viernes, 15 de mayo de 2009

¿Hay vida en Segunda B?

Por Halftown
La tercera categoría de nuestro fútbol es una de las grandes olvidadas del deporte español. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) no quiere saber nada de ella, y sólo reconoce como profesionales a los 42 clubes de primera y segunda división.

Para cualquier club de nuestro fútbol, caer al pozo de la segunda B es una tragedia: la afición se olvida de renovar sus abonos, los sponsors salen por la puerta de atrás, y las televisiones miran hacia otro lado.

Si la liga española es considerada como la segunda mejor del mundo, veamos qué pasa en el país líder en esto del fútbol. Para empezar, en Inglaterra, la segunda, tercera y cuarta divisiones se llaman desde 2004 "The Coca-Cola Football League". Por los derechos de televisión para los próximos tres años, mayoritariamente propiedad de Sky, pero con pequeñas porciones para la BBC e ITV, se han pagado 264 millones de libras.

En España, en cambio, cada club profesional negocia los derechos de televisión por su cuenta, resultando en la celebérrima famosa guerra del fútbol que nos ha abochornado internacionalmente a lo largo de toda la temporada. La segunda B, ni eso: se puede ver, muy esporádicamente, en algunas televisiones locales.

A tenor de la diferencia de estructura y cifras que maneja la Coca-Cola League Two, el equivalente a la segunda división B española, podría pensarse que el potencial mediático de sus clubes es mucho mayor. Nada más lejos de la realidad; con la excepción del financieramente hundido Leeds United, los clubes de la tercera división inglesa vienen de ciudades como Leicester (292.000 habitantes), Peterborough (157.000) o Cheltenham (112.000). En la segunda B española encontramos ciudades como Granada (237.000 habitantes) o Cartagena (210.000), y muy pronto pueden sumarse dos ciudades importantes como Vitoria (232.000) y Oviedo (220.000).

Por no hablar de todas las ciudades satélite de Madrid (Móstoles, Fuenlabrada, Alcalá) y Barcelona (Hospitalet, Badalona, Terrassa), todas ellas con una población en torno a las 200.000 personas.

Potencial para un nuevo modelo

Parece ser que, para las televisiones, el negocio de la llamada categoría de bronce no es rentable. Es más, hace algunas temporadas, la 2 de Televisión Española ofreció algunos encuentros de esta categoría. Finalmente, y aduciendo esa falta de rentabilidad (criterio habitualmente ninguneado por La Televisión Que Pagamos Todos), se suprimió el fútbol de segunda B de la programación.

Recientemente, una iniciativa llamada Deporte 8 propone enfocar la retransmisión de encuentros de segunda B desde otro prisma: partidos gratis a través de internet. Parece, al menos a primera vista, un modelo más razonable.

Quizá la clave de la historia esté en aliarse con las televisiones locales y definir los partidos a televisar en base a las prioridades de los usuarios del servicio online. Tan astuto como utilizar las tecnologías digitales para adaptar la oferta a la demanda.

Desafortunadamente, la Segunda B española va a perder parte de su atractivo si finalmente sale adelante el tan rumoreado proyecto de la liga de filiales que impulsa la LFP. Pero eso ya es tema para otro post.

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