Por Rocheteau
Le dicen el torneo del KO. Más bien podían llamarle la copa adormidera, el tranxilium de los miércoles o el trofeo de Morfeo. Eso, en España. Allende los Pirineos, la copa sigue manteniendo ese tufillo a boxeo y barrizal, a la vida en dos carreras, a gradas supletorias y las gradas llenas de calcetines blancos y zapatos negros. A un combate de verdad, y en campo del pequeño.
Aquí, para no molestar a los señoritos de Primera, hay doble partido, sorteo de cancha y, como ni con la vuelta en el Bernabéu algunos son capaces de pasar ante el Real Unión de Irún, igual Villar nos planta el año que viene una liguilla preliminar con fase regular, no sea que...
No sea que ocurran fenómenos deliciosamente paranormales como el del sábado en Francia. Descansó la liga más emocionante de la última década para dejar paso a la final de la Copa, en el Stade de France, que los franceses intentan convertir en su Wembley. De la Copa de Francia, porque los vecinos tienen dos copas, ésta, y un sucedáneo (llamado Copa de la Liga) que a nadie le importa. La ganó, por primera vez en 50 años, un club de Segunda, el En Avant Guingamp (EAG). Un detallito: en las eliminatorias participaron, desde la primera fase, 6734 clubes, casi todos amateurs. En nuestra Copa del Rey, 83 equipos.
¿Ya hemos llegado?
Así se entiende la victoria de una escuadra de "paletos" de un recodo de Bretaña, la Armórica de Astérix, llamado Guingamp, con poco más de 8.000 habitantes y un estadio para 17.000, ni un jugador conocido, un nombre hortera ("¡Adelante, Guingamp!") y una solera de club academia que se entiende echando un vistazo a su plantilla del 2003.
En aquella añada compartieron ataque Didier Drogba y Florent Malouda (ni Drogbá, ni Maloudá, y al próximo comentarista que lo repita lo tiro al río. Segunda advertencia), que casi fríen al Barça la semana pasada. Guingamp acabó en un espectacular séptimo puesto, a tres puntitos de la Liga de Campeones, y Drogba, con 17 goles, sacó el billete para jugar en Marsella.
El EAG sacó una buena tajada y quiso comprar a Daniel Ljuboja, un delantero serbio que comparte peluquero con los canis de Sevilla, técnica con un barrenero de Milosevic y ha jugado este año con el Stuttgart como Faubert en el Madrid. No vino. La historia oficial dice que no le pagaron lo que quería. La oficiosa (y muy creíble), fue que, al llegar en tren, pidió al taxista que le llevase al centro. Después de 5 minutos, le dijo: "¿Ya hemos llegado?". "Ya hemos dado dos vueltas".
Otro tranxilium
En el año Drogba-Malouda, a un periodista listillo se les ocurrió llamarles "paysans" (campesinos o aldeanos), y los seguidores del Kop Rouge se lo apropiaron con orgullo. No hay periódico francés que no haya titulado el domingo con la palabra "campesinos".
Sobre todo porque el sábado se enfrentaron al equipo burgués de Bretaña, el Stade Rennais, que también viste de rojo y negro y que es propiedad de la familia Pinault, la más rica de Francia. Vamos, que la inesperada victoria del En Avant Guingamp, remontando un gol en contra, fue como si el Compos de antaño le hubiese ganado al Depor la final de la Copa del Rey.
Sólo que como no son saudíes, prefieren financiar museos y costear las campañas de la derecha (el presidente, Frédéric de Saint Sernin, es un ex secretario de Estado y primo del ex primer ministro Dominique de Villepin) a comprar delanteros. Hay que ver...
Mañana me sentaré a ver el Barça-Athletic. Será el segundo tranxilium de los miércoles que me trago en todo el año. Igual vale la pena. Pero su triunfo no valdrá ni una décima parte del de los "paletos" del Guingamp.
Tweet
martes, 12 de mayo de 2009
Drogba, Malouda y la Copa de los "paletos"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Magnífico post. Tanto en Francia como en Inglaterra las copas son muy diferentes. La fabulosa organización hoy de la FA Cup se debe, amén de la tradición, en un renovado sistema deportivo que nació allá por los 90. Una maravilla. Lo de Francia es distinto: no les gusta que nada salga más. Son muy suyos y esa copa es reflejo de la identidad igualitaria de los franceses: participan más de seis mil equipos.
ResponderEliminarY en España, somos las antípodas de una Copa nacional en condiciones. Pudiéramos tenerla, puesto que habría decenas de equipos interesados seriamente en la consecución de la Copa como objetivo primario, pero no con el actual sistema. Un premio mayor, como el de la Copa de Europa, y una campaña de márketing amén de una renovación estructural en condiciones sería muy útil, con objeto primario de renovar la denostada imagen de la competición, permitir que los pequeños, por medio del KO, alcancen rondas mucho más altas y un estadio para las finales. Único. Identificable.
Nuestra copa está exenta de símbolos. Debemos recuperarla para que la noche de hoy, no sea una noche más.
Un abrazo.
buen post y suscribo el 98% de lo que dices...
ResponderEliminarun uno % que no comparto que en el athletic tambien juegan 11 aldeanos comparandolos con los otros equipos de la liga BBVA... y que han llegado a la final porque son los unicos que le han dado cierto valor a la copa del rey. El Barça no necesita ni tomarselo en serio... le sobra calidad.
y por ultimo el otro 1% y el mas importante... Es el Athletic o Athletic Club (no el Bilbao, y al próximo que lo repita lo tiro al río. Enesima advertencia)
Aupa Athletic!
Razón llevas en ese 2%. Sobre todo en lo del Bilbao. Inmperdonable y lo corrijo enseguida
ResponderEliminar