Sería la hostia que saliera un jugador en rueda de prensa y dijera: "Estamos hartos de este entrenador. Que se vaya". Pero no, siempre dicen que están "a muerte" con él, cuando los periodistas intuyen carnaza de despido y preguntan a los cómplices. Granero ya ha dicho que la plantilla está "a muerte" con Pellegrini, y Guti y Cristiano le han hecho coro con otras palabras. Así que Pellegrini está muerto. Visto que en España, dato científico, no dimite un entrenador desde que Camacho se fue del Madrid, la destitución está cerca. Florentino nunca lo quiso, pero no había otro. ¿Quién quiere venir a la trituradora de entrenadores pintada de blanco nuclear? Los que no han ganado nada. Como Pellegrini. Cuando Florentino fiche a alguien que haya ganado algo, repicarán campanas.
El que venga tiene que ser guapo, saber hablar bien y no haber ganado nada: Queiroz, Luxemburgo. Si no, será uno de la casa: García Remón, López Caro, Del Bosque, Camacho. Todos, menos el actual seleccionador, tienen algo en común: no han ganado una mierda. Sólo Vicente, el que tenía un libreto tan poco tecnificado que debía de ser un pergamino, tiene un palmarés. Florentino ganó en cinco temporadas dos Ligas y una Copa de Europa, si contamos los títulos 'que valen'. En todos ellos el entrenador era Del Bosque. Y se repite el modelo del entrenador guapo sin títulos. Así que si quieren le echamos la culpa a Pellegrini, pero me da bastante la risa.
Sole Leyva
Para domeñar a las bestias blancas, los capos del vestuario blanco, los mismos que se han cargado a una buena ristra de técnicos, hay que tener un par. Y además, tenerlos bien puestos. Si la conversación de Pellegrini con Guti en Alcorcón se produjo en los términos publicados por los medios, si el chileno mandó a la ducha al rubito de pases de oro y defensa de mirra cuando se le puso gallito, tiene todo mi respeto. Otra cosa es el fútbol. El Real Madrid sigue sin jugar a nada. Pellegrini no tiene propuestas claras, pero aun así es pronto. Si a los presidentes se les da cien días, él también se los merece. Al fin y al cabo el Barça sólo está a tres puntos. Además, a Florentino no se le conoce la metralleta cargatécnicos que sí tenía Jesús Gil. No es su estilo. Todo este debate de la crisis y tal es una milonga montada por los medios. Se trata de vender. Lo que sí está claro es que este año por Chamartín no van a ver ninguna copa a no ser que se visite la sala de trofeos. ¿Crisis? Les habla un atlético. Ustedes no saben lo que es la crisis.
Halftown
Cuando el pasado 1 de mayo escribimos el Libres y directos sobre Juande Ramos, avisé que su continuidad en el Madrid habría sido un suicidio deportivo. Seis meses y 230 millones de euros después, los galácticos han vuelto y el sustituto de Juande está en el disparadero. Pobre ingeniero, lo bonita que le estaba quedando la obra en el Madrigal, y lo grande que le está viniendo el proyecto en Concha Espina.
Rocheteau
No te conozco, Manuel, ni trabajas en una fábrica, ni la calle está mojada. Te reconozco que desconfío por principio de un tipo que come cinco años seguidos gnocchi con tomate y los domingos, para cambiar, pizza margarita. Me pareces un poco pichafloja, porque aceptar este curro con Darth Florentino y Valdano Vader era como comprarse un disfraz de felpudo y tumbarse a la entrada del metro Sol. Me toca incluso un poco los cojones oírte decir que tu equipo juega bien cuando no he pagado 15 euros al mes para tragarme a once paramecios blancos corriendo descoordinados. Y aun así, estoy contigo.
