Por Nick Panzeri
Abrir nuevos caminos siempre fue duro. Xisco lo sabe. Cuando llegó a Coruña desde su Mallorca natal para jugar en el filial del Depor, pocos confiaban en que aquel robusto jugador con facilidad para el gol pero no especialmente dotado técnicamente pudiera llegar a jugar en Primera División. Pero llegó. Y se convirtió en el socorrista de un equipo que se ahogaba en la clasificación camino de Segunda. Nueve goles en 14 partidos sellaron la permanencia del equipo y el pasaporte de Xisco hacia la Premier League.
Como nunca tuvo el don de la oportunidad, su fichaje por el Newcastle provocó un auténtico terremoto en las ‘Urracas’. El director técnico y entrenador, Kevin Keegan, dimitió como consecuencia de su fichaje: "He trabajado de manera desesperadamente intensa, pero no puedo permitir que el club no me consulte los fichajes", expresó en un comunicado.
La afición no tuvo dudas y se puso de parte de KK, todo un mito en Reino Unido, y colgó sobre Xisco un cartel que le señalaba como culpable de su marcha.
No saber inglés debió ayudarle a aislarse del ambiente y se dedicó a entrenar. En su debut en la Premier marcó y la gente le quitó la etiqueta de sospechoso. Sin embargo, sólo fue una tregua del destino.
Una lesión le apartó del equipo y apenas ha podido volver a jugar. Estos meses aciagos en el terreno de juego, sin embargo, han servido para que los fieles de St. James Park le cuelguen otra etiqueta mucho más peligrosa en el mundo del fútbol: la de "maricón".
Por los foros de los seguidores del Newcastle empezaron a circular fotos del jugador besándose con hombres y recuperó el protagonismo… de los insultos. Sin que él haya abierto la boca, los futboleros británicos ya le han abierto el armario para recriminarle esta afrenta y señalarle el camino de salida: "Mejor no marcar un gol en lo que queda de temporada que tener en el equipo un maricón", dicen.
En un país en el que a un jugador (Le Saux) se le tacha de homosexual sólo por leer el periódico (The Guardian), las fotos de Xisco no admiten siquiera una explicación. Xisco ya es el gay de la Premier.
En la Liga española, muchos jugadores han cargado con la sospecha de ser gays: Urzaiz, Pavón, Javi González, Javi Navarro, Guti e, incluso, Guardiola, han soportado este estigma, mucho más peligroso en cualquier campo de fútbol que la patanería más absoluta.
Sin embargo, el fútbol sigue resistiéndose a salir del armario, aunque los responsables de Zero siguen tocando puertas para derribar una de las pocas barreras todavía infranqueables para el universo gay, junto a los toros. Xisco tiene la palabra. Pero tendría que hablar. Y parece que, de momento, sólo quiere hablar en el campo, aunque hasta su entrenador parezca haberse olvidado de él.
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miércoles, 29 de abril de 2009
Queer as foot
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Pues nada, hombre, nada: Martin Lobo, Nick Panzeri... Ya veo que Fútbol no es Fútbol, sino una excusa para cotillear como marujas y hacer un gallienro seudoperiodístico de lo que podría ser un buen blog de blogs. Empezáis a perder el control. Alguien que ponga orden. No os dejéis llevar por lo superficial, por favor.
ResponderEliminarQé mundo más machista el del fútbol!Es de borregos!
ResponderEliminarNo me puedo creer que en toda la Liga Española no haya ni un solo gay, que no es que tenga que trascender, pero es obvio que cualquier homosexual que se encuentre dando pataditas a un balón no se le pasa ni por la cabeza dejar asomar su condición sexual para no enfrentarse a toda una masa de ´paletos´ dentro de un campo de futbol gritando "maricón". Qué fuerte!