jueves, 16 de abril de 2009

Beckham escapa de la Muerte

Por Sebastián Dulbeca
El tan efímero como deportivamente suicida paso de David Beckham por la Major League Soccer (MLS) y su posterior huida al Calcio representan la maniobra de marcha atrás más singular del marketing contemporáneo. El entorno del propio interesado no se ha cansado de pregonar que tras la vuelta a Europa solo está el deseo de retomar el pulso competitivo. ¿En un plantilla que iba a disputar (es un decir) la UEFA y que bien podía haber sido patrocinada por Just For Men?

Sin recurrir a datos, la aspiración de tornar a la Selección inglesa tampoco oculta la evidencia: el perfecto reclamo publicitario no ha sido todo lo útil que se presumía en la liga más necesitada de vender imagen y en el país que sirve de escaparate al resto del mundo. El fiasco apunta a materia de tesis si se tiene en cuenta que ya antes que el spice boy algunos cracks mundiales (Pelé, Cruyff, Beckenbauer, Best…) emprendieron la aventura americana. Con idéntico resultado, a tenor de la mínima audiencia televisiva del torneo que los reclutó.

Eran los años de la North American Soccer League (NASL), el primer intento serio por implantar el bárbaro balompié en EEUU. Se prolongó desde 1967 hasta 1984. Tal vez demasiado tiempo para lo que en realidad fue: una rutilante acumulación de excesos (magnates al frente de los clubes, celebrities y groupies) y rarezas (el césped sintético sustituye por primera vez al natural).

Como icono máximo de aquella competición abortada figura el Cosmos, una suerte de escuadra pregaláctica (los mencionados Pelé y Beckenbauer, Neeskens, Carlos Alberto, el maquiavélico Chinaglia, etc. pasaron por allí) propiedad de la Warner Bros. que ganó el campeonato en cinco ocasiones. Y más importante: obró el milagro de congregar semanalmente a 50.000 neoyorquinos alrededor de un balón no ovalado.

Aunque también habrá quien anteponga la anécdota y prefiera quedarse con el recuerdo de la cardiaca tanda a la que se recurría siempre en caso de empate: shoot-out. Muerte súbita. Rudimentario Gol de oro. 32 metros y cinco segundos para anotar. Cuestión de supervivencia. Cuestión de oportunidad. ¿Se hubiera mostrado Beckham infalible?


1 comentario:

  1. No tengo ni puta idea de fútbol, pero este tio es más un publicista que otra cosa. Aunque hablando de publicistas, señalo que no hubiera entrado en este blog de no ser por la inteligente campaña viral via facebook!
    Firmado: uno que os ha calado!, al margen de esto, ánimo con el blog, a regarlo todos los días

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