Cómo molaban esos Audis que les dieron a tus jugadores en la nieve el martes, ¿eh?. Ronaldo (lesionado y caminando sobre nieve), Benzema tirando bolas, cojonudísimos planos, toma Christmas y felicidad. Ya, ¿pero a que no fuiste tú el que cambió la sesión de entrenamiento que estaba prevista a esa hora? Cuando era evidentísimo que Snejder iba a ser necesario para darle algo de cemento a ese medio campo incoherente y solipsista, hubo quien lo zumbó al Inter, para seguir tragándonos a Guti, que empieza a serle al fútbol lo que Raphael a la canción... y a la historia capilar. ¿Te trajeron a Silva, como pediste? ¿Y a Cazorla? No, claro. Y hay que entender que a la panda de niñatos que te ha tocado varear le molestaba dormir en el hotel antes del Alcorcón y no meter esa noche. Me da que el sábado toca Víctor Jara en Spotify: "Suenan las sirenas, de vuelta al al trabajo, muchos no volvieron, tampoco Manuel".
Víctor Enciso
Ahora Pellegrini no llevó al Villarreal a una semifinal europea, no metió a un equipo de pueblo en un continente, no hizo jugar para la felicidad a los de amarillo durante años, no defendió el toque por encima de todo. Ahora Pellegrini es el culpable de que el Madrid no juegue un pimiento en dos meses, de que el ser superior fichara corredores con músculo, glamour y algo de técnica (la cosa no va por Kaká, evidentemente) y de que el club vaya filtrando al vestuario goteras de desautorización del entrenador. Es la vieja historia del fútbol urgente: si no ganas tres partidos te pongo a algunos jugadores clave en contra, tiro del periodismo resultadista y voy salvando el culo. El fútbol es fútbol aunque sea en fútbol no es fútbol. Al fútbol se puede perder un día contra un ser inferior. Al baloncesto o al cricket no. Por eso, el fútbol es tan grande, porque todavía es un juego. Pese al imperio del capital es un juego. Y eso le da oportunidades a los pobres frente a los ricos.
PD: Por cierto, Pellegrini, te defiendo hoy, pero no me olvido de Riquelme ni ahora de Guti. Serán raros, especiales, insoportables quizá, pero a ti los clubes te pagan millonariamente para conducir grupos de élite. No queremos a Riquelme y a Guti para ser sus amigos. Los queremos para ser felices cuando vamos al fútbol.
Nick Panzeri
Las cadenas de televisión han empezado a realizar encuestas entre los espectadores para medir si un programa que no funciona puede recuperarse y así no retirarlo inmediatamente de la programación. Si se hiciera algo parecido entre los socios o aficionados madridistas, Pellegrini ya estaba en un avión con destino a Chile o de vuelta al Villarreal, donde le recibirían con los brazos abiertos.
Si la paciencia se ha convertido en un bien excaso en cualquier ámbito de la sociedad (películas que se retiran con una semana en cartel, libros que desaparecen de las librerías antes de acumular una mota de polvo...), en el fútbol no existe... sobre todo con los entrenadores sin amistades mediáticas. Si te llamas Capello, puedes permitirte que tu equipo se arrastre durante más de una vuelta sin ver amenazado tu puesto porque gritas mucho en la banda y ningún directivo querrá escuchar esos chillidos en su despacho. Pero si te llamas Pellegrini, la sangre de tus venas corre a 30º y no has gritado ni viendo una película de terror, estás vendido.
En cualquier caso, la estadística dice que menos de la mitad de los cambios de entrenador sirven para mejorar la marcha de un equipo. Con presidentes de gatillo fácil Rijkaard nunca habría ganado dos Ligas y una Champions con el Barcelona, Benítez no habría dado al Valencia su último título y Aragonés no habría llegado a la Eurocopa de la que salió ganador. Así que, Florentino, ten paciencia.
Sebastián Dulbeca
Dead man walking, chapa de coto recién abierta la veda y hasta pavo en Nochebuena. A qué velocidad tan acojonante arden 250 millones y cómo atonta el calorcito de la pira. Cambiar la porcelanosa de Levante por el Chamartín más versallesco de la historia no es tan simple como un capítulo de Benito y Manolo. Ser Califa en lugar del Califa requiere sus automatismos y el mejor repelente de envidias y reproches. Si encima resulta que desentona en overol, reniega del mondadientes y, sobre todo, tiene en las meninges un diagrama de juego que hasta hace tres meses se saludaba con botafumeiro, en oposición a lo último que ha desfilado por Florentilandia, Pellegrini merece algo más que una selectividad de 180 minutos. Aunque nos siga martirizando con Marcelodrenthe.