión que consiguió la misma hazaña un año antes? Pues que el 4-0 de la ida se logró ante el primer proyecto del segundo advenimiento de Florentino, que el Marca (vaya usted a saber por qué) estaba como loco por meterle mano al ingeniero Pellegrini y que alguien tuvo la feliz ocurrencia de bautizar el revolcón como “alcorconazo”. De ahí en adelante, cualquier eliminación vergonzante nos remitirá a aquella mágica noche en Santo Domingo. Ni Real Unión ni Toledo (matagigantes original) tuvieron tanta suerte, aunque al menos el nombre de este último sonará cada vez que alguien abogue por volver a las eliminatorias a partido único.

Todo esto viene a cuento de que la hazaña del Mirandés tiene un precedente que (casi) nadie recordaba y que a todos nos ha hecho levantar la ceja con una mezcla de desconocimiento e incredulidad. Porque al revisar los libros en los que queda grabada toda la Historia nos hemos encontrado con el ejemplo contrario, el de una de esas grandes historias que no llegan a calar en el imaginario popular: la historia del Figueres, primer equipo de Segunda B en plantarse en unas semifinales coperas (lo del Deportivo Logroño en el 31 me permitiréis que no lo cite). Sólo han pasado 10 años, pero apuesto a que nadie sería capaz de dar un solo detalle de aquella gesta sin tirar de hemeroteca, y eso que por el camino derrotó al Barcelona.

Que el de Rexach fuera uno de los Barças más olvidables de la historia, que esa eliminación fuese en la primera ronda, en casa y a partido único, que luego apeara “sólo” a Osasuna, Novelda y Córdoba antes de caer dignamente ante el Deportivo… todo contribuye a la falta de un referente mediático que ayude al gran público a recordar su historia. Porque esa copa no es la del Figueres, sino la del Centenariazo. ¿A que esa nos suena más?

Porca miseria llegar hasta donde nadie había llegado jamás para que sólo te recuerden cuando alguien te iguala, pero ya se sabe: unos nacen con estrella y otros estrellados. Y si tras la aventura copera Numancia y Alcorcón llegaron al fútbol profesional (y el Mirandés parece estar en buen camino), al Figueres la vida tampoco le ha sonreído desde entonces. Adquirido en 2006 por el dueño de una casa de apuestas online, el club acabó trasladado a Castelldefels y fue refundado en 2007. Hoy está en Regional Preferente y nadie parece apesadumbrarse demasiado porque, seamos sinceros, al Figueres nadie lo recuerda. No le hubiera venido mal tener en su plantilla a un empleado de banca. O a un corredor de seguros. Algo.

jueves, 19 de enero de 2012

... y el futbol llegó por fin a Bollywood

Por snedecor
Cualquiera que mire los datos de este mercadillo de invierno debe rendirse a la evidencia: para nosotros, sucios PIGS cubiertos de deuda hasta las cejas, parece que se han acabado los tiempos del derroche futbolero, al menos si no tienes unos amiguitos bien situados en el Golfo Pérsico. Con la que está cayendo, no es casualidad que el dinero de verdad se mueva en esos países emergentes que en la molona terminología económica anglosajona se conocen como BRIC.

Repaso rápido. La B es por Brasil, que ha pasado de ser una nación eminentemente exportadora de peloteros a importar, retener y bañar en oro a jugadores que antes no solían mostrar demasiado interés por disputar el Brasileirao tras cumplir los veinte. La R es de Rusia, cuyo fútbol se ha convertido en el capricho de millonarios de dudosa procedencia y pintoresco comportamiento, capaces de montar un dream team en la olvidada Daguestán y pisarla sólo cada dos semanas para los partidos de local. Y la C representa a China, donde los empresarios del ladrillo han seguido la evolución natural de su subespecie (que tan bien conocemos por aquí), esa que les lleva a invertir sus pingües beneficios en el verde: lo de menos es que su liga sea el patio de recreo de las mafias de apuestas ilegales o que su inversión (?) se llame Nicolas Anelka, lo importante es demostrar al vecino el poderío de su billetera.

¿Y qué pasa con la I? Pues que hasta ahora era la única letra que se mantenía firme ante este desenfreno, felizmente ajena a la fiebre del balón que parece atacar a todo nuevo rico que se precie. Porque la I de BRIC, el call-center de América, la fábrica mundial de ordenadores y medicamentos, el país de los mil doscientos millones de habitantes (casi la mitad de ellos sobreviviendo por debajo del umbral de la pobreza) y las mil lenguas y religiones, la potencia nuclear que danza al son de los musicales de Bollywood, la India, en definitiva, sólo conoce un deporte rey: el cricket.

El fútbol siempre fue el hermano pobre. Con su independencia recién estrenada, buena parte de la selección india de fútbol acudió sin botas a los Juegos Olímpicos de Londres de 1948 y a los de Helsinki en 1952; entre medias renunció a participar en el Mundial de Brasil por falta de medios (económicos, se entiende). Ya con los pies debidamente cubiertos, la India acabó cuarta en el torneo olímpico de Melbourne 1956. En 1964 fue segunda en la Copa de Asia, y desde entonces hasta ahora, nada de nada: sólo dos participaciones más en el torneo continental, en 1984 y 2011, y de sus fases de clasificación para los mundiales mejor ni hablamos.

El considerado mejor futbolista de su historia, Pradip Banerjee (que jugó en los cincuenta y sesenta, seguramente con botas), no salió nunca del subcontinente. Eran otros tiempos, claro. Baichung Bhutia, estrella en el cambio de siglo, sí pudo devolverle a la Gran Bretaña parte del legado que ésta dejó en la India, pero tras 37 partidos (y 17 wikipédicos goles) en tres años en el modesto Bury, los ingleses decidieron concederle la libertad también a él. Leyenda viva en su país, Bhutia aún está en activo: acaba de retirarse de la selección nacional y tiene su propio equipo en la segunda división de la I-League, una competición nacional con graves problemas económicos. Y eso que, que sepamos, Ali Syed no anda metido en ella.

Jubilados F.C.

Pero aunque el pasado (y el presente) del balompié en el país no resulta muy alentador, parece que en la India sí gusta el fútbol; al menos, las audiencias de la Premier empiezan a despuntar gracias a las parabólicas de la cada vez más numerosa clase media. Y en vista de que la citada I-League no tiene muy claro su futuro, Celebrity Management Group, la empresa que gestiona la multimillonaria liga profesional de cricket, se ha animado a diversificar el negocio con el objetivo, dicen ellos, de aumentar la cultura deportiva de la población (y de rascar un poquito más de dinero, digo yo), aliándose con la Federación India de Fútbol para montar una liga de soccer al estilo americano.

Eso sí, de momento los ideólogos han decidido concentrar sus esfuerzos en un único estado, Bengala Occidental, al parecer el más apasionado por este deporte. A final de mes se conocerán los nombres de los propietarios de cada una de las seis franquicias con las que arrancará la Indian Premier League Soccer: los principales empresarios de Calcuta, Siliguri, Barasat, Howrah, Haldia y Durgapur ya están echando cuentas para ver si el invento puede ser rentable. Las franquicias cuestan entre 90.000 y 125.000 libras anuales, dependiendo de la ciudad, y cada equipo dispondrá de unos dos millones de libras para sueldos (al cambio, es más de lo que tienen las franquicias de la MLS americana para toda su plantilla; en comparación, es menos del salario medio que percibe cualquier jugador de la liga india de cricket). Unos sueldos que en su mayor parte se llevarán las grandes estrellas extranjeras, claro: se habla de 600.000 dólares por cabeza por menos de dos meses de competición.

El problema es encontrar a alguien interesado en meterse en esta aventura. Y la búsqueda ha debido de ser francamente difícil, pues han acabado llamando a los retirados. Porque del bueno de Jay Jay Okocha no teníamos noticias desde 2008; Juan Pablo Sorín se había cortado la coleta (no literalmente, esperamos) en 2009; y a nuestro Fernando Morientes se le veía cada vez más cómodo como comentarista desde que colgó las botas en 2010. Fabio Cannavaro había anunciado su jubilación en julio de 2011 aduciendo problemas crónicos de rodilla; Maniche estaba criando panza (más todavía) desde entonces; y Robert Pires también andaba a la caza de equipo desde el verano pasado, aunque por aquellas fechas decía que su mujer no le dejaba salir de Inglaterra (no añadiremos nada). A Robbie Fowler le creíamos felizmente instalado en Tailandia como entrenador-jugador-vividor, y sólo Hernán Crespo permanece en activo en Europa: más concretamente, suele estar sentado en su butaca del palco de jugadores del Parma.

No es descartable que alguno de estos nombres sólo se haya usado como reclamo publicitario, y es posible que algún otro no pase el corte del Draft que decidirá el destino de cada jugador, pero en principio todos ellos, junto a reputados entrenadores de inmaculado (?) currículo como John Barnes, Fernando Couto, Tony Adams o el diablo Etcheverry, son los primeros fichajes de este campeonato que arrancará a finales de febrero y al que desde FNF deseamos una larga vida: pocos torneos parecen a priori tan capaces de generar historias bizarras como esta nueva liga bengalí.